Temas
- Rostov Could Get It (3:55)
- Neo-Tokyo (3:15)
- Mega Mega Drive (3:36)
- Guilt (3:12)
- #33 (3:19)
- Payoff (4:55)
- Peanut Worm (3:03)
- Soundtrack Your Death (3:31)
- Honey Badger (3:19)
- Clamp (5:13)
Integrantes
- Marty: guitarra
- Todd: bajo
- Ash: batería
Alright The Captain es el nombre de un power trío nor-irlandés que ha venido
llamando la atención del público real e internauta amante del math-rock y otras
formas de rock experimental marginal desde la edición de su EP debut "123" en
2009. En febrero de 2011, Alright The Captain oficializó la edición de su
primer CD de larga duración "Snib" (aunque no dura tanto como el CD promedio).
La línea musical de la banda tiene claros referentes hacia el estándar
infaltable de Don Caballero, y aún así se nota una ferviente motivación por
reciclar el modelo del math-rock desde una sonoridad predominantemente agresiva
y un manejo natural de los contrastes entre los pasajes extrovertidos y los más
calmados. Otras referencias claras de notar son las de Battles y Upsilon Acrux,
pero éstas nunca son abrumadoras: Marty, Todd y Ash no conforman una
congregación de meros alumnos aplicados, sino un ensamble que está aprendiendo
a madurar muy rápidamente su voz propia dentro del gran y variopinto escenario
mundial de eso que se dio por llamarse math-rock.
El disco abre con 'Rostov Could Get It', una pieza donde la brutalidad y la
inteligencia musical se dan la mano y se alternan en la plasmación de
atmósferas densas y un dinamismo complejo, siendo así que la ilación de pasajes
notoriamente agresivos y otros un poco más contenidos está perfectamente
lograda. 'Neo-Tokyo' refleja fielmente las influencias del Don Caballero
post-"American Don" y el Upsilon Acrux pre-"Radian Futura", mientras que 'Mega
Mega Drive' ofrece excitantes maneras de explorar y explotar los filos más
neuróticos de la visión artística de la banda. Es conveniente y coherente que
'Guilt' y '#33' sean los siguientes temas del repertorio, pues sus respectivas
estructuras compositivas resultan ejemplos sólidos de condensación de las de
los dos temas precedentes. En el caso específico de '#33', el grupo se complace
en ofrecer un paisaje sonoro más contenido, aunque todavía portando auténtica
garra rockera e incluyendo pasajes donde el nivel de intensidad asciende=85 de
forma muy crimsoniana, vale decir. Ahora bien, el grupo no tarda mucho en
explorar su faceta más directamente muscular al arribar 'Payoff' y su
contundente primera mitad, una pieza que refleja ciertas afinidades con Battles
y Don Caballero: luego, en la segunda mitad la pieza vira hacia afinidades con
Explosions In The Sky que toman al oyente por sorpresa. 'Peanut Worm' tiene un
pasajes juguetones al inicio que nos pueden recordar a los momentos más
bizarramente brillantes de Primus, pero el tema no tarda mucho en mostrar su
filo cuasi-metalero en sólida alternancia con otros pasajes de línea
space-rock: una vez más, el grupo prepara una coda introspectiva de orientación
post-rockera para cerrar la idea con un inesperado recurso introspectivo. Las
dosis de psicodelia y pesadez rockera que han venido ocupando un rol
prioritario lo largo del disco se reciclan de forma consistente en 'Soundtrack
Your Death', pieza que retoma en cierta proporción el elemento Primus en
algunos pasajes centrales así como vuelve a recurrir a la idea de usar el
post-rock como truco para concluir una idea musical. 'Honey Badger' comienza
con una apuesta por el hardcore, aunque lejos de cerrarse monotemáticamente en
esta referencia, el grupo instala una sucesión de variantes ubicadas en lugares
estratégicos, usando la psicodelia en ropajes calmados y otros más
ostentosamente explosivos. 'Clamp' cierra el disco con una base ampliamente
concentrada en un swing llamativo, incluyendo algunos breves pasajes
intermedios de calma afines al estándar del post-rock; pero bueno, Alright The
Captain se vale de estos interludios en dosis pequeñas, pues la intensidad
rockera es su leit-motiv esencial, y es en este sentido que el extenso jam
conclusivo de corte space-rock reflejan más fielmente la ideología musical de
la banda. Un broche de oro, sin duda.
Sin llegar siquiera a rozar la barrera temporal de los 40 minutos, "Snib" es un
disco que refleja con espíritu fiel y coherente completitud la apuesta
particular que Alright The Captain hace por mantener viva la llama del
math-rock en uno de los contextos más incendiarios de la vanguardia rockera de
nuestros tiempos. Alright The Captain es un nombre a tener en cuenta en las
mentes de los coleccionistas y apreciadores de rock experimental.
César Mendoza
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