Temas
- Opus 24 (3:24)
- Opus 22 (4:17)
- Opus 23 (5:19)
- Opus 26 (3:26)
- Opus 27 (3:51)
- Opus 19 (4:20)
- Opus 12 (3:00)
- Opus 28 (4:18)
- Opus 29 (4:42)
- Opus 31 (5:54)
- Opus 32 (7:03)
Integrantes
- Ivan "S_D" Serdyuk: guitarras
- Stanislav "Beaver" Bobritsky: teclados
- Yury Demirskiy: bajo
- Andy "Gone" Prischenko: batería
Procedente de Ucrania, Cthulhu Rise es uno de los nuevos grupos más
interesantes dentro del medio progresivo de nuestros días. El grupo se fundó
en 2008 con un formato de quinteto que incluía a un vocalista, grabando un par
de demos con esta formación: tras la partida del vocalista, el grupo decidió
seguir adelante como ensamble puramente instrumental. Su bloque sonoro se
sostiene en una confluencia de prog-metal, mathcore y jazz-rock dentro de un
esquema progresivo que es, a la vez, rico en colorido sonoro y desafiante en su
uso de la fuerza como esencia del lenguaje rockero. Su disco debut "42",
terminado de grabar a fines del año pasado después de que se postergaran los
primeros planes de grabarlo en la segunda mitad de 2010, fue finalmente
publicado por Musea en junio de este año: pasamos a reseñarlo a continuación.
"Opus 24" abre el disco con un contundente despliegue de vigor que se enmarca
fehacientemente dentro de un aura de pulcra musicalidad. "Opus 22" y "Opus 23"
refuerzan el proceso de consolidación de la voz musical de la banda, siendo así
que aquél otorga cierto espacio de lucimiento al aporte del bajo a través del
entramado grupal, mientras que éste aumenta la dosis de polenta en aras de
robustecer aún más la de por sí electrizante dinámica sonora de la banda,
acercándolo al paradigma de Planet X. Esta misma descripción podrá ser válida
para "Opus 12". Mientras tanto, "Opus 26" da un cierto relieve especial al
elemento jazzero en la mayor parte de las cadencias rítmicas que se desarrollan
en él, dentro de la omnipresente explosividad rockera, al modo de una cruza
entre CAB y Cynic; esto es algo que reencontraremos pletóricamente en "Opus
28". Por su parte "Opus 27" se vuelve a sostener sobre un balance bien cuidado
entre lo metalero y lo jazz-rockero, portando un swing muy parecido al de "Opus
22". "Opus 19" regresa a la sofisticación más versátil que antes hallamos en
"Opus 26", logrando crear coloridos y bien reguladas variaciones de ambientes a
través del obviamente articulado desarrollo temático. "Opus 29" es una pieza
donde el sintetizador ocupa especial protagonismo en la amalgama instrumental,
luciendo un extenso solo de intensos ribetes psicodélicos que se impone como
una ráfaga de truenos en medio de la aparatosa tormenta sónica gestada por los
demás instrumentos. "Opus 31" porta bastantes herencias de las atmósferas
inagotablemente incendiarias de "Opus 23" y "Opus 12". Ocupando los últimos 7
minutos del album, "Opus 32", que resulta ser el tema menos apabullante del
álbum. De hecho, la estructura fluida de su claridad melódica y el manejo que
se hace de su inherente expresividad ubica a la banda en una especie de
encrucijada entre los paradigmas de Kenso y Tribal Tech: así pues, para el
momento de la despedida, el ensamble decide lucir la faceta más sinfónica de su
perennemente vibrante visión musical.
"42" es un disco potente e intenso, prácticamente no concede descanso en cuanto
a despliegue de energía y aparatosa vitalidad, pero también saca a relucir
continuamente su candor melódico. Cthulhu Rise se luce como uno de los
debutantes más llamativos dentro del escenario progresivo de 2012. Cabe añadir
como punto final que el grupo se mantiene en un momentum creativo único,
grabando y pre-produciendo nuevo material para un pronto segundo disco mientras
articula su agenda de conciertos.
César Mendoza
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