Temas
- No Se Metan con el Capitán Problema
- Al Fin y al Cabo
- Hay que Volver a los Chinos (De Nuevo)
- Alguien Intranscendente
- Dr. Finger
- Primanocte
- La Ira (… de la Novia de Byron)
- Dilema
- Disminuyéndote
Integrantes
- Antonio Arceu: batería
- Jaime Acuña: teclados
- Pedro Santander: bajo
- Rodrigo Maccioni: guitarras eléctrica y acústica, flauta
- Rodrigo Pinto: guitarras eléctrica, acústica y midi
Segundo disco de la banda chilena Ábrete Gandul, “Cuentos Para Dormir”
establece una buena lección de renovación del sello crimsoniano según un
esquema de trabajo que resulta bastante común (y refrescante) en la escena
progresiva chilena contemporánea. Tryo, Ergo Sum, Exsimio, Mar de Robles,
Koiak, Flotante, Autómata, Estigma,… cada uno a su estilo y con su propio
panorama general ve en el Rey Carmesí un punto de referencia para el desarrollo
e impulso de su propia voz sonora. Ábrete Gandul se traslada por una vía
emparentada con Ergo Sum y Estigma, lo cual quiere decir que Ábrete Gandul se
maneja en un fluido manejo de ambientes que oscilan entre lo etéreo y colorido,
por un lado, y lo neurótico y tenso, por el otro. A pesar de la destreza
mostrada por cada miembro del ensamble, no hallaremos ensalzadas pirotecnias
(que sí encontramos en otras excelentes bandas chilenas como Matraz, Prisma-X y
Entrance, por ejemplo): las dos guitarras se preocupan principalmente por
complementarse en las bases armónicas y contrapunteos, mientras que el
tecladista asume principalmente labores de atmósferas y complementaciones. De
hecho, esta ausencia de exhibicionismo formalista resulta clave para el
desarrollo de las sonoridades mágicas y sutiles que parecen ser la
“especialidad de la casa”. De hecho, los elementos de jazz-rock moderadamente
enérgico y esquemas acústicos casi pastorales asumen también roles importantes
en el armado del sonido de Ábrete Gandul.
Con capas etéreas de teclado comienza ‘No Se metan con el Capitán Problema’,
dando paso en breve a contrapunteos crimsonianos a lo Belew-Fripp, con una base
rítmica de claro tenor jazz-rock que se torna compacta en los pasajes más
explícitamente rockeros. ‘Al Fin y al Cabo’ pone más énfasis en lo jazzero,
estableciendo una aureola más intimista en la mayor parte del tiempo: el
inesperado giro hacia una breve sección intermedia pesada y lenta da pie a la
inclusión de aires ceremoniosos que suenan a un Crimson etapa “Red” con cierta
cadencia a lo Present – una interesante variable de densidad frontal en medio
del predominante colorido juguetón. ‘Hay que Volver a los Chinos (De Nuevo)’
suena a una pieza perdida del King Crimson 81-84 reinterpretada por un combo de
músicos de la Mahavishnu Orchestra en una disposición mayormente relajada,
aunque nunca deben faltar pasajes aguerridos… !es casi un mandato superior! De
todas maneras, son los pasajes más serenos los que se apropian del núcleo
central del esquema compositivo de la pieza. ‘Alguien Intranscendente’ no es
precisamente una pieza intranscendente, sino una que expone la línea jazzera de
la banda con mayor honestidad que nunca antes en lo que va de disco: el
impresionante trabajo del baterista a la hora de articular sus ágiles bases
rítmicas y el delicado solo de bajo que emerge en algún momento de la primera
mitad son ítems a destacar especialmente en una pieza rebosante de cálido
colorido melódico. ‘Dr. Finger’ parece apuntar hacia una dirección muy
semejante, pero es de notar la mayor acentuación en elementos crimsonianos en
este caso particular. También hay momentos de rock duro jazzeado a lo Steve Vai
(etapa “Flex-able”) que logran generar un contraste muy interesante con
aquellos otros pasajes en los que el ensamble se concentra en abundantes
sonoridades atmosféricas (incluyendo un hermoso solo de flauta, digno del Focus
clásico). Finalmente, esta última línea llevará al hipnótico clímax final.
‘Primanocte’ comienza como una pieza semi-lenta y semi-crimsoniana, seriamente
emparentada con Ergo Sum y la faceta más reflexiva de Tryo; luego, en su
segunda mitad, la pieza vira hacia climas controladamente tensos donde Gordian
Knot y Djam Karet se funden en una sola fuente de sonido. ‘La Ira (… de la
Novia de Byron)’ nos remite a una mezcla de los ambientes que anteriormente
hallamos en los temas 1 y 3: vale añadir que esta pieza aprovecha muy bien su
espacio de 9 minutos, generando los momentos más épicos del disco en una ágil
cruza de crimsonismo, space-rock cacofónico y heavy prog. ‘Dilema’ es un breve
interludio donde se establece una sucesión de ideas propias del barroco, el
jazz-rock, un funky crimsoniano y el chamber-rock. La principal misión de
‘Dilema’ es introducirnos a ‘Disminuyéndote’, el tema que ocupa los últimos 9 ½
minutos del disco. El grupo establece un parentesco claro con Flotante y
Estigma: algunas partes de guitarra rítmica, teclado y bajo me recuerdan a una
mezcla de las disonancias esquemáticas de Gentle Giant y la agilidad
distinguida del Soft Machine clásico. La sección que empieza en el minuto 4
instala un aura cósmica que se aproxima en algo a lo tétrico: a partir de aquí,
la pieza se eleva hacia un clímax sostenido donde la tensión se explaya sin
tapujos, con la dosis necesaria de psicodelia progresiva para concluir el disco
de una manera tan impactante como filuda. Recién acabo de descubrir a Ábrete
Gandul con este segundo disco, y ahora lamento haber llegado tan tarde. A fin
de cuentas, la gratificación estética hizo que valiera la pena este esfuerzo
por recuperar el tiempo perdido – este grupo merece captar la atención de todo
coleccionista progresivo genuinamente preocupado por investigar en los ítems
más excitantes de la actualidad.
Cesar Mendoza
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