Temas
- Introduction by Alan Black / Memory Lain, Hugh / Headloss (11:00)
- The Dog, the Dog, He's at It Again (6:36)
- Hoedown (3:54)
- Introduction (6:49)
- The Love in Your Eye (12:49)
- Mirror for the Day (4:29)
- Virgin on the Ridiculous (7:57)
- For Richard (14:18)
- A Hunting We Shall Go (10:23)
Integrantes
- Pye Hastings: guitarra, voz
- John G. Perry: bajo, coros
- Richard Coughlan: batería
- Geoff Richardson: viola eléctrica
- Dave Sinclair: órgano, sintetizador, piano eléctrico
Músicos adicionales – John Hastings (flauta y saxo alto); Morris Pert
(percusión); New Symphonia Orchestra, dirigida por Martyn Ford; Liza Strike,
Vicky Brown, Margot Newman, Helen Chappelle, Tony Burrows, Robert Lindop y
Danny Street (coros)
Entusiasmados y alucinados por el modo en que los arreglos orquestales
funcionaron en varios temas de su disco “For Girls Who Grow Plump in the
Night”, los miembros de Caravan quisieron ir a todo con esta idea y hacer un
concierto (o al menos, una gran parte de él) con una orquesta sinfónica. La
orquesta en cuestión fue la New Symphonia Orchestra; la ocasión registrada en
este disco fue el primer concierto, realizado en el Theatre Royal de Drury
Lane, el 28 de octubre de 1973. se trata realmente de un documento intenso y
muy rico en elementos progresivos, aunque el trasfondo de la cuestión es que la
idea de unir Caravan y orquesta fue una pesadilla tanto logística como
conceptual – hasta minutos antes del concierto se dieron ciertas tensiones
entre el quinteto y los arreglistas académicos. De hecho, los ensayos solo
tuvieron 6 horas de duración, pero bueno, la cosa salió muy bien: no se debe
esperar una magia igual a la de la versión en vivo del ‘Snow Goose’ de Camel
que aparece en “A Live Record”, ni tampoco una fastuosidad imponente a la de
Procol Harum en Edmonton o de Renaissance, pero sí se trata de una bella y
energética obra progresiva alimentada de la pomposidad sinfónica que sale a
colación en ocasiones como ésta. Esta edición digital ofrece una expansión muy
interesante: los temas 2-4 y 10 no aparecieron en el vinilo original, por lo
que este CD nos muestra una experiencia más completa, y por ende, más
gratificante.
El concierto arranca con el quinteto solo, dándose buen abasto con ‘Memory
Lain, Hugh’ y ‘Headloss’, la dupla que abría “For Girls Who Grow…” y que aquí
genera una excelente vibración. Otros dos temas del disco mencionado siguen –
‘The Dog, the Dog, He’s at It Again’ es una muestra típica del lirismo ligero
que penetra la visión musical de Hastings, mientras que ‘Surprise, Surprise’ es
un ameno rock cuasi-country en 7/8. Ni qué decir que el violista Geoff
Richardson es la nueva estrella de la banda: a pesar de la fuerte personalidad
que tiene el retornado teclista Dave Sinclair y el ímpetu rockero que John
Perry insufla a su bajo dentro del firme aparato rítmico de la banda,
Richardson es quien carga sobre sus hombros (de manera ágil y dinámica) la
mayor cantidad de melodías y matices a ser desarrollados en cada pieza. En
realidad, el bajo de Perry no resalta tanto en la mezcla como debiera, pero se
hace notar. Esto da ventaja a la batería de Coughlan, cuya estupenda labor no
siempre es tan advertida por los melómanos (yo me incluyo): ahora no hay manera
de no notar su precisión y bien administrada fuerza.
La introducción compuesta por Simon Jeffes comienza con un despliegue orquestal
que gira en torno a texturas bien encuadradas, dejando luego espacio para que
Caravan se luzca en un jam de tenor jazzero, dueño de un swing llamativo que
muy pronto queda enriquecido por el retorno de los masivos instrumentos
orquestales (especialmente, las cuerdas). La versión de ‘The Love in Your Eye’
exhibida aquí es definitiva, poseedora de un colorido que no llegó a ser del
todo explotada en “Waterloo Lily”. Incluso Pye Hastings, quien nunca fue tan
afecto a mostrar y expandir sus habilidades como guitarrista, aprieta el
acelerador ofreciendo poderosos riffs y solventes fraseos durante los últimos
minutos. Los dos temas siguientes, ‘Mirror for the Day’ y ‘Virgin on the
Ridiculous’, fueron compuestos para la ocasión, y en palabras del mismo
Hastings cuando se dirige al público, sus respectivas letras fueron completadas
durante las últimas horas antes del evento. ‘Mirror…’ exhibe un sello muy a lo
Caravan, afín al lirismo recurrente en “For Girls” y el clásico “In the Land of
Grey and Pink” (un momento… aquí no parece ningún tema de este disco…), tal vez
con una mayor cercanía al R’n’B estadounidense que de costumbre. Más bien,
‘Virgin…’ ofrece un puente de momentáneo regreso al esplendor de “If I Could Do
It All Again”, alternando climas evocativos con un giro hacia un dinamismo
calculadamente complejo y más notoriamente muscular durante el interludio
instrumental. Lo mejor está por llegar… y llegó por fin: ‘For Richard’ y ‘A
Hunting We Shall Go’, dos piezas épicas que encarnan la faceta más excelsa de
Caravan completan el repertorio con pura explosividad sonora. ‘For Richard’
ofrece un creativo duelo entre grupo y orquesta durante los últimos 4 minutos,
y eso que los arreglos están dispuestos de manera que se dé una amalgama
melódica firme. La contundencia plasmada en este usual tema de cierre solo
puede ser sucedida por ‘A Hunting We Shall Go’, coda que casi no tiene lugar
(según tengo entendido) por motivos de restricciones sindicales. En fin, la
orquesta se portó como paladín de Caravan una vez más, logrando recrear la
magia de la versión de estudio: la sólida precisión durante los pasajes
enérgicos y la envolvente elegancia durante los pasajes etéreos generan un
impresionante segundo clímax. Si esta pieza fue la que motivó la inquietud de
Caravan por realizar este proyecto, entonces la idea era muy buena y el
resultado fue plenamente satisfactorio. !Tal vez se trate de la última gran
obra de Caravan!
César Mendoza
|