Temas
- How Dare You (4:15)
- Lazy Ways (4:23)
- I Wanna Rule the World (3:59)
- I'm Mandy, Fly Me (5:23)
- Iceberg (3:43)
- Art for Art's Sake (6:02)
- Rock 'n' Roll Lullaby (4:00)
- Head Room (4:24)
- Don't Hang Up (6:19)
Integrantes
- Lol Creme: guitarras eléctricas y acústicas, órgano, piano, piano
eléctrico, sintetizador Moog, clavinet, Gizmo, vibráfono, percusión, flauta
dulce, palmas, voz, coros
- Kevin Godley: batería, bongoes, congas, tímpanos, cabasa, timbales,
cascabeles, bloques de madera, otras percusiones, palmas, voz, coros
- Graham Gouldman: bajos, guitarras eléctricas, acústicas y slide, dobro,
guitarar española, contrabajo, cítara, glockenspiel, percusión, palmas, voz,
coros
- Eric Stewart: guitarras eléctricas, acústicas, slide y pedal steel, piano,
piano eléctrico, bajos de 6
cuerdas y con fuzz, percusión, silbidos, palmas, voz, coros
“How Dare You” es un álbum significa muchas cosas para 10cc en tanto ente
musical con aportes relevantes para la historia del pop-rock británico: es
el canto de cisne del cuarteto original, es para muchos su obra musical
máxima, es el disco a cargo de mantener y evolucionar el momentum creado por
sus dos LPs anteriores (“Sheet Music” y “Original Soundtrack”) y sobre todo,
su single de éxito mundial ‘I’m Not In Love’. No cabe duda de que este disco
encapsula lo más ingenioso hecho por el cuarteto original en su manera tan
tramposa de jugar el juego del pop con su típica manera, efectiva y no
siempre tan patente, de romper esquemas o ampliar el rol del sentido del
humor. También es el disco donde se oficializa el creciente cisma creado por
las dos parejas Gouldman-Stewart y Creme-Godley, y los créditos de autoría
del lado B resultan siendo todo un manifiesto de esto.
Vayamos al repertorio mismo. El instrumental homónimo de apertura es a la
vez divertido y misterioso: se trata de un jam de rock psicodélico empapado
de aires medio-orientales y latinos, con algo de funky, e incluso algunas
alusiones muy concisas al ‘Within You, Without You’ de George Harrison (o
eso me parece, al menos). Los solos de guitarra van desde influidas por un
Santana “light” hasta cosas más psicodélicas a lo Gilmour. A través de sus
más de 4 minutos de duración, la cosa parece quedarse en un punto de
exploraciones parciales, pero es oestá bien en este caso, pues al fin y al
cabo, su función es la de prólogo para ‘Lazy Ways’. Esta canción porta un
aire muy a lo Wings (The Vétales y Paul McCartney son influencias esenciales
para Eric Stewart en tanto músico y vocalista). Esta pieza tiene un aire de
relax emocional sobre un compás contagioso, moderadamente bailable: el uso
de trucos basados en capas de guitarras acústicas que simulan
brisas sirve para reflejar esa barrera entre estar medio dormido y estar
soñando, muy adecuado para la
letra de la canción. ‘I’m Mandy, Fly Me’, otro tema muy a lo McCartney, fue
el primer single del disco, y también sigue la temática del soñar estar en
otro lugar, pero su estructura realza el contraste entre la vigilia y el
sueño. El motivo que irrumpe en el interludio ofrece un cambio de ambiente
bastante efectivo: cortinas de guitarras acústicas y cítaras adornadas con
sendos fabulosos solos de guitarra eléctrica (qué pena que sean tan breves)
crean un puente crucial para la sección cantada intermedia. En medio de
estos dos temas se halla ‘I Wanna Rule the World’, una extravaganza
mayormente compuesta por la dupla Godley-Creme donde se hace un repaso
zappiano a los sueños de dominación dictatorial masiva de un niño sometido
por la “ley del abuso escolar”. Una de las
mejores y más bizarras canciones del grupo en toda su historia, y ni
siquiera es muy larga. ?Y qué hay de la música de acabret? También la hay, y
‘Iceberg’ es la prueba de ello. Compartiendo el rol de primer vocalista,
Gouldman y Godley retratan muy graciosamente la historia de un
esquizofrénico asesino en serie que parece que está a punto de violar y
matar a su actual ligue: el aire siniestro del asunto se refleja en el aura
sombría de las corales de apertura y cierre, así como en algunos arreglos
vocales del intermedio que simulan burlonamente la música de fondo de una
película “B” de terror.
La segunda mitad del disco abre con el segundo single del álbum, ‘Art for
Art’s Sake’, una pieza muy
pegadiza que me suena a una cruza de BTO y The Beatles del “Álbum Blanco”,
con algunos elementos funky en ciertos pasajes intermedios. Se trata de una
pieza enérgica, y en su final incluye uno de los mejores solos de guitarra a
cargo de Stewart, pero EMHO, no iguala el ingenio de ‘Lazy Ways’ o ‘I’m
Mandy’. Las siguientes dos canciones son las más simples del disco:
'Rock'n'Roll Lullaby' es un blues-rock estilizado y limpio que ironiza sobre
el ego engreído y autocomplaciente de la estrella de rock, mientras que
‘Head Room’ es un bluegrass-con-country dedicado a la iniciación sexual. La
canción maestra de este lado B es justamente la que la cierra. 'Don't Hang
Up', una
balada deconstructivamente satírica sobre relaciones rotas y pedidos
desatendidos de reconciliación, es una ingeniosa magnificación de los
patéticos ruegos de un despechado alcoholizado a través de una llamada
telefónica. Las memorias y rechazos están explícitamente retratados por la
emergencia de
expansiones melódicas alevosamente cursis, coros cabareteros, un estruendoso
interludio de
flamenco-fusión y ambientes oníricos propios de una película bobalicona de
la era dorada de Hollywood. Con el regreso del estribillo para clausurar la
sección cantada, el abrupto cierre con efectos de llamada telefónica cortada
indica el cierre del mejor capítulo de la historia de 10cc. No siendo este
disco realmente progresivo, creo sinceramente que no estorbaría para nada en
una colección progresiva: “How Dare You” es, en mi opinión, el mejor disco
de 10cc en su proyecto de gestar un pop-rock inteligente armado sobre
múltiples capas de melodías, ideas y sonidos.
César Mendoza
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