Temas
- Lazos Reales
- Blanca Presencia
- Al Acecho
- Una Especie de Hueco
- Lengua de Gato
- Cucú
- Qué Están Celebrando los Hombres
- Mínimo de Quietud bonus track
- Rumba Rumbé bonus track
Integrantes
- Nono Belvis: guitarras eléctrica y acústica, voz, arreglos
- Kike Sanzol: batería, vibráfono, congas, gongs, cornetas, silbatos,
percusiones, globos, burbujas, voz, arreglos
Durante los últimos años de existencia del excelso colectivo musical
argentino M.I.A., las cosas iban intensificándose más y más en lo que
respecta a la experimentación sonora, pero los fractales que se fueron
formando hicieron que el mismo colectivo se disolviera por el peso de las
circunstancias. El dúo conformado por el guitarrista Nono Belvis y el
baterista-percusionista Kike Sanzol conformaba uno de tales fractales,
generando una oferta musical bastante aventurera y dando varios conciertos
que incluían a veces performances de danza moderna. “Qué Están Celebrando
los Hombres”, editado en 1982, es el único testimonio en vinilo de su
música: para el proceso de mezcla e ingeniería de sonido, contaron con el
apoyo de Lito Vitale, quien fuera la figura más prominente en los discos de
M.I.A. El sello Viajero Inmóvil lo ha reeditado con la adición de dos temas
bonus.
A pesar del reducido formato cuantitativo de dúo al cual se limitan Belvis y
Sanzol, la diversidad de colores vertida en sus ideas y la infinita
diversidad en los arreglos de los que se valen para reciclar tales ideas les
permite crear paisajes sónicos constantemente desafiantes e impredecibles.
Bajo la influencia del jazz de vanguardia, la psicodelia, el folklore
latinoamericano, la cámara contemporánea y el RIO, el dúo se pasea por una
foresta de sonoridades en un alucinado viaje que parece no tener reglas ni
dirección, pero que con una escucha atenta y sensible, devela una lógica
diferente y una arquitectura inteligente dentro de las cuales se encuadran
oportunamente los recovecos musicales que los músicos utilizan para
enriquecer sobre el camino las ideas básicas y, en simultáneo, estimularse
mutuamente en un clima de explosivo desafío. Estos desafíos generan una
nueva noción de armonía y belleza que se confronta a los esquemas
habituales, una noción que se extiende por igual a través de los pasajes
acústicos y en los particularmente alucinados pasajes donde la guitarra
eléctrica y la batería exploran sus respectivas potencialidades en un fuego
fanático compartido.
Las tres primeras piezas están elaboradas en un formato acústico. ‘Lazos
Reales’ es principalmente un flujo mágico de acordes de guitarra y retazos
inquietos de vibráfono, guardando una cadencia lúdica de principio a fin.
‘Blanca Presencia’ es más reposada, con la guitarra a cargo de la creación
de climas sonoros reflexivos, casi coqueteando con la melancolía. Lo lúdico
regresa en todo su esplendor con ‘Al Acecho’, una pieza donde la guitarra y
las congas asumen el control de una celebración de la soltura y la simple
alegría, llegando incluso al delirio en los momentos en que Belvis enarbola
los fraseos más exaltados. El dúo logra reformular los colores del folklore
afro-brasileño a través de la fusión experimental con un implacable nervio
que se mantiene constante hasta el abrupto clímax. La segunda mitad del
repertorio oficial es la más abiertamente experimental. ‘Una Especie de
Hueco’ es una sutil aventura onírica iniciada por un sobrio juego de acordes
emanados por la guitarra eléctrica, los mismos que el vibráfono complementa
dejando algunos espacios vacíos bastante efectivos. La segunda mitad se
enfoca en un solo de guitarra sutil, espartano, como evocando una
introspección que se hunde en su propio misterio para refugiarse en un
rincón apartado del alma. El tenor misterioso adquiere ribetes de tenebrismo
con la nebulosa secuencia de adornos percusivos vertida en ‘Lengua de Gato’,
la cual se despliega en una estepa aleatoria de platillos, persianas y gongs
en comunión con los quejidos inescrutables de cornetas. El tremendo solo de
batería que conforma ‘Cucú’ sirve de puente entre la niebla solipsista de
‘Lengua de Gato’ y la llama exorbitante que se desata en la imponente
explosión psicodélica del tema homónimo. La guitarra de Belvis se divide
entre el frenesí hipnótico hendrixiano y la neurosis inapelable de Fripp,
mientras que la batería y las percusiones de Sanzol completan con infinita
soltura los efluvios caóticos que van tanteando y demoliendo su propio orden
interno sobre el camino. Este final climático aterriza en un contundente
final marcado por golpes finales de tambor y emisiones de cornetas.
El material extra tiene una mayor afinidad con la primera mitad del disco.
‘Mínimo de Quietud’ nos devuelve al dueto de guitarra acústica y vibráfono
manejando una base melódica y armónica que nos muestra la faceta más cálida
y ensoñadora del ensamble. Por su parte, ‘Rumbe Rumbé’ juega con cadencias
propias de la bosanova y el folklore tropical con un sentido lúdico honesto
y sobrio: el formato instrumental es ahora de guitarra eléctrica y
vibráfono. De esta manera concluye nuestra escucha de “Qué Están Celebrando
los Hombres”: se trata de toda una joya recomendada a los acérrimos amantes
de la música de libre expresión y múltiples recursos. Los nombres de Nono
Belvis y Kike Sanzol deben ser anotados de manera destacad dentro de la
historia de la música experimental de Hispanoamérica.
César Mendoza
|