Temas
- L’Elefante Bianco
- La Mela di Odessa (1920)
- Megalopoli
- Nervi Scorpeti
- Gioia e Rivoluzione
- Implosion
- Area 5
Integrantes
- Demetrio Stratos: voz, organo, percusion
- Patrizio fariselli: pianos, sintetizador, clarinete bajo
- Paolo Tofani: guitarras, sintetizador
- Ares Tavolazzi: bajo, contrabajo, trombon
- Giulio Capiozzo: bateria, percusion
“Crac!” es el tercer disco de la gloriosa banda vanguardista italiana Area.
Este trabajo no solo sigue por la linea musical robusta y desafiante de su
predecesor “Caution Radiation Area”, sino que tambien mantiene el mismo
nivel de intensidad, calidad e inventiva innovadora en un contexto de jazz
rock. Aunque, por otro lado, hay que señalar que la dosis de desvario
musical no resulta en lineas generales tan inescrutable como en el disco
antes mencionado (o el que vendria despues, “Maledetti”), pues es curioso
notar que en un par de ocasiones Stratos se toma la “molestia” de cantar,
siguiendo una linea melodica vocal reconocible y recurrente como nucleo de
los temas en cuestion. Me refiero, en primer lugar, al llamativo tema de
entrada titulado ‘L’Elefante Bianco’, en el cual Stratos entra al unisono
con el piano para introducirnos en una pieza excitante, llena de ambientes
muy pegados al folklore del extremo sureste de Europa y Turquia: diria que
hay un paralelo entre este numero y el que habria “Caution”, ‘Cometa Rossa’.
El otro tema al cual me estoy refiriendo es ‘Gioia e Rivoluzione’, el cual
esta armado segun la trova acustica de protesta, con una cantata letanica en
la parte final que recuerda bastante a las clasicas canciones combativas del
movimiento hippy.
Pero puesto que estamos hablando de una banda abanderada de la vanguardia
estilistica en el rock, queda claro que estos temas conforman sendos oasis
en un disco cuya mayor parte consiste en un catalogo de ideas musicales
bizarras, ejecutadas por el grupo con una potente energia y una decidida
insolencia. ‘La Mela di Odessa (1920)’ y ‘Megalopoli’ conforman sendos
viajes intrincados por el jazz rock tipo Mahavishnu reciclado y reprogramado
bajo las tipicas coordinadas de Stratos y cia. Me da la impresion que la
seccion ritmica suena mas fuerte y agresiva que nunca, y mas bien, Tofani
parece estar metido mas de lleno en la experiencia de armar sonidos
sintetizados a traves de sus punteos de guitarra – lo que hace en
‘Megalopoli’ va mas alla de lo que las palabras pueden decir. En situaciones
como esta, los dialogos que Fariselli establece a traves de sus
intervenciones en el sintetizador ARP con Tofani siguen siendo una parte
esencial de lo mas emblematico de Area.
Con menos agresividad surge ‘Nervi Scoperti’: el rol protagonico lo asume
inicialmente Fariselli, quien se luce en un solo de piano realmente
monumental, para luego dar paso a Tofani, quien parece haberse convertido en
un hibrido de McLaughlin y Fripp en un estado de trance. Simultaneamente,
Capiozzo da rienda suelta a su destreza casi sobrehumana con sus
innumerables redobles, incansables, manejados con impecable precision,
especialmente en la ultima seccion, donde las cosas se ponen tan intensas e
incendiarias como en los temas 2 y 3. ‘Implosion’ sigue por la misma senda
jazzera, con un tenor predominantemente mas etereo, aunque siempre dando
muestras de energia total a medida que progresa el jam. La inventiva
desplegada por el grupo es tan elocuente que el oyente contagiado solo puede
maldecir que el fade-out llegue tan pronto (cinco minutos parecen muy pocos
para este jam), aunque aun queda un poco mas: ‘Area 5’ es una secuencia
concreta basada en una serie de intervenciones aleatorias de canto
,guitarra, piano, guitarra, bajo y tambores de bateria, las mismas que se
extienden a lo largo de dos minutos, al modo de un epilogo dadaista.
En suma, un trabajo tipico de Area, aunque sin llegar al nivel de osadia
radical de otros trabajos. Recomiendo este disco o el primero – “Arbeit
Macht Frei” – como vias de entrada para los no iniciados. Los que ya esten
iniciados sabran disfrutar este disco como una cautivante labor de
profundizacion en la linea marcada por “Caution”. En pocas palabras, un gran
disco.
Cesar Mendoza
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