Pasaron por aquí ya
"cajeros"
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II Madrid Art Music Festival; Madrid, abril 2009
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Hola a todos,
El pasado fin de semana tuve la ocasión de asistir al II Madrid Art Music
Festival, organizado por Carlos Plaza, teclista de la formación
hispano-venezolana Kotebel, y su mujer. El festival se prolongaba durante
dos jornadas (viernes y sábado), de las que sólo pude disfrutar la segunda.
La jornada del viernes contó con la presencia de las bandas October Equus y
los (ya veteranos) Galadriel, en su regreso a los escenarios, de los que
como digo no puedo opinar. El sábado estaban citadas en el escenario del
Latinarte (un recinto de reciente construcción, cómodo y moderno, aunque
para tomar algo hay que ir al centro comercial adyacente) tres bandas: los
japoneses Interpose+, Kotebel, los anfitriones, y el cabeza de cartel After
Crying.
INTERPOSE+
Banda, como digo, japonesa, de cinco miembros y chica a las voces, a la que
le faltaban un par de hervores, como se suele decir, para estar en un
escenario (a la chica, no a la banda). La banda desplegó un progresivo de
manual, bien ejecutado pero que a los 20 minutos ya había agotado su
discurso. Y es que no es lo mismo ser buen músico que buen compositor...
KOTEBEL
La banda comandada por Carlos Plaza y su hija Adriana a los teclados
evidentemente es otra cosa. Un concierto de un gran nivel, yo diría que
superior al del año pasado en el mismo festival. Su música, para los que no
la conozcáis, se enmarca en los dominios del rock sinfónico progresivo más
intrincado, con bastante tendencia a las escalas tonales y locrias (bastante
habituales en los géneros más oscuros del prog) y pasajes de gran belleza,
yo diría que no muy lejano a parte del material más reciente (?) de After
Crying. Me encantó la labor del bajista, que forma tándem con un batería
técnico pero un pelín frío para mi gusto (y lo digo por hacer alguna crítica
en algo). La banda tocó algo de su material anterior y naturalmente presentó
su último disco, Ouroboros. En medio del concierto, Carlos Plaza anunció un
regalo musical, para el cual requirió la presencia de un
cantante/guitarrista acústico (cuyo nombre no me llegó), y a continuación
Adriana atacó la intro de Firth of Fifth de manera (casi) impecable. La
versión que nos ofrecieron estuvo muy bien, no fue perfecta (lo cual
demuestra la dificultad de versionar a Genesis) pero la intención fue
excelente y el público lo agradeció con creces.
AFTER CRYING
Cerraba el festival un cabeza de cartel de lujo, nada menos que los que no
hace mucho eran grandes abanderados del rock progresivo europeo, en pugna
(aunque obviamente en terrenos muy diferentes) con Porcupine Tree, pugna que
huelga decir a estas alturas no existe, y me atrevería a decir que sobre
todo por dejación de funciones de los húngaros, que no sacan nada nuevo
desde el magnífico "Show", que si no me equivoco es de 2003, y en directo
luchan por defender prácticamente el mismo show desde entonces (ya es la
tercera vez que los veo y, salvo las lógicas diferencias de repertorio,
tengo la impresión de haber visto el mismo concierto tres veces).
Comentando la jugada con el líder de Periferic Records, que lógicamente
tenía montado el stand de CDs en el hall del teatro, me dijo que en 2011 AC
cumplían su 25 aniversario, y que organizarían un evento acorde a la
efeméride en Budapest, para el cual prometía ("for sure!", me dijo) nuevo
material de la banda. Por cierto, adquirí en CD dos "novedades" de 1986, las
dos primeras grabaciones de la formación original (Vedres Csaba, Egervári
Gábor i Pejtsik Péter), incialmente editadas en cassette, con sonido
bastante infumable, la verdad, pero que muestran (al menos en "Opus 1", el
único que de momento he escuchado) un material cercano a lo que luego fue su
maravilloso "Overground music".
Respecto del concierto, pues para cualquiera que ve a AC por primera vez es
toda una experiencia, pero como digo era mi tercera vez y he de confesar que
la propuesta me parece un tanto agotada, incluso a ellos se les ve (a
excepción del bajista/cellista Pejtsik Péter, que era quien repartía un poco
de calor a lo largo y ancho de la tarima) un tanto fríos en escena (aunque
también cabe decir que en los dos conciertos anteriores, en Tiana y en
Marsella, tampoco es que fuesen la alegría de la huerta, supongo que es su
carácter). Por lo demás, pues el concierto giró en torno a "Show" con
algunas incursiones en De Profundis (como la magnífica "Modern Idok" o el
muy aplaudido solo de cello "Stonehenge") pero desgraciadamente ninguna en
Overground music. Los solos personales (como sucedía en Yes) también suponen
una parte importante del concierto, con un duelo bachiano guitarra/bajo, el
tema a cuatro manos de los dos pianistas (por cierto, quien no haya visto a
Balasz Winkler, o Winkler Balasz, escrito al estilo húngaro, le sorprendería
sin duda la facilidad con la que toca la trompeta con la mano derecha y se
armoniza con el teclado con la mano izquierda), el ya mencionado Stonehenge,
y no sé si me dejo algún otro. Como final del concierto, gran colofón a
manos de "Fanfare for the common man". Las exigencias del horario (muy
estricto por requisito del teatro) impidió la ejecución de bises.
En general, el sonido de los tres conciertos fue aceptable, aunque
mejorable. Ya se sabe lo que pasa en este tipo de festivales; que las
bandas, aunque hayan probado sonido durante toda la mañana, tienen luego
media hora escasa para ajustarlo todo, y claro, cuando empiezan siempre hay
algo que no suena, o el sonido está descompensado, o hay un cable mal
puesto, o la abuela fuma. Además había una más que perceptible "chicharra"
que molestaba durante los pasajes más suaves.
En fin, un placer nuevamente haber tenido la ocasión de asistir a este
festival, que promete seguir creciendo en futuras ediciones; la I a la II
ha doblado la duración del programa y ha contratado a un cabeza de cartel de
primer orden... a ver de qué son capaces en la III edición.
Javi Herrera
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Hola a todos,
El pasado fin de semana tuve la ocasión de asistir al II Madrid Art Music
Festival, organizado por Carlos Plaza, teclista de la formación
hispano-venezolana Kotebel, y su mujer. El festival se prolongaba durante
dos jornadas (viernes y sábado), de las que sólo pude disfrutar la segunda.
La jornada del viernes contó con la presencia de las bandas October Equus y
los (ya veteranos) Galadriel, en su regreso a los escenarios, de los que
como digo no puedo opinar. El sábado estaban citadas en el escenario del
Latinarte (un recinto de reciente construcción, cómodo y moderno, aunque
para tomar algo hay que ir al centro comercial adyacente) tres bandas: los
japoneses Interpose+, Kotebel, los anfitriones, y el cabeza de cartel After
Crying.
INTERPOSE+
Banda, como digo, japonesa, de cinco miembros y chica a las voces, a la que
le faltaban un par de hervores, como se suele decir, para estar en un
escenario (a la chica, no a la banda). La banda desplegó un progresivo de
manual, bien ejecutado pero que a los 20 minutos ya había agotado su
discurso. Y es que no es lo mismo ser buen músico que buen compositor...
KOTEBEL
La banda comandada por Carlos Plaza y su hija Adriana a los teclados
evidentemente es otra cosa. Un concierto de un gran nivel, yo diría que
superior al del año pasado en el mismo festival. Su música, para los que no
la conozcáis, se enmarca en los dominios del rock sinfónico progresivo más
intrincado, con bastante tendencia a las escalas tonales y locrias (bastante
habituales en los géneros más oscuros del prog) y pasajes de gran belleza,
yo diría que no muy lejano a parte del material más reciente (?) de After
Crying. Me encantó la labor del bajista, que forma tándem con un batería
técnico pero un pelín frío para mi gusto (y lo digo por hacer alguna crítica
en algo). La banda tocó algo de su material anterior y naturalmente presentó
su último disco, Ouroboros. En medio del concierto, Carlos Plaza anunció un
regalo musical, para el cual requirió la presencia de un
cantante/guitarrista acústico (cuyo nombre no me llegó), y a continuación
Adriana atacó la intro de Firth of Fifth de manera (casi) impecable. La
versión que nos ofrecieron estuvo muy bien, no fue perfecta (lo cual
demuestra la dificultad de versionar a Genesis) pero la intención fue
excelente y el público lo agradeció con creces.
AFTER CRYING
Cerraba el festival un cabeza de cartel de lujo, nada menos que los que no
hace mucho eran grandes abanderados del rock progresivo europeo, en pugna
(aunque obviamente en terrenos muy diferentes) con Porcupine Tree, pugna que
huelga decir a estas alturas no existe, y me atrevería a decir que sobre
todo por dejación de funciones de los húngaros, que no sacan nada nuevo
desde el magnífico "Show", que si no me equivoco es de 2003, y en directo
luchan por defender prácticamente el mismo show desde entonces (ya es la
tercera vez que los veo y, salvo las lógicas diferencias de repertorio,
tengo la impresión de haber visto el mismo concierto tres veces).
Comentando la jugada con el líder de Periferic Records, que lógicamente
tenía montado el stand de CDs en el hall del teatro, me dijo que en 2011 AC
cumplían su 25 aniversario, y que organizarían un evento acorde a la
efeméride en Budapest, para el cual prometía ("for sure!", me dijo) nuevo
material de la banda. Por cierto, adquirí en CD dos "novedades" de 1986, las
dos primeras grabaciones de la formación original (Vedres Csaba, Egervári
Gábor i Pejtsik Péter), incialmente editadas en cassette, con sonido
bastante infumable, la verdad, pero que muestran (al menos en "Opus 1", el
único que de momento he escuchado) un material cercano a lo que luego fue su
maravilloso "Overground music".
Respecto del concierto, pues para cualquiera que ve a AC por primera vez es
toda una experiencia, pero como digo era mi tercera vez y he de confesar que
la propuesta me parece un tanto agotada, incluso a ellos se les ve (a
excepción del bajista/cellista Pejtsik Péter, que era quien repartía un poco
de calor a lo largo y ancho de la tarima) un tanto fríos en escena (aunque
también cabe decir que en los dos conciertos anteriores, en Tiana y en
Marsella, tampoco es que fuesen la alegría de la huerta, supongo que es su
carácter). Por lo demás, pues el concierto giró en torno a "Show" con
algunas incursiones en De Profundis (como la magnífica "Modern Idok" o el
muy aplaudido solo de cello "Stonehenge") pero desgraciadamente ninguna en
Overground music. Los solos personales (como sucedía en Yes) también suponen
una parte importante del concierto, con un duelo bachiano guitarra/bajo, el
tema a cuatro manos de los dos pianistas (por cierto, quien no haya visto a
Balasz Winkler, o Winkler Balasz, escrito al estilo húngaro, le sorprendería
sin duda la facilidad con la que toca la trompeta con la mano derecha y se
armoniza con el teclado con la mano izquierda), el ya mencionado Stonehenge,
y no sé si me dejo algún otro. Como final del concierto, gran colofón a
manos de "Fanfare for the common man". Las exigencias del horario (muy
estricto por requisito del teatro) impidió la ejecución de bises.
En general, el sonido de los tres conciertos fue aceptable, aunque
mejorable. Ya se sabe lo que pasa en este tipo de festivales; que las
bandas, aunque hayan probado sonido durante toda la mañana, tienen luego
media hora escasa para ajustarlo todo, y claro, cuando empiezan siempre hay
algo que no suena, o el sonido está descompensado, o hay un cable mal
puesto, o la abuela fuma. Además había una más que perceptible "chicharra"
que molestaba durante los pasajes más suaves.
En fin, un placer nuevamente haber tenido la ocasión de asistir a este
festival, que promete seguir creciendo en futuras ediciones; la I a la II
ha doblado la duración del programa y ha contratado a un cabeza de cartel de
primer orden... a ver de qué son capaces en la III edición.
Javi Herrera
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