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LA LISTA DE CORREO HISPANO-PARLANTE SOBRE ROCK PROGRESIVO Y SINFÓNICO 
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 ENTRANCE: “Entre Dos Mundos” (2008)

Temas

  1. Mágica [i. El Viaje ii. El Mensaje iii. La Promesa] (14:53)
  2. Promesas (5:47)
  3. Hijos de Bagdad (3:56)
  4. Ilumina (3:09)
  5. Invisible (3:57)
  6. Voces Ahogadas (15:15)

Integrantes

  • Jaime Scalpello: voz
  • Jaime Rosas: teclados
  • Richard Pilnik: guitarras
  • Rodrigo Godoy: bajo y voz
  • Alex von Chrismar: batería

El regreso de Entrance a los escenarios y los estudios supuso una tremenda noticia para los seguidores de la banda que intuían fuertemente que la banda podía seguir dando más de sí después del excelente salto que supuso “En la Tierra” para su evolución estilística dentro de su propuesta progresiva con tintes de rock pesado. En el largo ínterin que sucedió entre ambos discos, Scalpello trabajó en su disco solista “El Rugido de los Dioses”, Pilnik desarrolló el proyecto Australis y Jaime Rosas perseveró en su trayectoria solista contando con la asociación de Von Chrismar y Godoy.

“Entre Dos Mundos” comienza y termina con sendas suites compuestas por Jaime Rosas. ‘Mágica’ ocupa los primeros casi 15 minutos del disco, con unos introductorios efectos de agua que pronto abren paso a una exhibición de órgano

y sintetizador, la que a su vez dirige el desarrollo de la primera sección. La parte cantada está armada sobre un esquema férreo, mientras que el despliegue instrumental que comienza a poco de pasado el tercer minuto y medio se enmarca fluidamente dentro de un clima de ostentación progresiva de compases inusuales y mutaciones de ambientes en torno a unos motivos recurrentes. Al llegar al octavo minuto, la segunda sección llega con un piano lento y un canto introspectivo. Posteriormente, la polenta y la pomposidad explícita vuelven a adueñarse de la escena (incluyendo un fabuloso solo de Pilnik) para articular la base de la última parte cantada a fin de llevarla hacia un clímax en el cual

se retoma una de las escaladas de teclado que formaron parte de la sección instrumental intermedia. La suite de cierre es ‘Voces Ahogadas’. Ésta comienza con sonidos de guerra, dando paso al poco rato a una ilación melódica encuadrada bajo una predominancia de ambientes nostálgicos en medio del estilizado frenesí progresivo. En el sexto minuto brota por un momento el ambiente etéreo que había estado latente desde un principio, sucedido luego por

un pasaje donde resalta un hipnótico solo de guitarra. Poco después hay un pasaje que suena a cantata religiosa, con unos mágicos sonidos que emulan un órgano de fuelles y un Scalpello que trabaja finamente los matices más evocativos de su estilo vocal. La última sección de esta suite saca a la luz un

despliegue de complejidad que impresiona bastante: el bajo de Godoy fluye en inmaculadas espirales bajo el canto de Scalpello, mientras que el interludio instrumental nos revela a un Rosas en su dimensión más pletórica. ?Qué hay en medio de estas composiciones con estructuras tan ambiciosas? Un repaso por la faceta más netamente rockera del grupo, donde por lo general se elabora una confluencia dinámica de rock duro melódico y prog metal, llevada con gancho y punche: ‘Promesas’ e ‘Invisible’ son sendas piezas contundentes cuyos arreglos ulteriores sirven como vehículos para la inserción de elementos progresivos. La

primera contiene un bloque intermedio instrumental donde el sinfonismo se erige

como un factor esencial antes de que regrese el riff básico del motivo principal; la segunda tiene un esquema más directo y conciso, pero se da abasto

para incorporar compases de 7/8, solos de guitarra a lo Alex Lifeson y escalas de sintetizador a lo Wakeman en algunos momentos estratégicos. ‘Ilumina’ es una

composición de Godoy (él también asume el rol de vocalista principal) que establece una complejidad más patente en su desarrollo melódico, especialmente en lo que se refiere a su colorido e intenso interludio. Sin siquiera llegar a los 3 ‘10” de duración, ‘Ilumina’ establece un viaje musical de gran envergadura progresiva. ‘Los Hijos de Bagdad’ es una balada rock compuesta por Scalpello: cálida y emotiva como es, en manos del ensamble de Entrance adquiere

un carácter más filudo en su desarrollo global.

En fin, Entrance nos vuelve a regalar una nueva manifestación de su propuesta rockera progresiva con especial acento en lo rockero. Después de conquistar una

madurez estilística en su segunda obra “En la Tierra”, “Entre Dos Mundos” revela un robustecimiento convincente de dicha maduración. Entrance renació con

más fuerza de la que ya tenía en su “primer ciclo vital”.

César Mendoza

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

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