Temas
- L'Oracolo Di Delfi (14:49)
- Adython (32:21)
Integrantes
- Claudio Milano: voz
- Kasjanoova (Erna Franssens): concepto y letras
Colaboradores
Attila Faravelli (efectos computarizados a través de parlantes modificados),
Alfonso Santimone (laptop, efectos electrónicos), Stefano Ferrian (saxofón)
"Adython" es un disco muy especial, orgulloso portador de conceptos desafiantes
e iconoclastas sobre la música contemporánea, algo que se percibe como muy
natural si atendemos a quienes lo gestaron: al canto, Claudio Milano, a las
letras y estructura conceptual, Erna Franssens (alias Kasjanoova); él, un
italiano preocupado con varios aspectos de las artes visuales, plásticas y
musicales, ella, una variopinta artista plástica con amplios intereses
musicales; ambos, expertos en generar recursos radicales de vanguardia
vitalista y desestructurada, a contracorriente de lo racionalista y en busca de
una multivocidad de esquemas. Este disco es más que una obra musical: es una
toma de posición sobre la relación que hay entre el arte del ruido y el
desequilibrio esencial al mundo que nos rodea. Pasando a cuestiones más
formales, este disco consta de dos suites: "L"Oracolo Di Delfi" y "Adython",
sendos viajes hacia los más recónditos parajes de lo que usualmente denominamos
como "realidad oculta". Ambas suites fueron grabadas en dos momentos distintos:
la primera, en julio de 2009, la segunda, en octubre de 2011.
"L"Oracolo Di Delfi" es la primera suite, la cual dura casi 15 minutos. El aire
general de esta pieza es bastante claustrofóbico, una ambientación de ritual
mágico en busca de una trascendencia a la vez iluminadora y aterrorizadora,
siendo así que la revelación divina queda bien encapsulada en una
espiritualidad oscura y tétrica. El misterio se devela en parte pero permanece
inasible sin paliativos, como un accidente sin sentido que le ocurrió a la
mente humana sin saber cómo: se trata, al fin y al cabo, de un oráculo, y como
tal, dice sin decir algo preciso, sino indicando un camino donde el receptor
asume la entera obligación de descubrir su trazo y su sendero. A través de las
patentemente chocantes vibraciones que se emiten de parte de este osado viaje
hacia las cerebrales inquietudes de la musique concrete, se nota que late una
serenidad muy peculiar, una serenidad propia de la actitud contemplativa que
comparten el transmisor y el receptor de un mensaje de origen imperceptible. La
suite homónima, que dura más de media hora, se encarga de explotar esta idea de
inaccesibilidad hasta nuevas áreas de deconstructiva intensidad. Siendo el
ádyton el espacio más reservado y elitista de un templo, esta suite asume una
actitud de soliloquio dadaísta donde se cuestionan la identidad y la
recurrencia, dejando que el ruido se instale en su propio solipsismo y se
justifique a sí mismo como aparición sónica. Esta actitud se traduce en un uso
incrementado de efectos distorsionadores de computadora y las continuas
irrupciones dadaístas del saxo que hilan bizarras interacciones con las
alucinadas excursiones vocales de Milano. Hay un momento de tendencias líricas
a poco de pasada la barrera del 25to minuto, lo cual parece operar como una vía
de acceso hacia el misterioso dinamismo a desarrollarse en los últimos 5
minutos de la pieza. La densidad abstracta de las experimentaciones de Area en
su etapa de "Are(A)zione" es un oportuno referente para explicar paralelos con
lo que se escucha en esta suite.
Esta asociación de Claudio Milano y Arne Franssens (alias Kasjanoova) ha
rendido un fruto muy bizarro que tiene méritos para ser positivamente recibido
por los amantes de la vanguardia musical en una de sus posibles expresiones más
osadas.
César Mendoza
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