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 1870: “Mitos de una Resurrección” (2008)

Temas

  1. Puerta Abierta (4’06”)
  2. Canto Primero (Quiera el Cielo…) (5’47”)
  3. Mitos de una Resurrección (12’48”)
  4. El Ceremonial (12’00”)
  5. Canto Segundo (Allí, en el Bosquecillo…) (9’24”)
  6. Una Vendetta (a: Guy De Maupassant) (10’04”)

Integrantes

  • Gustavo Albarrán: corno francés, voz, platillo, tambor
  • Alfonso Cosme: corno francés procesado, percusión, teclado
  • Karel Gómez: oboe, corno inglés, theremin
  • Hugo Luque: efectos electrónicos, procesamiento de datos en tiempo real

1870 es el nombre del alucinado ensamble mexicano de chamber-rock que ha debutado discográficamente a fines de este año 2008 con “Mitos de una Resurrección”, trabajo conceptual basado en la obra poética del Conde de Lautreamont. Los cuatro miembros del ensamble tienen una sólida y amplia formación académica, siendo todos ellos parte de la Orquesta Sinfónica de Querétaro: en 1870 tienen un vehículo para desarrollar viajes musicales inauditos en un sendero profundamente marcado por las vanguardias del modernismo, el minimalismo, la musique concrete y la experimentación electrónica. Las mayores influencias en la propuesta de 1870 se pueden hallar en el primer Art Zoyd y el primer Univers Zero, y cómo no, en sus compatriotas pioneros de Nazca. Debido al amplio espacio que ocupa el minimalismo de raigambre electrónica digital en varias atmósferas del repertorio, también se puede encontrar un aire de familia vinculante a Oxomaxoma (otro ensamble coterráneo) y al krautrock atmosféricamente misterioso del tipo de Kluster.

‘Puerta Abierta’ abre el disco con una exquisita fanfarria que pronto se va expandiendo en un juego de disonancias arquitectónicamente elaborado, creando alo así como una fusión entre solemnidad palaciega y dinamismo post-moderno. A

partir del minutos 3, a pieza vira dramáticamente hacia climas perturbadores que finalmente aterrizan en las ambientaciones descoyuntadas del segundo tema, ‘Canto Primero (Quiera el Cielo…)’. Entre sus delicadas extravagancias se incluyen chillonas emisiones vocales en un falsete burlesco que parece evocar imágenes de puerilidad dadaísta; otra extravagancia está en los exquisitamente neuróticos solos de oboe que, en su soledad, generan un delirio espartano, casi

crudo. La pieza homónima ocupa un espacio no menor de 12 ¾ minutos, y ciertamente refleja el filo más osado de 1870 – ostentación de mecanismos digitales que oscilan entre lo industrial y lo cósmico, capas de metales y maderas que arropan de puro minimalismo a la potencialidad melódica que entra en juego, adornos percusivos que establecen efímeras pulsaciones inescrutables.

El despliegue de control sonoro es tal que parece casi humanamente imposible que este ejercicio de desarrollos sonoros aleatorios tenga un carácter tan orgánico en lo esencial. ‘El Ceremonial’ realza lo industrial, desplegando en su inicio una perturbadora serie de inquietantes esquemas cacofónicos en sintetizadores y manipulaciones digitales varias. También hay una recitación lenta que apunta a añadir un matiz ceremonioso al asunto. Cuando emergen los retazos de corno inglés y francés, se crea una interesante convivencia entre los aires otoñales brindados por sendos instrumentos y la persistente penetración pulsátil creada por los recursos electrónicos. Segundos antes de llegar al minuto 7 ½, el tema vira hacia un interludio de piano, theremin y vientos, el mismo que define el tránsito hacia la última sección, de corte fehacientemente académico avant-garde. De este modo se crea un clímax de patente cariz exquisito, y en conjunto, tenemos una declaración completa del bizarro eclecticismo acústico-electrónico que conforma la ideología de la banda. ‘Canto Segundo (Allí, en el Bosquecillo…)’ se basa consistentemente en los consabidos climas minimalistas, y también incluye recitaciones. Los últimos

2 ½ minutos se concentran en un clímax gradual mientras la voz exhorta al hermafrodita descrito en el relato que no despierte jamás, que se quede por siempre dormido. La pieza de cierre ‘Una Vendetta’ clausura el disco con un regreso a los recursos minimalistas áridos de ‘Mitos de una Resurrección’ y a las manifestaciones de misteriosa magnificencia de parte de los vientos: en estos últimos, se suceden fluidamente pasajes saltarines con otros más lánguidos. La segunda mitad de la pieza se concentra en la consolidación de diversos momentos inundados de diversos niveles y planteamientos de excitación sonora, desde lo tenebroso hasta lo neurótico, llegando a un clímax de exorcismo electrónico muy a lo krautrock.

En fin, estos “Mitos de una Resurrección” exhibe una propuesta sólida y sórdidamente desafiante para el oyente: esta oferta está especialmente diseñada

para los simpatizantes incondicionales del RIO/chamber-rock y los nostálgicos del krautrock electrónico de base minimalista. 1870 es un referente para experiencias melómanas inauditas.

César Mendoza

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

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