Temas
- Voladita Nortina
- Pájaros de Arcilla
- Andén del Aire
- Alas Invasoras
- En la Ronda de un Vuelo
- Allá Abajo en la Calle (Coco Loco)
- Volando con Buenos Aires
Integrantes
- Hugo Pirovich: flauta traversa, voz.
- Jaime Atenas: saxo soprano y tenor, flauta traversa
- Patricio González: violoncello, charango, spring güiro
- Ricardo Vivanco: marimba, congas, triángulo, platillos de concierto,
cascabeles, crótalos, kaxixis, coros.
- Fernando González: guitarra sintetizada, triángulo
- Aníbal Correa: piano acústico
- Ernesto Holman: bajo eléctrico sin trastes
- Sergio González: batería, bongó, campanas, crótalos, pandereta, ganza,
triángulo, a go-go, zurdo, campanas suizas.
“Pájaros de Arcilla” es una obra maestra muy especial dentro de la trayectoria
de Congreso, una de las leyendas vivientes del rock-fusión de Chile. Se trata
del único disco de la banda en la que ningún miembro estaba a cargo del rol de
vocalista: Joe Vasconcellos, quien en su momento había motivado las inquietudes
de experimentación fusionesca que latían en el grupo a poco de partir el
vocalista original Francisco Sazo, había dejado al grupo: el resto de músicos,
ampliados con el ingreso del saxofonista Jaime Atenas, estaba dispuesto a
regresar a los estudios de grabación con muchas ideas nuevas y unas ganas muy
decididas para implosionar con nuevos bríos creativos. Dado que algunos temas
tienen letra, el flautista Hugo Pirovich se hizo cargo de salir al frente para
el canto solista, aunque al escuchar el disco entero se nota que el concepto de
base era el de poner un amplísimo énfasis en ideas instrumentales. En su
momento, el sello nacional que auspiciaba a Congreso tuvo muchos reparos para
editar ese vinilo, por lo que tuvo que editarse en Argentina – una de esas
típicas decisiones “bien reflexionadas” por la industria fonográfica respecto a
la buena música que se proyecta hacia un auditorio apropiado que sepa apreciar
su magia atemporal.
‘Voladita Nortina’ abre el disco con una primera sección donde se desarrolla
exhibición de colorido extrovertido, la misma que es desplegada por los
instrumentistas con iguales dosis de rectitud milimétrica y emotividad,
añadiendo incluso algunos matices agridulces que suenan a una improbable
(!!pero real!!) mezcla de Irakere y Univers Zero. A poco de pasados estos dos
minutos de mágica explosión, pasamos a otro tipo de esplendor, uno más
concentrado en ambientes de languidez ensoñadora, donde las líneas de piano
asumen un cierto protagonismo sutilmente complementado por los inteligentes
redobles de batería de un siempre exquisito Sergio González y sobrios
ornamentos de saxo. Casi 7 minutos de gloria fusionesca que desde ya
entusiasman al melómano atento. Luego sigue el hermoso tema homónimo, una
balada en clave de tres cuartos guiada por los refinados efluvios de piano a
cargo de Correa. El interludio se explaya en aires circenses que se hacen
románticos y surrealistas a la vez, como en una escena felliniana, lo cual
marca decididamente el pasaje de cierre. ‘Andén del Aire’ surge de los
campaneos que cancelaban la pieza anterior para establecer un magnífico viaje
musical donde confluyen el jazz-rock, la fusión y el progresivo vanguardista de
coqueteos con el chamber-rock. El grupo ya había elaborado piezas como ésta en
sus dos discos previos, pero esta vez se nota que la fruición y la fluidez
están más desarrolladas que nunca antes. ‘Alas Invasoras’ (que también tiene
algo de letra) reitera esta intención ecléctica con un fulgor que no se
contradice con la sensibilidad melódica: de hecho, se vale de ésta para
intensificar y amalgamar combinaciones de colores en un cuadro sonoro que logra
hacerse sugerente y extrovertido al mismo tiempo. Esta confluencia de control y
fluidez libre se condice muy bien con la situación en la que los músicos logran
aportar sus ingenios individuales a la labor común. ‘En la Ronda de un Vuelo’
regresa a la calidez romántica que tan buenos réditos dio para la creación de
ambientes etéreos en la canción homónima: esta vez, la melancolía alivia un
poco su tenor evocativo para instaurar un poco de sobria alegría a través del
ambiente integral de la pieza. La flauta de Pirovich parece que canta su
dulzura según un estilo casi humano… en fin… ‘Allá Abajo en la Calle (Coco
Loco)’ es tal vez el instrumental más celebrado de toda la trayectoria de
Congreso: aquí solo dura poco menos de 4 minutos, pero en concierto se puede
desarrollar hasta 7, 8, 9 minutos. se trata de un sólido ejercicio de Latin
jazz imbuido con convincentes progresiones atonales que se sienten mágicamente
estrambóticas merced al frenético compás sobre el que se arma la pieza. Esta
exquisita arquitectura latina, pletórica de frenesí y extravagancia, se
perpetúa finalmente con el tema de cierre ‘Volando con Buenos Aires’: estupendo
broche de oro.
“Pájaros de Arcilla” es un ítem imperdible para todo melómano ilustrado que
tenga una especial sensibilidad por esa magia peculiar que solo puede brotar de
las raíces sudamericanas cuando generan forestas experimentales de fuerte
esencia vibrante. Congreso llegó a un cénit particular con este asombroso
disco, y estaba listo en su siguiente paso a desarrollar una nueva etapa con el
regreso a sus filas del vocalista Francisco Sazo… pero ésa es otra historia.
“Pájaros de Arcilla” es una joya y punto.
César Mendoza
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