Temas
- Slow Dance (Part 1)
- Slow Dance (Part 2)
Anthony Phillips: sintetizadores, guitarras electrica, clasica y acusticas,
bajo sin trastes, secuenciador
Con diversos invitados en arpa, flauta, piccolo, oboe, trompeta, clarinete,
percusiones, ensamble de cuerdas, bateria
Este es uno de los discos mas hermosos que Anthony Phillips haya creado
jamas en su prolifica y discreta carrera discografica: “Slow Dance” logra
conjugar las usuales inclinaciones de Phillips por la musica academica y su
talento para crear orquestaciones ambientales, reciclando ambas vertientes a
traves de la sensibilidad por los sonidos modernos de fines de los 80s. El
disco consiste en dos suites, cada una de ellas de mas de 20 minutos de
extension. Parece que la influencia de Mike Oldfield, en su faceta mas
ambiciosa, (en cuyo disco “Crises” colaboro Phillips) dejo una huella en la
mente de Phillips por aquella epoca: creo que, de forma un poco simplista y
esquematica, lo reconozco, pero que me parece adecuada de todas formas, se
puede afirmar que la vertiente de las dos suites de “Slow Dance” resulta
afin a lo que Mike Oldfield hizo en su suite ‘Crises’, aunque con una menor
dosis de rock y cadencias celticas, y un mayor enfasis en lo introspectivo y
lo contemplativo, tal como se espera de Phillips.
La Parte 1 comienza con una breve intro de nebulosas cortinas de teclado
acompañadas de efectos de viento, hasta que surge el arpa, seguida de la
flauta y oboe, para instalar una cautivadoramente hermosa melodia y sus
correspondientes variaciones, en consonancia con los sintetizadores y el
ensamble de cuerdas. Las siguientes dos secciones son notoriamente mas
sutiles, trabajando con orquestaciones y contrapuntos delicados: a veces se
escurren algunas lineas de la melodia inicial. En el minuto 12 emerge
sorpresiva mas no abruptamente una seccion mas rapida, de corte exotico,
donde las marimbas marcan la base y la guitarra electrica emite unas
texturas bastante efectivas. Todo ello lo hace muy similar al Oldfield de
“Crises”, “Islands” y “The Killing Fields”. Con el breve regreso del motivo
inicial se crea un puente a una seccion celestial, centrada en una coral
sintetizada. Los ultimos ocho minutos exhiben secuencias amables que se
suceden con total fluidez, siempre marcadas por el suave protagonismo de los
teclados, y contando con ocasionales toques de guitarra electrica y
acustica. Manteniendose fiel a la solemnidad integral del disco, la Parte 2
porta un carácter un poco mas jugueton, con una secuencia inicial que suena
a mezcla de danza china y cajita musical: con un golpe de gong pasamos a
otra mas intimista, marcada por cortinas de teclado y lineas evocativas de
clarinete. El mismo intimismo de disfraza de amable simplicidad con un
puñado de motivos fluidamente hilados bajo un signo similar: en uno de ellos
se introduce el motivo introductorio, esta vez operando como un ornamento.
En el minuto 12 surge un golpe de ruptura que da inicio a un interludio
completamente texturial, el cual a su vez da paso a un pasaje mas organico y
veloz, rebosante de orquestaciones que a veces dan unos giros medio
exoticos, donde se retoman algunos de los motivos inmediatamente
precedentes. Este recurso constante es el truco principal a la hora de crear
una unidad dentro de la obra: en efecto, tras un nuevo golpe de ruptura,
volvemos a una seccion medio “ceremonial” donde se vuelve a recrear algunos
motivos anteriores, incluyendo el motivo inicial de esta Parte 2 y el
introductorio de la Parte 1: con una solemnidad poco escondida, ambos
motivos confluyen en un juego contrapuntistico tan tenue como refinado.
“Refinado” es una palabra que describe la virtud mas esencial de este disco:
“Slow Dance” es una verdadera joyita progresiva dentro de su vertiente mas
amable. Discos como este confirman a Anthony Phillips como un compositor de
primera linea y una mente musical versatil.
Cesar Mendoza
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