Siempre es un gran placer disfrutar de la musica de Alan Parsons, un
personaje muy importante en la historia del rock y pop mundial. Sus
antecedentes son bastante conocidos. Empezo siendo un joven empleado en los
Abbey Road Studios, colaborando en la parte de grabacion con los Beatles en
"Let it be" y "Abbey Road", para luego desarrollar una interesantisima labor
en la produccion de albumes importantes de gente como los Hollies, Al
Stewart, Wings, Ambrosia, John Miles o Pink Floyd. De "Music" a "Money",
pasando por "The Air that I Breath" y "The year of the cat"; todos aquellos
clasicos temas tienen un poco o mucho del toque "Parsons". Fanatico de la
musica, la electronica, el sonido y las mas avanzadas tecnicas de
produccion; cuando se largo a producir sus propias obras (junto al escoces
Eric Woolfson) en el Alan Parsons Project, elaboro una serie de discos
conceptuales muy elaborados en lo musical y en la labor de produccion. Casi
un proyecto sonico de laboratorio, aquellos discos del APP eran verdaderas
"peliculas sonoras", en especial la epoca 1976-82. Aun hoy me parecen
prolijos experimentos de avanzada que buscaban la elaboracion de la "cancion
perfecta". Ahora bien, la pregunta era: ¨se podria reproducir toda aquella
magia elaborada en estudio en el vivo de un concierto?
Y si, se puede. La contundencia del concierto brindado este sabado 29 de
enero asi me lo demuestra. Esta claro que los avances tecnologicos actuales
le posibilitan a Parsons manejar miles de trucos sonoros y samplers que se
disparan en forma certera para recrear, de esta forma, la magia de aquellos
discos. De cualquier forma, hay que decirlo, la labor de los musicos que
acompanian a Parsons es impecable. Muy buenas voces, todos cantan y
reemplazan bastante bien a aquellos selectos cantantes de las obras
originales y lo mas importante: son muy buenos musicos. En la bateria Steve
Murphy, un tipo que literalmente "la rompio"; John Montagna en bajo cumplio
un trabajo sobrio y preciso; un correcto tecladista como Manny Focarazzo y
el explosivo guitarrista Godfrey Townsend (casi una mezcla de Gilmour con
Satriani). Todos ellos cumplieron, junto al saltarin vocalista P. J. Olsson,
una gran actuacion.
Y alli, en el centro del escenario, Alan Parsons "in the flesh"... como si
fuera el director de esta brillante orquesta sonora que no daba lugar al
respiro tirando un clasico atras de otro. Desde lejos, con el sobretodo
negro y su prominente panza, Alan parecia un "Pavarotti con pelo largo" que
manejaba toda la funcion con su teclado, animandose (incluso) a empuniar la
guitarra acustica y hasta a veces cantar. En resumen, un capo total. Es
curioso, viendolo, recordar que estuvo tanto tiempo negandose a tocar en
vivo, porque maneja la escena muy bien y tiene bastante carisma. Ya habia
venido a nuestro pais en 1980 pero solo en caracter promocional. Recien
volveria para (ahora si) tocar en los '90. Y en esta, su tercera visita, se
volvio a llevar todos los aplausos. Un grande con todas las letras que
ofrecio lo mejor de su produccion. Haciendo un equilibrado recorrido que
abarco todas sus epocas desde aquel mitico "Tales of mistery and
imagination" hasta un par de atractivos temas nuevos. El show empezo con
aquel espectacular instrumental llamado "I Robot", el que dio paso a
brillantes versiones de temas como "I wouldn't want be like you",
"Breakdown", "Damned if I do", la emotiva "Don't let it show", "Don't Answer
me", "Prime Time", "The Raven", "Days Are Numbers", "What goes up" o la
excelente "Snake Eyes". Por supuesto que no podia faltar la efectista "Time"
(¨un afano a "Us and them"?) que le puso la piel de gallina a mas de uno en
la concurrida y heterogenea audiencia.
Por si fuera poco, los temas nuevos tambien fueron bastante buenos, en
especial uno llamado "Return to Tunguska" con reminiscencias arabicas -
orientales muy bien mezcladas con los sonidos electronicos de la actualidad.
Tampoco falto, en esta especial noche, el repaso obligado por el gran "Eye
in the sky" (el disco mas exitoso del APP) con piezas como "Mammagamma";
"Psychobbace", con un espectacular despliegue de sirenas y luces rojas; y el
emotivo final de la primera parte del show con "Old and wise". Para los
bises dejaron (como no) al clasico instrumental "Sirius" (el mismo que era
usado por los Chicago Bulls en la entrada de su primer equipo en su epoca de
mayor exito en la NBA con Michael Jordan y Cia.) y la mismisima "Eye in the
sky", muy coreada por el publico. Tambien hubo una pequenia improvisacion en
la que el guitarrista se lucio tocando un fragmento de "Layla", aquel viejo
tema de Derek and the Dominoes. Por fin, el show acabo con "Games people
play", un alegre tema de "The turn of a friendly card". En resumen, fueron
algo mas de dos horas de un show brillante. La verdad es que hacia mucho que
no me iba tan contento de un concierto. Estaba un poco harto de ver a
figuras del rock de los '70 que se la pasan tocando insulsos temas nuevos
mientras que la gente solo pide "una que sepamos todos". Por suerte este
Alan Parsons Project toco "todas las que sabemos todos" y no fue para nada
avaro con su publico, ofreciendole justo ese material por el que habian
pagado su ticket. Por otra parte, es destacable el esfuerzo de la gente del
Teatro Gran Rex que parece que arreglo el aire acondicionado ya que no me
cague de calor como me paso en el show de Jethro Tull de 2004. De esta
forma, puedo sintetizar que sin calor ni sofocones se puede disfrutar "a
full" de un excelente show como este, con la magia de Alan Parsons y sus
secuaces. No me queda mas nada que agregar acerca de este impresionante
show que me encanto.
Simplemente terminar, a la manera de Gustavo Cerati, con un merecido
"gracias totales"...
Emiliano Acevedo.
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