Discográfica: AmpCorp
CD 1:
- The Runner (3:38)
- Minion's Song (5:51)
- Interglacial Spell (6:25)
- The Wave (7:00)
- The Octopus (9:17)
- Planet of Insects (5:49)
- White Horses At Sea // Utopian Daydream (8:55)
- Trading Dark Matter On The Stock Exchange (11:33)
CD 2:
- The Sick Rose (8:58)
- Interstellar (10:18)
- The Emperor (6:40)
- Golden Ratio (5:16)
- Fall of the Empire (8:29)
- Bloodtest (5:18)
- Oscar Night // Embryo (7:44)
- Forever And More (9:23)
Músicos:
- Sel Balamir / guitars, keyboards, vocals
- Neil Mahony / bass
- Matt Brobin / drums
Tras un año de aplazamientos y de filtraciones más que prometedoras, lo
nuevo de los mancunianos Amplifier se había convertido casi en una obsesión
para muchos seguidores de la escena roquera más actual. Y tras comprobar el
resultado final, es indudable que dicha obsesión estaba más que justificada.
Hay que tener un par para cascarse un álbum, doble, con un total de dos
horas de música. Y si encima los autores son un grupo, hasta ahora, modesto,
que ha tenido que pasar por decenas de dificultades para financiarse el
proyecto, el mérito se multiplica.
Pero todavía faltaba la guinda, y es que este "The Octopus" supera las
previsiones más optimistas. Hablar del rock megalítico espacial de su debut
o del muro sónico que caracterizaba "Insider", son casi minucias ante una
tercera entrega que sobrepasa cualquier encasillamiento. Una de esas obras
ambiciosas, enciclopédicas, perfeccionistas, en las que nada puede faltar
(pienso en "Physical Graffiti", "The Lamb Lies Down on Broadway", "The Wall"
o incluso "Superunknown"). Un proyecto mastodóntico que supone un formidable
repaso a mucho de lo que ha dado el rock en las últimas cuatro décadas,
desde progresivo a grunge, pasando por psicodelia, space, stoner,
alternativo, jazz...
Los ingleses lo bordan en temazos tan adictivos como "The Wave" o
"Interglacial Spell". O en otros de la clase y fuerza de "The Sick Rose" o
la extraordinaria metamorfosis sufrida por "Interstellar" durante su largo
recorrido, ambos temas haciéndose eco de su devoción por Soundgarden, lo
mismo que la rocosa "Fall of the Empire". Y por supuesto "The Octopus", el
tema, que los convierte en alumnos aventajados de Steven Wilson, sumándose a
otros manifiestos progresivos a cual más fascinante, caso de "Minion's
Song", "Trading Dark Matter on the Stock Exchange", "Oscar Night" o "Forever
and More". Sin olvidar la elegancia y profundidad de "White Horses at Sea",
la más directa "Planet of Insects" y una alucinógena "Bloodtest" que
confirma que éste es un álbum que hay que ir descubriendo a cada nueva
escucha.
La única pega para mi gusto estaría en "Golden Ratio", un tema que hubiera
sido más válido como bonus track o cara B. "The Emperor" por su parte,
tampoco está entre lo más destacable pero pone una nota diferente y encaja
bien en el resultado final.
"The Octopus" es una obra barroca, de largo recorrido, de las que a cada
nueva exposición te van envolviendo cada vez más hasta que irremediablemente
acabas formando parte de ella casi sin darte cuenta. Un álbum que, pese a
sus dos horas, deseas que no termine, conduciéndote por senderos seductores
como si de una obra tolkkiana se tratara. Menuda forma de empezar el año.
Valoración: 9/10
Ferran Lizana (rockomic@gmail.com)
Enero 2011
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