Temas
- Sawaka Song - 2:11
- Muse Et Ame - 4:55
- Medication - 3:20
- 13 - 5:09
- Au Fil De l"Eeau - 5:14
- Emotion - 4:33
- L"Esprit Du Cercle - 9:18
- Rythme Infernal - 4:28
- Peplum - 3:56
Integrantes
- Alain Chiarazzo: guitarras
- Thierry Masse: teclados
- Fabrice di Mondo: batería, percusión
- Frédéric Schneider: bajos
Colaborador - Jerry Marotta (tambores en 1)
Después de muchísimos años desde que enamorara nuestros oídos y corazones con
su estupendo disco "La Cri De La Terre" (un decenio competo, para ser más
exactos), el grupo francés Eclat vuelve a hacerse presente en la actualidad de
la escena progresiva con su quinto trabajo de estudio: "L"Esprit Du Cercle". No
es chocante que este disco sea íntegramente instrumental, pues con sus dos
discos anteriores la banda había mostrado una infinita preferencia por
composiciones carentes de participación cantada, y teniendo en cuenta la
elegancia performativa y el buen gusto de su ingenio compositivo, Eclat es
capaz de evidenciar su exquisito aporte al género progresivo dejando que los
instrumentos sean las únicas voces. La verdad que el grupo se ha lucido
enormemente una vez más: a modo de balance aproximativo inicial, cabe afirmar
con certeza que este disco no defraudará en nada a los conocedores y será muy
del agrado del fan progresivo promedio que aún no está familiarizado con la
obra de este grupo fundado por el guitarrista Alain Chiarazzo a fines de los
80s. Otro dato interesante para el fan progresivo: la portada fue hecha por
Paul Whitehead, el mismo de las portadas más llamativas del mejor periodo de
Genesis.
"Sawaka Song" abre el disco con un candoroso motivo fusionesco de tenor
afro-musulmán sobre una ágil arquitectura rítmica crucialmente alimentada con
percusiones tonales. Esta apertura de poco más de 2 minutos de duración nos
prepara para el arribo de "Muse Et Ame", hermosa exhibición de jazz-prog que
ostenta influencias de Happy The Man y Camel con una frescura melódica muy
pertinentemente colorida, al modo de los momentos más extrovertidos de "Le Cri
De La Terre" y "Volume 3". Queda claro que Eclat sigue teniendo terreno donde
explorar en su propia dimensión sinfónica, así como queda claro que su faceta
más introvertida también sigue siendo terreno fértil para la creatividad
melódica: en efecto, "Medication" es un ejercicio de solemnidad melancólica
finamente armada sobre un motivo de duales guitarras acústicas, mientras que la
sobria base rítmica y los arreglos de cuerda van enriqueciendo la atmósfera
reinante en preparación para la ulterior emergencia de la guitarra eléctrica.
"13" regresa al territorio jazz-sinfónico antes planteado por "Muse Et Ame",
solo que esta vez los matices dibujados por la instrumentación se focalizan en
tonalidades moderadamente opacas, logrando así envolver en un aura de misterio
el muy arábigo motivo central en 13/8. Hay un "je ne sais quai" Canterburyano
en la ambientación plasmada por el ensamble en esta ocasión (un poco a lo
Accordo Dei Contrari con Fonderia), aunque esencialmente la pieza se siente
enraizada en el concepto estilizado propio de la tradición sinfónica (a lo
Camel). "Au Fil De l"Eeau" sigue justamente por esta misma senda, aunque cabe
notar que el talante contemplativo está más iluminado, como si hubiéramos
pasado de un paseo vespertino otoñal a un atardecer primaveral. El solo de
sintetizador que emerge en algún lugar del intermedio es espectacular, como un
tributo a Kit Watkins, mientras que los cimientos organizados por la dupla
rítmica claman a grito pelado el influjo de National Health y Gilgamesh. Y por
supuesto, la guitarra se luce también en un par de solos cuyas florituras
tienen total sentido dentro del muy impecablemente organizado bloque sonoro.
Juntos, estos dos temas duran poco más de 10 minutos, pero el oyente empático
desearía que duraran un poco más: tal es el embrujo que poseen sus respectivos
enfoques melódicos.
Como si no fuese suficiente tanto sortilegio seguido, llega "Emotion" para
devolvernos a las dimensiones más sentimentales del mundo musical de Eclat: una
pieza hermosa que hubiera llenado de orgullo a Happy The Man, Ain Soph o
Holding Pattern, sin duda, y cuya expansión de 4 BD minutos se siente, a fin
de cuentas, un "poco demasiado" breve. Pero la brevedad no es un problema para
la pieza homónima, la cual goza de un espacio de más de 9 minutos para
manifestar su propia expresividad. Se trata de una balada progresiva
instrumental articulada a ritmo de blues, con algunos toques de vals sinfónico:
imaginemos un "hermano bastardo" del clásico Cameliano post-Bardens "Ice" que
ha sido reciclado y reformulado por un ensamble de músicos de Focus y Fermata,
y podremos hacernos una buena idea de lo que nos espera con esta conmovedora
composición, manejada con delicada soltura y una suavidad estilizada a la
n-potencia. Después de este paseo por los rincones crepusculares del alma,
llega "Rythme Infernal" con la finalidad de reconstruir una cruza entre "13" y
"Au Fil De l"Eeau": una vez más, un gran oficio a la hora de reconstruir el
estándar del jazz-prog con fuertes connotaciones Canterburyanas sin descuidar
del todo el elemento sinfónico en ciertas florituras melódicas estratégicamente
ubicadas en el desarrollo temático. Finalmente, "Peplum" explora ambientes
espaciales cuidadosamente focalizados en una ingeniería sónica envolvente,
dueña de una muy pulida orquestación, al modo de una mezcla del "Theme Of
Secrets" de Jobson y "The First Seven Days" de Hammer. Es como cerrar el álbum
con una mirada final al cosmos que proyecta hacia el exterior algunas de las
más enigmáticas inquietudes del yo.
Todo esto fue "L"Espit Du Cercle", un disco bellísimo que no solo nos trae de
vuelta bienaventuradamente a Eclat, sino que lo confirma como una voz sumamente
importante para la realidad del escenario progresivo francés tanto del pasado
reciente como de la actualidad.
César Mendoza
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