Temas
- Dangerous
- Endless
- Crash
- Spiral
- Melt
- Tragic
- Tziganne
- Lost
Integrantes
- Terry Bozzio: bateria, percusion
- Tony Levin: bajos, stick, contrabajo y cello electricos
- Steve Stevens: guitarras electricas y acusticas, guitarra sintetizada
Invitado – Marcus Nanol (guitarra española en 7)
Aun llevando en sus corazones el entusiasmo producido por los frutos
artisticos de su primera obra, BLS se volvieron a reunir con la misma
polenta, pero tambien con mas tiempo para componer y manejar mas
concienzudamente los arreglos y el proceso de grabacion. La desventaja de
perder un poco la frescura del jam que inundaba el primer disco es
compensada con creces por u nmayor sentido del orden y un trabajo mas
conciso y preciso de elaboracion de las melodias, riffs, y los cambios de
ritmo y ambiente. Uno de los rasgos peculiares que relucen en ‘Situation
Dangerous’ es la presencia de pasajes autenticamente fuertes, algunos
practicamente metaleros, con lo cual se supera el modo mas sutil de dejar
aflorar la faceta mas energetica del trio.
El entusiasmo se manifiesta descarnadamente en el tema de entrada,
frenetico hasta decir basta, impulsivo en el sentido mas zeppeliniano del
termino, sazonado con esa neurosis desdoblada crimsoniana que tantos
buenos reditos les dio en los pasajes mas densos del disco debut. Vaya
manera de comenzar un disco! “Endless”, por su parte, transita por
meandros mas etereos: la manera en que se suceden las lineas de cello y
guitarra electrica en los primeros minutos es ingeniosamente evocadora,
asi como otros momentos de corte jazzero, donde se patentiza
descarnadamente el tonelaje de distincion del ensamble instrumental.
“Crash”, tal como parece sugerir el nombre, es una pieza visceral y
sofisticada de rock metalico, ejecutada con tanto oficio como frenesi: un
tema que no toma prisioneros, solo deja muertos y heridos. Para volver a
crear contrastes, “Spiral” despliega la vertiente acustica de BLS, con una
guitarra española que brilla en su elaboracion de estilizados arpegios y
fraseos, en medio de un sueño placido, rebosante de languida magia.
Tambien inundado de languidez se muestra “Melt”, un numero jazzero con
varios vacios que crean una densidad sutil e inteligentemente armada. Las
cosas se ponen mas intensas con “Tragic”, donde destaca un emotivo solo de
Stevens en la seccion lenta inicial, dejando luego paso a una seccion mas
densa, construida sobre riffs medio arabigos, sobre los cuales Stevens
sigue desplegando mas solos, contando con el cimiento de una dupla ritmica
que parece hallarse en un trance ‘extramental’ para ese momento; el tema
termina con la retoma del motivo inicial. El calor emocional estalla con
la rumba flamenca “Tziganne”, un derroche de puro jaleo y alegria:
impresionante el modo en que Stevens dialoga con el invitado Marcus Nanol,
asi como el solo de tambores timbaleros de Bozzio. Finalmente, “Lost”
constituye un energico cierre (en una onda similar a Gordian Knot y los
solistas de Levin) merced a las exquisitas texturas de guitarra
sintetizada y stick apoyadas sobre un compas contagiante, en clave funky
con toques etnicos, y unos rotundos solos y riffs de guitarra
administrados con solvencia e inteligencia, sin desbordes innecesarios.
Dependiendo del dia, o de lo primero que se me ocurra decir cuando me lo
preguntan, digo que prefiero el primero al segundo, o viceversa. En
realidad, ambos trabajos guardan un mismo estandar de pristina calidad
tanto en la elaboracion como en la ejecucion del material, cada disco con
sus propias virtudes saltantes propias, pero manteniendo juntos una unidad
estilistica coherente.
Cesar Mendoza
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