Temas
- Shark
- Ptomaine Poisoning
- Anemic Bolero
- Flotsam
- Apathy in America
- I Have No Teeth
- Shredded Wheat
- Quotes
- Bedlam
- Light in August
- Scherzo
- Bottom of the Ninth
Integrantes
- Scott Brazieal: teclados
- Mark Innocenti: guitarras, bajo
- Gary Parra: batería, percusión
- Herbert Diamant: vientos (8-12)
- Craig Fry: violín, corno francés (8-12)
Cartoon fue un grupo norteamericano originado a fines de los 70s en el
estado de Arizona que, durante su corta presencia en el mercado musical,
editó dos excelentes discos de línea progresiva experimental – “Cartoon”
(1981) y “Music from Left Field” (1983). La línea de trabajo del grupo se
funda en una ágil y coloridamente extravagante confluencia de chamber-rock,
Zappa, Henry Cow, sinfonismo y jazz-rock, con un fuerte componente de humor
propio de la música para dibujos animados. El nombre de la banda designa
directamente esta peculiar inclinación melómana del grupo. Comenzando como
un trío de teclado-guitarra-batería, para su segundo disco el grupo aumentó
cuantitativamente con la incorporación de dos músicos de conservatorio con
inquietudes progresiva: siendo así que los nuevos miembros traían
sonoridades de cuerdas y maderas, el grupo vio así enriquecido su sonido.
“Sortie” es el CD editado por Cuneiform que recoge los dos discos de la
banda, exceptuando una breve pieza del segundo.
‘Shark’ ofrece una llamativa vía de entrada al mundo musical de Cartoon, un
tema ágil y atractivo, con un gancho patente a través (y a pesar) de los
bizarros recovecos melódicos y rítmicos enarbolados en los 8 ¼ minutos que
dura la pieza. ‘Ptomaine Poisoning’ comienza con un piano muy a lo
Rachmaninov, para luego adoptar un aire más jazzero (al modo de una mezcla
de Keith Emerson y Jan Hammer), que es cuando la banda entera entra en
acción para meter polenta. Melódicamente hablando, se trata de una pieza
menos trabajada que la anterior, centrándose básicamente en las destacadas
armonías armadas por el piano, mientras que la guitarra asume ocasionalmente
algunos adornos disonantes tipo Frith-con-Fripp. ‘Anemic Bolero’ tiene un
aire medidamente juguetón que sale a flote en medio de la batería marcial y
los ceremoniosos fraseos de guitarra acústica y piano; una vez pasado el
primer minuto, el ambiente se aviva creando una aureola humorística y
refinada a la vez, incluso durante la coda, que es cuando las cosas se ponen
un tanto más extravagantes. Mientras tanto, ‘Flotsam’ asume un cariz más
decididamente bizarro, mezclando aires dadaístamente traviesos con ciertos
elementos sombríos que se entrometen de una manera elegantemente enérgica:
imaginemos una cruza entre la faceta ocasionalmente relajada de UZ y la
habitual demencia burlona de SMM – ‘Flotsam’ encarna muy bien esa faceta
musical bizarra que emerge desde el núcleo más “puro” de Cartoon. ‘Apathy in
America’ también apela frontalmente a lo extravagante, pero esta vez se
acerca más a los aires amables del tema de apertura, incluso trabajando el
elementos sinfónico con mayor fruición sin echar a perder la propuesta
esencial del grupo. Con solo un minuto de duración, ‘I Have No Teeth’ es un
ejercicio en texturas electrónicas de sintetizador complementadas por
guitarras y leves percusiones tonales, generando así un acercamiento a la
academia vanguardista de corte industrial: esta pieza no hubiera estorbado
para nada como interludio en un disco de Cluster o Tangerine Dream
pre-“Ricochet”… !Quién sabe cómo hubiera resultado de haber sido más
extensa! En fin, el repertorio del primer disco termina con el extenso viaje
‘Shredded Wheat’, un delirio de casi 11 ½ minutos que nos muestra a Cartoon
sacando lustre a sus influencias chamber-rock, lo cual quiere decir que el
grupo se aventura a entrar de lleno a su lado más oscuro, incluso con su
lado Zamla (no Samla). La frenética agilidad de los fraseos en los solos de
guitarra y el filudo nervio con el que el baterista asume los compases más
veloces son inteligentes recursos para conservar la vena humorística en
medio de los perturbadores juegos de disonancias que se imponen
dictatorialmente por todos lados. La llamada telefónica con la que concluye
el clímax de la pieza supone un ingenioso giro para el mismo. Es, no me cabe
duda, una pieza cumbre dentro de este repertorio.
Y ahora llegamos a la parte de este CD correspondiente a “Music from the
Left Field”. ‘Quotes’ ocupa un espacio de 15 ½ minutos. Los primeros 200
segundos están ocupados por una inquietante cortina minimalista que va
asumiendo un crescendo inteligentemente sostenido. Las cosas dan un giro
hacia la musique concrete en un pasaje que sirve como puente para la primera
sección realmente armada, la misma que nos puede sonar a una mezcla entre UZ
y el Henry Cow de “Western Culture”. Hay una sección caótica ad-libitum
donde encontramos graciosas referencias al ‘Imagine’ de Lennon, la sintonía
del programa de ciencia-ficción ‘The Twilight Zone’, y una danza country.
Los últimos dos minutos están ocupados por una sección siniestra,
minimalista y densa, sin llegar a extremos, pero genuinamente inquietante.
En general, se nota que el grupo da más cabida a las texturas, con lo cual
su estilo se enriquece en cuanto al manejo de recursos y la explotación de
ambientes, y ello se debe principalmente a la frescura renovada aportada por
los nuevos integrantes. El hecho de que el siguiente tema empiece con
efectos sonoros de voces distorsionadas nos recuerda que el grupo mantiene
intacta su esencia vigorizadamente humorística: ‘Bedlam’ supone una suerte
de continuidad con los aires expuestos en los momentos más excéntricos de
‘Flotsam’ y ‘Shredded Wheat’, pero queda claro que la aumentada
instrumentación quiere dejar su huella. El último golpe de piano es un nexo
con el primero de ‘Light in August’, un verdadero cadáver exquisito que la
gente de UZ hubiera estado orgullosa de componer e integrar en su crucial
disco “Heresie”, o incluso la gente de Present en cualquiera de sus muy
musculares primeros dos discos. El carácter mortuorio que exhibe ‘Light in
August’ a lo largo de sus aterrorizadoramente lánguidos ambientes iniciales
es todo un homenaje a los miedos recónditos de la psique humana; las
expansiones que siguen a continuación elaboran un catálogo de ingenio que
fluye a lo largo de una precisa arquitectura sónica, la misma que aterriza
naturalmente en el motivo inicial, cerrando así un magistral círculo
tétrico. El clima circense de ‘Scherzo’ es una buena traducción de la
herencia de Art Bears y SMM en un clima genuinamente jovial: aunque se trata
de un sentido del humor que, fiel al dadaísmo, no se toma a sí mismo en
serio (a diferencia del auténtico humor en formas artísticas menos
vanguardistas), el oyente empático no puede evitar dejarse llevar por los
arrumacos de la alegría en su manifestación más sencilla. Los últimos cuatro
minutos de este documento musical están ocupados por ‘Bottom of the Ninth’,
otro ejercicio de RIO inspirado en Henry Cow y Art Bears, con ciertas
huellas de UZ – los gritos exasperados del final culminan con un lamento
histérico por “!mis ojos!, !mis ojos!”, al modo de una caricatura a la cual
le han hecho una perrería a tan importantes órganos sensoriales. En general,
cabe destacar el modo en que Cartoon, en esta segunda fase de su carrera, ha
sabido ampliar el potencial de densidad y oscuridad latente en su música,
sin por ello dejar de conservar su esencial sentido de la travesura.
En fin, qué más puedo añadir a este comentario sino que es una gran alegría
para todos los coleccionistas progresivos – especialmente, aquellos que
disfrutan de la vertiente avant-garde del género – que exista este CD para
rescatar el legado de Cartoon desde la inclemente niebla del tiempo. Es una
pena que un grupo que tuvo la oportunidad de llevar su propuesta a
escenarios franceses para inmediatamente después perder sus instrumentos en
un robo, tuviera que resignarse a ver cómo su voz musical se quedaba apagada
por el infortunio: Cuneiform abre la puerta a la oportunidad de redescubrir
este material.
César Mendoza
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