Temas
- Obertura (Episodios de Sueños) (6:49)
- Nómada (4:17)
- Percatarse (1:12)
- Signos de Puntuación (1:39)
- Catarse (6:10)
- Tren (6:28)
- Hora Cero (1:00)
- Después de Medianoche (7:51)
- Sigilo (1:59)
- Grillos (4:11)
- Desert House (5:44)
- Encuentro (1:42)
- La Danza de las Serpientes (4:07)
- Cuarto Menguante (5.49)
- El Camino (1:32)
- El Otro Camino (4:05)
- Ríos y Aguaceros (2:37)
Integrantes
- Nelson Ramírez: saxos alto y tenor, flauta
- Sean Dibango: saxo tenor, clarinete, sampler
- Arend Vargas: batería
- Andrés Cordero: bajo, contrabajo
- Glendon Ramírez: teclados
- Carlos "Tapado" Vargas: percusión
Amarillo, Cian y Magenta es el nombre de un talentoso ensamble costarricense
que se fundó en los primeros años del nuevo milenio, debutando en los
escenarios de su país en junio de 2003. Asumiendo los colores primarios para
fundar su nombre, este sexteto que incluye dos vientistas y un percusionista
aparte del baterista crea una música ágil y medidamente lírica, con varios
momentos de plena energía sonora sin llegar nunca a lo agresivo - fusión de
alta sensibilidad moderna que incorpora trucos del acid-jazz y la World music,
añadiendo especiales matices progresivos al bloque estilístico con inmaculada
fuidez. "Nómadas", su disco debut de 2007, es el trabajo que pasamos a reseñar
ahora.
La "Obertura" que da inicio al disco nos mete en el mundo de ACM con una
aureola amable basada en coloridos gentiles, un tanto a lo Yellow Jackets,
siendo así que los tambores de mano brindan un suave retazo de world music al
asuntoB3B los últimos pasajes transucrren por un breve interludio de swing
clásico y una entusiasta coda de corte Latin-jazz. "Nómada" tiene un vínculo
más fuerte con el acid-jazz. "Percatarse" y "Signos de Puntuación" son retazos
que pasan sucesivamente de una calidez alegre a un etéreo ritual percusivo,
para finalmente desembocar en el jazz-rock espacial de "Catarse", donde ACM
parece coquetear abiertamente con la faceta fusionesca y "reggae-friendly" de
Ozric Tentacles. "Tren" y "Después de Medianoche" se catapultan desde el
recurso de ingresar atmósferas un tanto cósmicas en "Catarse", realzando éstas
a fin de explotar el peculiar dinamismo del sonido grupal, sin hacerlas, a su
vez, abrumadoras. Las atmósferas de estilizado ensueño que se proyectan
abiertamente en estas piezas son elaboradas con inocultable pulcritud - en el
caso de "Después de Medianoche" se nota el desarrollo de una mayor
sofisticación temática. La dupla de "Sigilo" y "Grillos" conforma un regreso al
jazz-fusión, estableciendo una deliciosa magia melódica de ribetes aflamencados
y tintes rumberos, elegantemente dispuestos sobre un coqueto compás de 5/4.
Tras esta exhibición de alegría llega una actitud un poco más misteriosa con
"Desert House", aunque sin renunciar a ese joie de vivre que proporciona el uso
de cadencias rítmicas afro-tropicales dentro de un esquema acid-jazz. Por
supuesto, la inapelable actitud estilizada de ACM conserva las cosas en un
nivel ensoñador. La dupla de "Encuentro" y "La Danza de las Serpientes" se
traslada al exotismo arábigo, con la notable novedad de que el teclista dirige
la instrumentación global con un imponente muro de sonido. Las cosas regresan
plenamente a la faceta más puramente contemplativa de ACM con "Cuarto
Menguante", mientras que la dupla de "El Camino" y "El Otro Camino" retoman, a
su vez, el sensual dinamismo fusionesco que tan bien se da a la hora de
transmitir alegría y extroversión. El disco cierra con un epílogo titulado
"Ríos y Aguaceros", todo un homenaje al agua que aquí se manifiesta en
corrientes que fluyen imponentemente bajo las hermosas texturas de un
crepuscular saxo tenor y un introvertido piano.
"Nómadas" es, a fin de cuentas, un excelente trabajo musical repleto de
verídicos indicios de intensa musicalidad: Amarillo, Cian y Magenta se luce
bastante, y por tanto, merece que su disco sea recomendado (especialmente) a
todos aquellos melómanos con agudeza para las muchas eclécticas variantes del
jazz contemporáneo.
César Mendoza
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