Viernes 27 de noviembre; me preparo para una nueva experiencia musical; me
encuentro antes con mis amigos, en especial con mi hermano de vida y
companiero de correrias musicales; nos ponemos a tono; oimos algo de musica,
comentamos novedades, comenzamos a recordar viejas aventuras. Llegamos al
teatro Coliseo; el clima es parecido pero no igual; no es un ambiente
"sinfonico"; hay mas mujeres que las habituales, muchas parejas, edades muy
variadas; los habia de 20, de 40, de 50; mucha expectativa; mas de la que
imaginaba. Entramos; Guillermo Cides desenfunda su Stick y nos muestra lo
que sabe; el sonido no es barbaro pero lo que hace lo hace muy pero muy
bien; aplausos, entendidos algunos y el de otros que no sabian de que se
trataba pero que siguieron la ejecucion con mucha atencion.
Un poco de ruido, palmas y gritos hasta que las luces se apagan; el buen
clima rondaba el ambienta; se oye una guitarra y en la oscuridad aparece el
largo pelo del veterano Hodgson; primer estruendo; aplausos gritos y un
personaje particular que, de inicio, se mostro sorprendido por la aclamacion
y dispuesto a brindar todo lo que el sabe sobre el escenario.-
Poco tiempo le demando ponerse a la audiencia en el bolsillo; conmovedor su
intento de hablar castellano (leia por fonetica una bastante gastada hoja) y
su simpleza; pocas veces he visto tanta sencillez sobre el escenario como la
de este hombre. Y si algo le faltaba para generar el clima ideal, era tocar
una a una las canciones que todos fuimos a escuchar.-
Y a nadie importo que en el programa se anunciara un guitarrista (Michael
Edward Woods) y que el mismo no estuviera; como importaria si tocaba In
Jeopardy o the logical song;
Y a nadie importo la notoria ausencia del saxo inigualable de Helliwell (se
escirbira asi?) si pudo ejecutar School, pidiendo la participacion del
público para reemplazar al piano con un "la la lalalala la la la ";
Y a nadie importo la tambien notoria ausencia de la mas grave voz de Davies
en los contrapuntos vocales, si igualmente oimos Breakfast in America, o
Hide in your Shell (increiiiiiiiiiiiible);
Y a nadie importo que poco aportara para las segundas voces el bajista, si
pudimos oir un tema sorprendente de su proximo disco que crea un clima
africano impresionante (tema mejor recibido por los fans progresivos que los
que solo recuerdan el aspecto mas pop de Supertramp);
Pasadas cuatro o cinco cancione, un sano descontrol se apodero de la sala;
era estar en el living de nuestro hogar, con un Roger que nos preguntaba que
queriamos escuchar, y que nunca se hizo rogar; la emocion nos apodero. Nos
abrazamos con mi hermano de vida y lloramos, por que era un milagro oir en
vivo despues de 25 anios parte de la musica con la que crecimos y que nos
unio; y no pude evitar que una lagrima rodara, cuando recordaba como me
miraba mi padre, a quien en tan poco tiempo ya tanto extranio, cuando me
veia enloquecido cantando aquellos viejos temas de Supertramp.
Se fueron; volvieron por aclamacion; claro, no podia faltar Give a little
bit; no tenian ganas de irse, ni ellos ni nosotros; y el viejo Hodgson
decidio darnos el golpe final, castigaba las teclas con sus manos para
ofrecernos una maravillosa version del que, a mi modesto entender, es el
mejor tema de Supertramp: fools overture; jamas hubiera imaginado que alguna
vez lo oiria en vivo; la voz sigue inmaculada; la ejecucion fue brillante;
concluyo, y decidi irme. La gente pedia mas, pero yo no estaba preparado;
creo que no existe mejor manera de cerrar una fiesta musical como esta;
cualquier otra cosa que hubiera hecho luego, seria agregar una injustificada
post data despues de la palabra fin de un libro de Gabriel Garcia Marquez.-
Sali; noche calurosa; era tarde y me esperaban mi esposa y mis hijos (todos
ya dormidos), pero no queria volver; habia vuelto por un rato a otras
epocas, hermosas, en las cuales mi vida (y mis preocupaciones) eran otras;
abri despacio la puerta de mi hogar; todo era silencio; me di cuenta que ya
tengo 35 anios, pero que siempre sere muuuuy joven gracias a la musica.
Encendi el walkman, puse "Even in the Quitest Moment" y me sumergi en mi
otra realidad.
Gracias Roger.
Disculpen por la extension. Abrazos para todos.-
Ruben Arari
Buenos Aires
Noviembre 1998
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