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LA LISTA DE CORREO HISPANO-PARLANTE SOBRE ROCK PROGRESIVO Y SINFÓNICO 
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 CITIZEN CAIN: “Ghost Dance” (1996)

Temas

  1. Plaeatea (1:38)
  2. End of All Songs (8:17)
  3. Question of Sport (6:37)
  4. State of Confusion (4:22)
  5. Missionary Position (7:12)
  6. Ghost Dance (4:39)
  7. Tabernacle of Hands (8:03)
  8. Unspoken Words (5:39)

Integrantes

  • Cyrus: bajo, voz
  • Gordon Feenie: batería, teclados, flauta, guitarra, coros
  • Tim Taylor: guitarras, teclados

Cuando Citizen Cain ya tenía dos CDs en el mercado, siendo así que el teclista Andy Bell había surgido como el cómplice ideal de Cyrus para “Serpents in Camouflage” y “Somewhere but Yesterday”, Cyrus tuvo la idea de sacar a la luz material de la primera época de Citizen Cain, cuando el grupo tenía a una formación totalmente diferente: Cyrus era, además de letrista y cantante, el bajista; el trío de guitarra/bajo/batería pugnaba infructuosamente por convertirse en un cuarteto con teclista; otra lucha infructuosa fue la de conseguir un contrato de grabación. Eran los 80s y ya el sueño del primer disco

(además de EPs y discos posteriores) se había hecho realidad para Marillion, IQ, Pallas, Abel Ganz, Pendragon y otros ilustres miembros de la nueva ola del rock progresivo británico. Eran tiempos de lucha y esperanzas tercas, con un baterista que aportaba el aspecto visual luciendo su maquillaje de payaso gótico tras sus tambores y platillos. Estos tiempos llegaban a su fin al terminar la década de los 80s cuando el trío decidió disolverse… antes de que Andy Bell llegara a la vida de Cyrus (un poco tarde) para rescatar efectivamente al grupo. “Ghost Dance” es el testimonio de esa época. Una rápida

(y tal vez injusta) descripción general del disco es la imaginar a un híbrido de The Police y The Cure tocar temas inéditos de Genesis que no entraron en sus

discos de estudio entre 1970 y 1973. Procuremos ahora concentrarnos en una descripción más detallada.

‘Plaeatea’ es un preludio suave basado en un canto solitario y tenues arpegios de guitarra, después del cual los dos temas que siguen a continuación establecen la pauta estilística de la banda. Citizen Cain asume una posición genuinamente enérgica en ‘End of All Songs’, logrando darle un desarrollo intrincado a sus efluvios sonoros tan fuertemente instalados en la new wave a través del sólido empleo de compases inusuales y cambios de ritmo. Hay un interludio lánguido que asume un real tributo a esos momentos en los que Pink Floyd, Camel y Genesis se hacían tremendamente solemnes. ‘Question of Sport’ prosigue por esta tendencia de solemnidad progresiva, ahondándola en su primera

sección. Luego, la pieza se enrumba hacia un esquema más explícito, con una estructura armónica muy semejante a la de la pieza precedente: aquí se destaca un excelente solo de guitarra. ‘State of Confusion’ profundiza en la mezcla de new wave y rock sinfónico: imaginemos algo en la línea de ‘Punch & Judy’ (Marillion) y ‘Awake and Nervous’ (IQ), con unas ambiciones rítmicas más complejas pero con un boato menos elaborado en lo melódico. El estribillo tiene

su gancho a pesar de no estar en el compás de 4/4. Esta canción y ‘Ghost Dance’

reflejan muy bien los recursos e intereses de Citizen Cain por madurar su voz progresiva, así como las limitaciones logísticas de sus inicios – esta música realmente exigía la presencia de un teclista especializado. Ahora que mencionamos a la canción homónima, este tema tiene un frenesí rockero más pronunciado, lo cual no contradice su complejidad estructural. En todo caso, dicha complejidad es manejada con menos refinamiento que en ‘State of Confusion’. En medio de ambas canciones se ubica ‘Missionary Position’, el cual

me recuerda mucho al Twelfth Night de los inicios pero con una mayor dosis de The Cure: las secciones visceralmente potentes tienen más que ver con el punk que con el rock duro o el heavy metal. En este detalle se distingue CC de Pallas, otra banda escocesa que tuvo un enfoque frontalmente rockero al nuevo sinfonismo. ‘Tabernacle of Hands’ tiene una mayor afinidad con los temas 2 y 3,

mostrando un esquema compositivo muy similar al de varios temas del “Serpents in Camouflage”. ‘Unspoken Words’ ocupa los últimos 5 ¾ minutos del álbum: se trata del tema menos complicado del disco, cerrándolo con un llamativo ambiente

de urgencia rockera.

En fin, “Ghost Dance” es un producto ingenioso de una época en la que Citizen Cain estaba haciendo unos muy interesantes pininos en el mundo del rock progresivo dentro de unas condiciones logísticas muy poco ideales. El punche del baterista y la garra del guitarrista hicieron que Cyrus se exigiera competentemente en su rol de bajista a la par que cantaba con su estilo tan gabrielesco esas letras tan llenas de poesía apocalíptica. Sí, realmente “Ghost

Dance” tiene indicios claros de los mejores rasgos de la música de Citizen Cain

tal como se habrá de desarrollar desde “Serpents in Camouflage” en adelante… pero suena mucho a “proyecto abordado”. Su mayor interés es el de completar nuestra comprensión del rol de Citizen Cain en el neo-prog y despertar la imaginación del oyente con ideas de “cómo hubiera sondado de tener un teclista fijo”.

César Mendoza

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

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