He visto cosas que vosotros no creeríais. He visto a Zappa, Led Zeppelin, Hendrix, Hawkwind y King Crimson en plenitud de facultades, he viajado en el tiempo para ver todo esto y he viajado a cuando tenía 18 años y los conciertos me dejaban con la boca abierta. Ayer me quedé con la boca abierta hipnotizado por el ritual de tres horas al que nos sometieron este pedazo de músicos en plenitud de facultades, en un concierto de aquellos que se te quedan grabados como algo que piensas irrepetible.

Ya de entrada las vibraciones eran muy buenas, una intro de trompeta con sonido entre el pasodoble y el Spaghetti Western dio paso al grupo. A la izquierda del escenario el Saxo/vientos/percusiones y el segundo teclista/percusiones. A la izquierda el bajista, el teclista y el segundo guitarra/slide. Y el centro para los protagonistas indiscutibles, Omar Rodriguez saliéndose en cada intervención a la guitarra, y Cedrix Bixler en la voz disipando cualquier duda posible, su performance vocal fue de quitarse el sombrero, llegando a todas y cada una de las notas más agudas. Por no hablar de su actitud escénica, vital para la experiencia de verlos (también contribuye Omar a esto).

Me queda un miembro por comentar pero merece párrafo propio. Thomas Prindgen, de aquí en adelante "el amigo". La apisonadora baterística que mueve el motor del grupo. Parece que le va la vida en cada pegada y resulta un auténtico espectáculo verlo en acción. Además tenía una compenetración especial con Omar de forma que las diferentes jams resultaron un auténtico espectáculo. "El amigo" tiene una forma física extraordinaria, creo que la exigencia física de tres horas a ese ritmo debe ser notable. Por cierto curiosa la comparación del modesto tamaño de su kit, con el que suele llevar Mike portnoy por ejemplo.

Ya de entrada mostraron sus cartas con un tema de su primer álbum que se alargó como 15 minutos, dejando claro de que iba el juego. Casi todos sus temas sufrieron su tratamiento del directo que los alargó, recortó, transformó, añadió partes.... de forma que de todo lo que sonó quizá ni la mitad provenía de sus discos. Por ello no vale la pena hablar de setlists. Sí, por allí sonaron Viscera Eyes, Wax Simulacra, los casi veinte minutos de Tetragrammaton (mi highlight de la noche), y Cygnus....Vismund Cygnus convertida en una apoteósica jam en la que "el amigo" hizo temblar la sala y que supuso el primer break del concierto cuando ya llevávamos dos horas y veinte minutos que se habían pasado como un suspiro.

Muchos esperábamos ya sólo un corto bis, pero aparecen Omar, Cedric y el segundo guitarra para otro de los puntos fuertes de la noche, un mini set acústico compuesto por Asilos Magdalena y Miranda that ghost... Asilos fue de lo más coreada y un momento especial (no me preguntéis porque pero ese tema me transmite mucho). Vamos camino de las tres horas y aparece de nuevo toda la banda, dicen "one more song" (única vez que se dirigieron al público) y se marcan un Day of the baphomets (con sus riffs de viento made in 21st century schizoid man incluídos) absolutamente alucinante.

Mi única crítica sería para la mezcla del teclista que apenas se oía (efectos aparte), y para la nula comunicación del grupo con la audiencia (ni hola dijeron). Ciertamente iban por faena, no valía la pena perder ni un segundo en ello. Críticas menores a la abrumadora experiencia vivida.

El análisis sociológico mostró público en su gran mayoría bastante joven (entre 20-30) con algún que otro veterano, pero escasos. Muchos extranjeros, ignoro el motivo. Realmente era un público que disfrutaba especialmente con la tralla e incluso con las jams (por otra parte bastante estructuradas), pero salvo alguna larga intro planeadora que sufrió algún amago de rechazo (el grupo pasó olímpicamente, por supuesto) con actitud muy receptiva, lo cual confirma que hay un público progresivo potencial ahí afuera esperando propuestas.

Al final una sonrisa de oreja a oreja y la sensación de haber vivido algo especial, uno de aquellos conciertos para recordar y al que difícilmente podrán llegar en el futuro ni siquiera ellos mismos (espero equivocarme). Realmente es incomparable ver a una banda en toda su plenitud con tantas ganas de ofrecer lo mejor de si mismos. Para mi lo consiguieron con creces en uno de los mejores conciertos a los que sin duda, he tenido ocasión de asistir.

Alberto Albás.

Marzo'08