Increible pero cierto, un tercer concierto progresivo en este rincon apartado
del mundo en menos de un año. Aunque se anunciaba el concierto del giganton
Fish para el ano anterior, su venida a San Jose termino siendo bastante
sorpresiva.
Lastimosamente, al igual que sucedio con Steve Hackett, la respuesta del
publico local fue mas que pobre. Creo que dificilmente volveremos a ver por aca
un acto progresivo en un futuro cercano, a menos de que nuestros promotores
locales caritativamente decidan continuar subvencionando nuestros gustos. Y
esto fue raro, porque Fish es un musico de culto, y a juzgar por la cantidad de
llamadas y el entusiasmo que percibimos en nuestros radioescuchas de Catarsis
en el programa de la semana previa al concierto, el teatro iba a estar a
reventar.
Para colmo de males el sonido de la banda durante el concierto fue bastante
malito al inicio, y el Fish no venia en su mejor momento. De hecho, tuvimos las
decepcion de que precisamente en Kayleigh, el tema que mas ansiosamente le
esperabamos escuchar, se le fue la voz al cantante.
Pero el pescado es grande, y no solo en cuanto a sus dos metros de estatura,
sino a que compenso la poca asistencia, el mal sonido y su maltratada voz con
una interaccion muy intensa con el publico. Eso salvo la noche, y aparte de
escuchar un buen rock nos reimos bastante, aunque en algun momento fuera a
costa del suscrito.
Personalmente disfruto mas de un concierto cuando conozco la musica, asi que
esta vez senti la ausencia de conocer el Fellini Days, el ultimo disco de este
musico que es practicamente inconseguible a un precio razonable en el
hemisferio occidental. Afortunadamente, esta semana me llego como parte de la
seleccion mensual que envia la disquera Musea, asi que mientras me tomo un
whiskito y disfruto de este disco (que honestamente no es el mejor de Fish), me
armo de agradables recuerdos y escribo esta resena.
De hecho el concierto se inicio con el tema que abre el disco 3D, me imagino
que desconocido para casi todos los presentes. Recuerdo que me hizo sentir un
poco incomodo, pues a su inicio el tema es un poco perezoso, y con los
problemas de sonido no encajaba con una apertura de un concierto. Pero luego en
su desarrollo va construyendo un impresionante crescendo que consiguio romper
el hielo en las butacas.
A continuacion vino el mayor exito comercial de Fish, el tema Big Wedge, un
producto algo cuadrado musicalmente pero adecuado para llenar el ambiente de
energia.
Luego vino el gran pecado. Una mezcla de Lucky, Credo y Vigil in a wilderness
of mirrors, estos ultimos, unos de mis temas favoritos, que merecian un mayor
desarrollo y protagonismo. Uno de mis vecinos de luneta maldecia abiertamente y
se lamentaba que Fish nos hiciera el mismo castigo de Hackett, de escuchar
cercenados nuestros temas mas gustados.
En realidad no recuerdo el orden exacto de todos los temas de la noche. Pero si
se que el mejor fue The perception of Johnny Punter, la cancion que abre el
disco Sunsets of empire. Un temazo y la interpretacion impresionante, con una
actuacion destacadisima del guitarrista John Wesley, quien definitivamente fue
el musico que mas destaco en la banda (y en el disco se oye aun mejor). Todavia
resuenan en mi memoria esos estribillos "We are in another world living on the
planet, we are".
Luego vino Kayleigh con los problemas ya senalados. Aqui fue donde Fish saco
mas fuerzas de flaqueza y se volco hacia el publico para compensar las fallas
tecnicas, y Wesley ayudo bastante con su solo.
Mas tarde vinieron otros dos temas del Fellini Days, llamados So Fellini y The
pilgrim's address, que sinceramente no son nada del otro mundo. Mejor hubiera
sido escuchar alguno de sus clasicos como Internal exile o The company, pero
bueno, el hombre tenia que promocionar su ultimo trabajo.
Hacia el final del concierto, los temas de rigor de Marillion, otra vez
interpretados tipo potpurri. Excelente Assasing, cuya introduccion fue
grandiosa, y dio lugar a que se luciera el baterista, cuyo nombre se me
escapa, el otro musico destacable de la banda.
Y asi terminamos escuchando de pie el final de la presentacion. Esto fue la
parte mas destacable de la noche, pues la exigua concurrencia se volco hacia el
musico. Y ya hacia al final, se escuchaba a buena parte del publico coreando
Fugazi, demostrando que entre la audiencia habia bastantes fans duros de
Marillion.
La ovacion al terminar fue bastante intensa. Lo que no se logro con la parte
tecnica se sobrepaso con el magistral dominio del publico que ejercio el
artista. Como encore disfrutamos una memorable verson de Lavender que valio
por si sola el precio del boleto. Impresionante. Y todos cantamos "a penny
for your toughs my babe".
Lastimosamente no pudimos interactuar con el musico, otros afortunados de
Catarsis si pudieron hacerlo y concuerdan con que el hombre es un tipazo.
Lastima que por programar una presentacion adicional en Mexico no pudimos
tenerlo con nosotros el dia anterior y haberle servido generosamente de
anfitriones a la produccion cervecera local.
Federico Mata Herrera
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