Temas
- The Stone Tape (6:34)
- Flak Planet (7:15)
- Zona (7:14)
- Infinity Decay (6:16)
- Inverted Universe Part 1 (4:01)
- Inverted Universe Part 2 (7:28)
- Inverted Universe Part 3 (1:04)
- Inverted Universe Part 4 (6:47)
Integrantes
- Martin Archer: órgano, sintetizadores y programaciones, cítara, pandereta,
saxofones sopranino, alto y barítono, clarinetes bajo y barítono, flauta dulce
bajo
- Mick Beck: saxofón tenor, fagot
- James Huggett: bajo sin trastes de cinco cuerdas, programaciones
- Mike Ward: saxofón tenor, flautas alto y bajo, corno de alce, flauta africana
Combat Astronomy es el nombre de la criatura musical fundada por James Huggett,
quien pronto encontró en Martin Archer a un leal asociado: siendo ambos músicos
de avanzada formación académica cuyos intereses musicales se concentran
principalmente en un consistente amor por las diversas tradiciones del
chamber-rock, Combat Astronomy tiene un leit-motiv especialmente centrado en el
desarrollo y realce de sus facetas más inquietantes y amenazadoras. Aunque
recién hemos comenzado a aproximarnos a la discografía de Combat Astronomy por
vía de este disco y el inmediatamente anterior, podemos desde ya advertir que
los aspectos más recurrentes de la aventura progresiva que la banda ha asumido
como misión artística propia son el Art Zoyd post-"Phase IV" (un chamber-rock
revitalizado con recursos y atmósferas industriales), el vigor alucinado de
Present, el delirio surrealista de unos Doctor Nerve (sin el factor cuasi-punk)
y la faceta más abstracta de unos 5uu's, amén de alusiones al vitalismo
oscuramente opresivo del zeuhl estándar. Este último referente que menciono se
nota de inmediato en el modo en que el bajo y el esquema rítmico se resaltan
con tanta muscularidad en la instrumentación grupal, pero es el RIO más que el
zeuhl el paradigma vanguardista donde se encuadra la obra de Combat Astronomy.
'The Stone Tape' ocupa los primeros 6 BD minutos del álbum, estableciendo una
tensión agresiva con filos oscurantistas, al modo de la banda sonora de un
ejército de iconoclastas dispuestos a derribar imágenes y castigar físicamente
a los creadores de las mismas. En medio de los arreglos de metales se destaca
inmensamente el trombón con sus alaridos híper-neuróticos, aunque de por sí la
estructura rítmica de la pieza traspasa los límites habituales de la
arquitectura rítmica propiamente dicha y también ocupa un primerísimo plano
dentro del ensamble instrumental. A poco de pasada la barrera del quinto
minuto, la ambientación opresiva empieza a atenuarse, como si la cacería de los
malditos hubiera llegado a su fin. Luego sigue la pieza homónima, un ejercicio
de puro misterio nebuloso e inescrutable a través de 7 minutos y pico de
sonoridades prioritariamente focalizadas en una confluencia entre el Univers
Zero 79-82 y la faceta más etérea de unos 5uu's: la opresión no se ha
desvanecido, sino que se ha transformado en una actitud de desafío cómplice
sobre la base de un sofisticado swing (desarrollado en la percusión
programada). Los arreglos de metales siguen siendo los principales portavoces
de la tensión imperante. 'Zona' retoma en buena parte la filuda paranoia del
primer tema aunque haciéndose eco del dinamismo retorcido que había marcado la
esencia de 'Flak Planet'; si a eso sumamos las ocasionales interferencias
arrebatadoras del piano, las raramente mágicas capas de órgano y los
inesperados ornamentos de flauta dulce bajo, tenemos aquí una situación donde
el ensamble explora refrescantes posibilidades de colorido musical para darle
un nuevo giro a su esencial dinamismo siniestro. Una vez que esta expansión de
coloridos y matices inquietantes llega a su conclusión, el engarce con las
cortinas minimalistas de 'Infinity Decay' establece una solución de continuidad
con la calma cósmica que sigue a la destrucción de un universo sónico que se
desgarra hasta reducirse a partes minúsculas carentes de vida.
Pero este desgarramiento no es el fin de definitivo de la totalidad del ser,
sino un puente hacia una nueva realidad sónica - la de los cuatro últimos temas
del disco, cuya ilación interna conforma el concepto 'Inverted Universe'. La
primera parte de 'Inverted Universe' consiste en una apabullante descarga de
golpes de bajo y tambor (programado) que parece simbolizar el ímpetu pulsátil
de una entidad magnífica que pugna persistentemente por brotar en todo su
esplendor, eso sí, una entidad tenebrosa concebida en una comunión orgiástica
de fuerzas del mal. Poco a poco se van acomodando los metales para aprestarse a
la celebración tensa y crepuscular en torno a la cual se arma la segunda parte
del concepto en curso. La tercera parte se centra en una secuencia de bajo en
11/8, un breve puente hacia la cuarta y última parte: ésta retoma la ágil
intensidad infernal de la segunda parte, esta vez con una mayor presencia de
los metales. Se trata de un final eficaz y coherente para un disco nada fácil
de digerir y aún menos fácil de conceptualizar. Más allá del hecho de que
Combat Astronomy asume con convicción e incluso desparpajo aventurarse hacia
los terrenos más ominosos de la experimentación progresiva, su genialidad queda
fuera de toda duda: para los eternos nostálgicos del RIO y el zeuhl de vieja
escuela, Combat Astronomy y este reciente disco "Flak Planet" son pretextos
para seguir disfrutando de su combativa melomanía.
César Mendoza
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