Pasaron por aquí ya
"cajeros"
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ROGER WATERS en Santiago de Chile, 5 de Marzo del 2002
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Este es el extracto de un articulo que publique en el sitio web donde
laboro. Si quieren leerlo completo, esta en www.virtualia.com
Roger Waters
In The Flesh Tour.
5 Marzo 2002
Estadio Nacional de Chile
21.00 Horas
57.000 espectadores
Acompañado por una banda de diez musicos, donde destacaron especialmente los
guitarristas Snowy White y Chester Kamen (tambien en voces, cubriendo las
originales de David Gilmour), el baterista Graham Broad y las coristas P.P.
Arnold y Katie Kissoon, la presentacion de Roger Waters duro tres horas
exactas inciandose a las 21 horas con "In The Flesh", el tema de The Wall,
que da nombre a la gira.
Fuegos artificiales y el logo de los martillos cruzados, dieron el vamos al
espectaculo en el que Waters aparecio como un dictador (emulando al
personaje de la pelicula The Wall) en la parte alta del escenario. Brazos en
cruz y guitarras saturadas se combinaron con la imagen de un cerdo gigante
sobre el muro y la clasica marcha de los martillos. The Wall (1979) continuo
estirando sus formas con "The Happiest Days of Hour Lives", acompañando los
sonidos con la imagen gigante de un caricaturesco profesor, misma que sirvio
de telon de fondo a los acordes clasicos de "Another Brick in The Wall, Part
II", en cuya segunda estrofa se lucieron las coristas, tomando el lugar de
los niños de la version original. Un solo de guitarra a cargo de Chester
Kamen, fue el encargado de cerrar el tema.
"Mother", fue la dosis final de The Wall, un hermosa version acustica en la
que las diferencias tonales entre la voz de Waters y las coristas hicieron
temblar la perfeccion sonora. Katie Kissoon tomo el lugar de David Gilmour
en los coros de la cancion, dandole un especial toque de dulzura y tragedia
femenina al tema, misma dosis que se extendio con un doble pasaje del disco
The Final Cut (1983), formado por "Get Your Filthy Hands Off My Desert" y
"Southampton Docks", ambas con la pantalla de fondo copada de graficas
alusiones antibelicas, como las cruces proyectadas en el fondo y el decidor
mensaje: "traigan los niños a casa" con que cerro el todo. Animals, el
potente disco de 1977 se hizo presente con los cerdos voladores de "Pigs on
the Wing, Part 1", y a pesar que nos hubiera gustado ver volando a un
"chancho inflable" de verdad, las proyecciones obtenidas de la cubierta del
disco fueron un estupendo reemplazo. Tras este brevisimo tema, Chester Kamen
tomo su electroacustica de 7 cuerdas y asumio el rol vocal de "Dogs", joya
de prog-rock de 17 minutos y uno de los puntos mas altos del concierto,
salvo por el saturado y a ratos inaudible solo de teclados de Harry Waters,
hijo del lider de la manada, que tuvo obvios problemas de ecualizacion
convirtiendo la melodia (a veces) en puro ruido.
La primera parte (en rigor las 5 primeras partes) de "Shine On Your Crazy
Diamond", de Wish You Were Here (1975), pudo ser uno de los puntos mas
fuertes del espectaculo, pero un innecesario dueto de guitarras entre Kamen
y Snowy White borro de golpe la magia simple de esta suite espacial dedicada
a Syd Barret. Efectos cuadrafonicos de teclados rebotando alrededor del
Nacional pudieron arreglar la cosa, pero el daño ya estaba hecho. No tanto
tampoco, ya que al llegar a la parte vocal, el equilibrio sonico original ya
habia sido repuesto y mejorado, sobre todo con el solo de saxo a cargo de
Normal Stachel al final del tema. Tras "Shine..." la revision del disco de
la placa de 1975 continuo con la ESPECTACULAR presentacion de la industrial
"Welcome the the Machine", en donde las proyecciones circulares (emulando la
pantalla Mr. Screen clasica de la banda) de las animaciones de Gerald Scarfe
-las originales usadas en el tour 75-76- mandaron a todo el publico del
Estadio Nacional a orbita lunar, simplemente uno de los puntos mas altos del
concierto y prologo necesario para la intimidad de "Wish You Were Here",
coreada por casi 60 mil fanaticos e iluminada con igual numero de pequeñas
antorchas sobre el estadio y hielo seco encima del escenario. Tras la
cercania la nave volvio a despegar con las segunda parte de la suite "Shine
on", en donde la pantalla del fondo se convirtio en una pagina de comic
recordando al personaje favorito de Syd Barret, el Silver Surfer de Jack
Kirby. Luces bajas y entreacto, veinte minutos de descanso
La segunda parte de In The Flesh largo con un recuerdo a 1968 y al disco A
Saucerful of Secrets, con una version bastante calmada y sin los potentes
toques lisergicos originales de "Set the Control for the Herat of the Sun".
Corazones divididos frente a la nueva forma de este clasico, alejada de la
rebeldia insolente de hace treinta años, apta ahora para todo publico.
Adulto joven reemplazando a la locura siquica, Syd Barret y unos
jovencicimos Floyd en pantalla. Personalmente la encontre bastante floja,
pero es cosa de gustos.
Un fondo estrellado y las voces y latidos pregrabados catapultaron un
extracto de "Speak to me", la inquietante introduccion a Dark Side of the
Moon (1973). Gritos femeninos y una aletargada guitarra slide a cargo de
Chester Kamen empujaron al mismo guitarrista a encargarse de la flamante
vocalizacion de "Breathe (In The Air)", escalon inicial al lado oscuro de la
luna y para la gran mayoria de los presentes el comienzo de lo mejor de la
noche. Cuadrofonia y efectos ambientales construyeron un baile de relojes
despertadores alrededor del estadio, por encima y debajo del escenario. En
un segundo el fondo se convierte en un prisma gigantesco y la maestria de
Graham Broad en las baquetas y percusiones hicieron de la introduccion a
"Time" un deleite para floydianos de todas las edades. Un CLASICO con
mayusculas donde Waters y Kamen intercambiaron piezas vocales y solos
instrumentales. A esas alturas del espectaculo, Waters era Pink Floyd y Pink
Floyd estaba frente a nosotros. Kamen extendio su solo final hasta unirlo en
slide con "Breathe Reprise".... home, home again, i like to be here when I
can... Maxima comunion del publico y la banda, aplausos al maximo, corazones
latiendo incluso con mas fuerza que los que hacian background grabado y
ambiental durante la revision de la luna.
"Money" fue la encargada de cerrar el ciclo de Dark Side of the Moon y el de
la carrera de Waters dentro de Pink Floyd. La pantalla transformada en un
increible tocadiscos y el LP girando y convirtiendose a cada rotacion en
imagenes de aviones, partidos de futbol, chicas guapas y dinero, mucho
dinero. Detras del escenario, la cuadrafonia reproduciendo en altisima
fidelidad ruido de cajas registradoras y tragamonedas. A nivel sonoro,
ninguna cancion se escucho mejor que "Money" y en la voz lider de Chester
Kamen, las diferencias con la interpretacion original de Gilmour eran
minimas.
The Pros and Cons of Hitch-Hicking (1984), el primer disco solista de
Waters, fue el puntapie inicial al recorrido por la carrera del bajista
fuera de la banda que lo hizo famoso. Y la eleccion no pudo ser mas certera,
Waters y Andy Fairweather-Low (en guitarra lider electroacustica)se citaron
al centro del escenario para interpretar a duo la languida belleza de "5.06
AM Every´s Stranger Eyes". Hermosa balada, ayudada de fondo con imagenes
gigantes de indios norteamericanos y una estupenda manera en que el musico
le dijo a la audiencia que mas alla de Floyd tambien tiene mucho que decir.
Algo que se recalco aun mas con las dos partes de "Perfect Sense", del
Amused to Death (1992), verdadero climax del espectaculo como tal.
Un dialogo entre el astronauta Dave y el computador Hall 9000, de la
pelicula 2001, sirvio de introduccion para "Perfect Sense Part 1", a mi
juicio el mejor tema de Waters como solista. Un mono mirando television y
Waters transfigurado en una especie de predicador evangelico que nos cuenta
la historia de un simio que mira noticias en la tele y no entiende nada.
Mismos versos que la sobrecogedora voz de la corista P.P.Arnold continua en
un solo femenino capaz de helar los huesos del mas insensible. Un submarino
nuclear al fondo y la pantalla que se convierte en un periscopio mientras
dos relatores deportivos hacen de la tercera guerra mundial un partido de
futbol, el tema es "Perfect Sense, Part II", un himno posmoderno y ensayo
profetico acerca del estado del mundo... del humbral del fin de todo...
alemanes matan a judios, judios a arabes y arabes al resto... reza el coro
ensalsado por un espectral efecto catedral que conduce al juego a una
explosion que hizo de la oscuridad de la noche un rojo espectral, sepulcral.
Waters declaro en su epoca que habia compuesto "Perfect Sense" como el himno
definitivo de la humanidad y anoche, en el Nacional, ese sentir quedo mas
que claro.
El paseo por Amused to Death continuo con "The Bravery of Being out of
Range", un rock potente para una historia oscura y tan triste como las
anteriores. Puede resultar desfasado y hasta anacronico, pero el rollo
interno de Waters con la guerra se entiende como una cuestion que va mas
alla de una historia familiar, acercandose a un discurso similar al de
Oliver Stone en Peloton... una advertencia poetica, nada mas que eso, nada
mas que un cuento personal al servicio de la buena musica, del arte. El duo
"It's a Miracle" y "Amused to Death" tuvo la mision de cerrar el viaje por
los discos solistas del musico. Temas largos, llenos de matices y tristes
como la vida misma. La estacion espacial viajando al fondo de la pantalla,
una estrella fugaz de verdad encima de todo y un amanecer sobrenatural para
un cuento de politica ficcion esplendidamente escrito y mejor cantado. La
voz de Waters no sera la mas dotada del mundo, pero si es la mas adecuada
para narrar esta historia acerca de una humanidad que ha desaparecido...
pero en la que no todo resulto tan mal ya que estuvimos entretenidos hasta
la muerte.
"Brian Damage" trajo de regreso los sones de Dark Side of the Moon (1973),
un Pink Floyd clasico y magnifico, un Pink Floyd cada vez mas presente y mas
humano. El coro reproduciendo las palabras de Waters acerca de la
alienacipon humana y los estados de locura mas faciles. Daño cerebral,
mucho, pero da lo mismo si total nos seguiremos viendo en el lado oscuro de
la luna. Mientras, en el fondo, una ciudad muerta nos destella su sol
brillante y amarillo, un sol condenado a morir. Destinado a hacerse sombra
en cada verso de "Eclipse", la ultima cancion de la noche antes de los bis,
de los encores: all that is now, all that is gone, all that's to come, and
everything under the sun is in tune, but the sun is eclipsed by the moon,
canto la banda mientras una luna negra tapaba el sol y hacia eclipse sobre
nuestros corazones.
Momento de intimidad, aplausos finales, Waters delante del escenario.
Balbuceo un par de palabras en español y presento a los miembros de su
banda, comenzando por los guitarristas Snowy White y Chester Kamen y
terminando con los teclados de Harry Waters, su propio hijo y quien esta en
reemplazo del gran ausente de la temporada, el magnifico Jon Carin, quien
luego de riñas internas y reconciliaciones posteriores retornara a la banda
del maestro en junio. Una lastima no haber tenido a este medio Floyd (toca
ademas con la banda de Gilmour) disparando sus efectos, teclados y coros.
Pero Harry lo hizo bien, no deslumbro especialmente, pero cumplio y eso es
decir bastante.
"Confortably Numb" y la emocion se convirtio en llanto. Cuando todo el
estadio creia que el show habia terminado, Roger tomo su guitarra
electroacustica, golpeo al aire y la mejor pieza (a mi gusto) de The Wall
(1979) transformo el Estadio Nacional en un grito unico.. hello... is there
anybody in there... pregunto la gastada voz de Waters hasta que el
gilmouriano Chester Kamen se encargo de contestarle en el melodico coro de
este himno a la soledad acompañada. Una version casi perfecta que culmino en
un soberbio jam de guitarras a duo entre Kamen y Snowy White, roleando sus
cuerdas desde la parte alta del stage. Dos Fender Stratocaster convirtieron
lagrimas en sangre y transformaron el concierto en un ritual absoluto para
60 mil fanaticos que a esas alturas no entendian que estaba pasando, ni
tampoco se lo creian.
La dura letra de "Each Small Candle", tema nuevo, estrenado en la gira del
2000 en EE UU, fue la encargada de dar el punto final a la cita con Waters.
Una letra estupenda, poetica y directa acerca de torturados politicos y
guerras sin derecho, declaradas por unos pocos para el interes de otros
menos. La poetica del bajista no es sutil, no tiene porque serlo, bien por
el, bien por todos. Una ultima vela, encadenada con alambres y el logo de
Amnesty fue la imagen final de la noche, lo ultimo que se apago, porque
nuestros animos y corazones, esos estaban demasiado altos. Con sus errores y
fallas, lo cierto es que In The Flesh fue un espectaculo perfecto, personal
y brillante en donde uno de los musicos mas influyentes de la historia del
rock conocio a su publico del fin del mundo y juntos lo pasaron bien, mas
que bien.
Francisco Ortega
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EN MEXICO D.F.
Comentando el reciente concierto de Roger Waters del pasado martes 19,
quiero iniciar con una ligera critica al Foro Sol, lugar donde se realizo el
evento. Ya se que no critique tanto como debia al Teatro Lirico, donde se llevo
a cabo el concierto de Carl Palmer, pero debemos considerar que fue organizado
por una pequeña compan~ia (Sol Deneb), y no por un gigante del espectaculo
como es OCESA / CIE.
Ya habia padecido la incomodidad del Foro Sol cuando vino Pink Floyd en
1994, pero ahora me peso mas porque llevaba a una acompañante femenina,
que para colmo no es fanatica de Waters, y tuvo que padecer las incomodidades
de local. Afortunademente las pantallas gigantes nos permitieron ver al grupo,
ya que directamente solo por algunos minutos se podia divisarse a traves de una
multitud de personas paradas sobre fragiles sillas.
De aspecto musical no hay queja, un sonido excelso y un espectaculo visual
sino tan deslumbrante como el de Floyd, si enfocado a dar marco a las eternas
obsesiones de Waters (la neurosis contemporanea, la guerra, los controles de la
sociedad sobre el individuo, la incomunicacion del mundo moderno,...). Con una
banda mas que correcta, Roger Waters dio un repaso de su obra con Floyd, y de
su carrera como solista, demostrando que si bien no es un musico virtuoso, es
un gran compositor.
Destacaron piezas como Mother, Dogs (con su parte instrumental que Waters
aprovecho para jugar cartas, una buena "puntada"), la bellisima Shine On Your
Crazy Diamond COMPLETA, Welcome the the Machine, Wish You Were Here, Time,
Perfect Sense I y II,
It's a Miracle, Amused to Death, Eclipse y Confortably Numb "rolon de
rolones".
Algunos diran que el concierto termino anticlimaticamente con la nueva
cancion, Flickering light, aunque la interaccion entre el publico y artista
durante ese tema (por medio de los infaltables encendedores), fue muy
emotiva.
Saludos a todos
Alejandro Barreiro Isabel
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EN CARACAS:
Cuantas veces se tiene la oportunidad de disfrutar en vivo de musica creada
hace mas de 20 años y ejecutada por sus creadores originales?
Esta fue una pregunta que no me habia hecho en todo el dia del concierto de
Roger Waters. Tal vez debido a que no tenia ninguna expectativa de escuchar
en ese concierto mas de 2 o 3 temas del grupo que dejo atras hace unos
cuantos años.
Por supuesto que el deseo existia pero estaba oculto por evitar un frontal
decepcion. Este anhelo oculto se revolcaba inquieto al llegar al lugar y
ver muchas personas con franelas de PF de todo tipo y color que cargaban
personas con una edad promedio mayor a 25 a#os (AL FIN gente adulta!
...Disculpen este arranque...)
La falsa tranquilidad desaparecio al final de la presentacion del telonero
principal, Tempano. Pedro Castillo despues de sacar su repertorio de nuevas
canciones, de decir que somos el mejor publico que jamas ha tenido en
frente en 22 a#os y de alborotar al publico tocando cacerolas en su ultima
cancion llamada "La Conspiracion" solto esta perla: "Ya viene Roger Waters,
va a tocar todo lo que se pueden imaginar y mas..." ¿¿?? Y continuo
diciendo "...el concierto sera un poco extenso y tendra un intermedio, el
indicara cuando sera", alguna vez han visto un cachorrito mirando una rana
saltar? Asi estaba yo.
Definitivo! Existia la posibilidad de escuchar unas cuantas canciones de PF
entre su abanico de temas en solitario, que sin ninguna pena puedo decir
que todas son desconocidas para mi.
Ok, veamos que trae. Pantalla gigante al fondo de la tarima presentada por
4 proyectores, un escenario con una mesa y una lampara (para lo fanaticos
de The Wall esto es un gran indicio), una mini tarima de casi dos metros
detras de los instrumentos y unas peque#as torres de cornetas colocadas
estrategicamente a los lados y al fondo del lugar.
Comenzamos, RW estaba montado en la mini tarima por encima de todos sus
musicos y todo el mundo empezo a gritar y tuvieron que estirar un poco mas
la garganta para poder responder a la primera cancion... Era In The Flesh!
Se bajo de la mini tarima y la pantalla gigante se ilumino con el ejercitos
de martillos andantes el publico comenzo a cruzar sus mu#ecas y a
escenificar su papel en la pelicula. (Ni#os de 15 a#os, escuchen con
cuidado, la musica es capaz de tener una filosofia, se los juro por mi
madre). Por mi madre que tambien se lanzo Mother y el bombardeo de imagenes
del concierto de Berlin que continuo fue apabullante. Yo? No alcanzaba a
reaccionar.
Cuantos sonidos de helicopteros hay en el disco The Wall? Pues basto que
usaran el adecuado para bajarle los pantales a todo el mundo, porque este
fue real. Sincronizaron la cancion con un helicoptero que estaba con las
luces apagadas flotando detras de la tarima y en el momento preciso se nos
monto encima y nos apunto con su reflector. PUM! Another brick in the wall.
Escalofrios... Dios! Como se puede estremecer al publico de esa manera?
Temprano esa tarde vimos varios helicopteros que iban y venian moviendo a
los artistas y quien sabe que otras cosas pero que cuando esa misma maquina
nos pasara por encima a la vez que suenan unas notas musicales te pone
mucho a pensar. Este momento es comparable a la oportunidad en el concierto
de Peter Gabriel que uso su camara medica para hacernos sentir que nos tragaba.
Esta es una oportunidad de oro porque cuando esto se creo yo solo tenia 10
a#os y en alguna gira que pudieron presentar esto yo ni sabia que ellos
existian y ni hablar que me babeaba de pensar en los afortunados que fueron
a Berlin en el 90 porque yo ni so#aba en ir a otro pais a ver un concierto.
Aqui no hay discusion, sin saberlo estaba presenciando algo que fue creado
para hacer historia.
La metralla siguio cayendo con trabajos de varios discos, Dark Side of The
Moon, Animals, Wish you where here, The final cut. A todos les paso por
encima dando un claro mensaje: Esto tambien es mio. Porque alli estaba
cuando creo Dogs, Time, Money, Comfortably Numb, Shine on You Crazy
Diamond, Southhampton Dock y todo esto y mas nos lo ofrecio en este concierto.
Los gritos, las campanas y toda la gama de sonidos atmosfericos que son la
firma de PF se hicieron mas presentes y relevantes con las torres
adicionales de cornetas, ejecutando su trabajo en momentos asincronos para
que no quedara mas alternativa de mirar a otro lado que no fuera a la
tarima o a las pantallas gigantes, aqui no habia cabida para monotonia.
Sus temas como solista fueron como recesos de calma para todos, era
irrelevante que no supieramos sus canciones y al ver la cantidad de ellas
en todo el concierto podria decirse que el era solidario con nosotros.
En fin, se fajo en regalarle a unos rezagados suramericanos una vivencia
que para algunos fue historia facil. Para nosotros fue una espera de unos
cuantos a#os y esto pudo ayudarnos a valorarla mucho mas.
Gilberto Pagua
Caracas, Venezuela
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Tener la oportunidad de asistir a un espectaculo como el de Roger Waters en
Venezuela, un pais que no se caracteriza precisamente por una gran oferta en
lo que a conciertos de rock progresivo se refiere, fue mucho mas que ver un
sueno realizado. En los ultimos cuatro anos el panorama nacional ha mejorado
bastante y hemos podido contemplar por fin a Yes, Peter Hammill y Camel,
entre los mas clasicos, ademas de After Crying y Flower Kings. Pero Roger
Waters sobrepaso en mucho cualquier expectativa, y la mas viva imaginacion
(por mas prevenida que estuviese) se quedo corta ante lo que fue su
concierto. Cuatro dias despues del concierto no dejo de experimentar a cada
momento especies de pequenos retrocesos en el tiempo que me dejan con algun
recuerdo emocionante de ese dia, y hoy, finalmente, me he decidido a
sentarme y tratar de organizar por escrito todos estos recuerdos. Mientras,
he dejado sonando por enesima vez Dark Side Of The Moon.
Una palabra antes acerca de la banda de rock progresivo venezolana Tempano,
que le toco la tarea de presentarse antes de Waters. Mucho se podria decir
acerca de ellos, y bien podrian ser protagonistas de un escrito como este.
Diremos, por ahora, que su proximo disco (cuyas canciones tuvieron la
oportunidad de mostrar), se perfila como un trabajo ampliamente
recomendable.
El Caracas Pop Festival tuvo lugar en un espacio construido especialmente
para el acontecimiento y bautizado como el Valle del Pop. En realidad, no
queda exactamente en Caracas, sino a unos 25/30 minutos de la ciudad, muy
proximo a otra poblacion llamada Guarenas, ciudad donde vivi hasta hace
pocos anos. Esta fue la primera grata sorpresa cuando supe del concierto: no
solo por fin un ex miembro de Pink Floyd iba a visitar mi pais, sino que
ademas el concierto tendria lugar a cinco minutos de la casa de mis padres.
El escenario es uno de los mas impresionantes que hemos podido contemplar
los venezolanos, tal vez solo igualado (segun supe por referencia) por el
del concierto de despedida de Soda Stereo, en cuanto a tamano, mas no en
aparataje. Antes del concierto, a manera de abreboca, pudimos escuchar las
pruebas del sonido cuadrafonico y ruidos de helicopteros y ladridos de
perros llenaron el espacio. Un satelite artificial cruzo el cielo.
A las ocho de la noche se apagaron todas las luces y la banda de Waters
(tres guitarristas, un tecladista, un baterista y tres coristas) se
colocaron en sus puestos. Mientras los acordes iniciales de In The
Flesh iban apareciendo acompanados por fuegos artificiales, Roger
Waters salio ante el publico. Nunca habia presenciado una ovacion tan
impresionante. Por momentos los gritos de emocion de todos nosotros opacaban
la musica. Solo la voz de Waters estaba por encima de todo. Un helicoptero
salio de atras del escenario y sobrevolo por encima de los asistentes
mientras sonaban The Happiest Days Of Our Lives y
Another Brick In The Wall, part 2. Aqui no hubo nadie que no
cantara, gritara o tarareara la letra, a la par que los martillos marchaban
en la pantalla del fondo del escenario. El primer punto algido de la noche
culmino con Mother. En la pantalla, un punto comenzo a moverse
y a acercarse lentamente; con el transcurso de la cancion se fue haciendo
cada vez mas grande hasta que se pudo distinguir que se trataba de la figura
de la madre de The Wall (la que configura una pared con sus brazos). En ese
momento sonrei al imaginarme que minutos antes yo habia contemplado a ese
punto acercarse desde el espacio exterior, y lo habia confundido con un
satelite artificial.
Comenzaron entonces a sonar los acordes de Pigs On The Wings.
Personalmente fue uno de los momentos mas emocionantes, ya que Animals fue
uno de los discos por los cuales yo conoci a Pink Floyd, y escuchar este
breve tema seguido por Dogs, me trajo muchisimos recuerdos.
Los ladridos de los perros en sonido cuadrofonico hacian sentir como si una
manada entera corria por encima de nuestras cabezas. En el intermedio
instrumental de esta cancion, Waters y algunos de sus musicos se sentaron a
jugar una partida de poker, como parodiando a los poderosos que juegan con
los destinos de la humanidad.
Despues de dos temas de The Final Cut siguio la seccion de Wish You Were
Here. Cuando comenzaron a interpretar Shine On Your Crazy
Diamonds la imagen de Syd Barrett lleno la pantalla. Luego
reprodujeron un video de los Pink Floyd originales caminando a campo
abierto, pasando por detras de un espantapajaros y luego Roger Waters se
dejaba caer riendo en la grama. En ese momento, Roger dirigio su mirada a la
pantalla y sonrio como con nostalgia de verse a si mismo unos 35 anos atras.
A esto siguio Welcome To Be Machine y Wish You Were
Here. La primera fue una de las mas gratas sorpresas en el
repertorio, y conto, en mi opinion, con las animaciones mas impresionantes:
imagenes muy crudas, pero al mismo tiempo muy metaforicas, terribles y
hermosas a la vez y sincronizadas a la perfeccion con la musica. Junto con
la segunda, como era de esperarse, fue otro de los climax de la noche. Con
la parte final de Shine On Your Crazy Diamonds culmino el
primer set. Mientras finalizaba, un diamante gigante que se habia alzado en
el fondo del escenario, por delante de la pantalla, giraba lentamente.
Durante el intermedio todos especulabamos sobre lo que seguiria. Las
canciones de Dark Side Of The Moon yo las daba ya por hecho, pero sonaba con
algo aun mas viejo. Que sorpresa cuando, al regresar al escenario, Waters
tomo la guitarra acustica y comenzo a tocar las misteriosas notas de una de
sus composiciones mas antiguas: Set The Controls For The Heart Of The
Sun. Hasta entonces todas las canciones habian sido ejecutadas casi
al pie de la letra de las versiones originales, pero en esta Waters y su
banda se permitieron una excelente actualizacion.
Tras esta cancion, comenzo a sonar otra vez una serie de ruidos bien
conocidos: cajas registradoras, risas, voces. Se trataba de Speak To
Me, tras la cual siguieron las melodias flotantes de
Breathe. Asi se daba inicio a la seccion dedicada a Dark Side
Of The Moon, que continuo con un estruendo de relojes y con el baterista
poniendose de pie y comenzando a tocar la introduccion de
Time. No fue sino hasta este momento, como en una especia de
intermedio para The Dark Side Of The Moon, cuando Waters se dedico a
interpretar temas de su carrera como solista. Estos discos no son muy
conocidos en Venezuela (ni siquiera un fanatico como yo, he de confesarlo,
los conozco), pero precisamente mi desconocimiento me permitio disfrutar de
este momento del concierto de una manera especial. Hasta entonces todo habia
sido principalmente un derroche de emocion. Asi que escuchar canciones
desconocidas para mi me permitio disfrutar de esta parte del concierto del
concierto de una manera distinta. Creo que algo parecido le paso al resto
del publico: cuando Waters culmino su interpretacion de los temas de Amused
To Death, se dirigio al publico diciendo Yeah, pero estabamos
todos tan absortos tras la escucha de estas canciones que nos quedamos
mudos. Waters tuvo que preguntar: No Yeah? para hacernos
reaccionar. Entonces retorno a Dark Side Of The Moon a traves de los
arpegios de Brain Damage, para terminar esta parte con
Eclipse, mientras en la pantalla, un sol iba siendo eclipsado
lentamente. Este fue otro de los climax del concierto.
Para la despedida Waters habia dejado otro de sus clasicos. Y regreso al
mismo disco con el cual habia comenzado el concierto para interpretar
Confortably Numb. Nuevamente las voces de la gente opacaron la musica y la
emocion llego a niveles extraordinarios. Culmino la cancion, culmino el
concierto, Waters y sus musicos se despidieron y desaparecieron detras del
escenario. Pero mas nadie se movio, y con nuestra ovacion lo hicimos
regresar para dedicarnos una cancion mas. Era otro de sus temas como
solista. Este si fue el final. Comenzaba el lento regreso a casa. Comenzaban
a sucederse los recuerdos de este fabuloso concierto que hasta hoy en dia
(cinco dias despues de haber comenzado a escribir estas lineas, escuchanco
esta vez Animals) no cesan en su frecuencia.
Israel Ortega Oropeza
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