Temas
- Point of Compass - 6:31
- STR (Against the Wind) - 5:32
- Tangent - 5:13
- Etude - 5:57
- HANA - 7:01
- Prelude - 5:21
- [Título en grafía japonesa] - 6:59
- All the vertical stripes are eager to cross together - 6:33
Integrantes
- Jun Takafuji: bajo, cello, violín, teclados
- Nobuyoshi Miyake: violín, viola
- Hirofumi Imai: batería, percusión, marimba, xilofón, glockenspiel, lyricon,
voz
- Koji Yamagami, piano
- Atsushi Asano: guitarra
Colaboradores - Takao Abe (flauta), Kyouko Senke (violín), Shigeru Kasuga
(clarinete bajo)
Chamber-rock desde Japón, país tremendamente prolífico en esto de la recepción
y remodelación de las veredas más bizarras del género progresivo: esta vez nos
quedamos con Zypressen, ensamble refinado y aventurero que solo alcanzó a
registrar este disco homónimo a modo de grano de arena para el progresivo de
vanguardia. A diferencia de otras bandas de su país metidas en esto de la
vanguardia como Pochakaite Malko, Il Berlione o Happy Family, Zypressen
articula un esquema sonoro tremendamente emparentado con el estándar de cámara,
esto es, una predominancia severa de violines en las ejecuciones y arreglos que
dan origen a los temas del disco. Más bien, el uso de ítems instrumentales se
parece más al de los primeros discos de Art Zoyd, pero por otra parte, el
sonido creado y desarrollado por Zypressen está en las antípodas de la tensión
agresiva de Art Zoyd: más bien, este ensamble japonés gusta de darle calidez y
sobriedad a sus bizarras ideas compositivas.
"Point of Compass" ocapa los primeros 6 BD minutos del disco con un crescendo
bien sostenido que nunca llega a un clímax arrollador, sino que más bien
prepara el camino para el juego de síncopas y disonancias que ha de estructurar
el motivo central. "STR (Against the Wind)" es uno de mis temas preferidos de
este disco: el grupo está muy metido en las ondas de Bartok y Grieg, añadiendo
adornos tamboriles que más tienen que ver con rituales antiguos orientales,
mientras que las percusiones tonales se mezclan fluidamente con los desarrollos
melódicos abiertos por las cuerdas y el piano. "Tangent" se despliega por un
sendero similar, incluso más suave, portando un lirismo muy amable que más
tiene que ver con el "Incantations" de Mike Oldfield que con Univers Zero o Art
Zoyd. Pero bueno, algunos pasajes disonantes irrumpen para aportar ciertos
momentos de grisácea oscuridad, pero el arreglo hace que el asunto sea
misterioso en vez de siniestro - en este sentido, nos puede sonar emparentado
con Isildur"s Bane o After Crying. "Etude" se basa en un juego de polirritmos,
ejecutado con la fineza que ya nos hace habitual mientras avanzamos en la
escucha del disco. Pocas veces como en ésta sale la guitarra eléctrica a un
primer plano, pero no se trata de una pieza robustamente rockera, realmente:
más bien suena a un medio camino entre Art Bears y Tipographica en cuanto al
esquema compositivo. "HANA", por su parte, nos retrotrae a los aires
frontalmente académicos del tema 2. "Prelude" nos brinda otro artilugio de
contrapuntos que nos hace recordar al tema de apertura, pero esta vez se
sienten más febriles, que no desbocadas: creo notar incluso cierta semblanza
crimsoniana (etapa "Lark"s Tongues") en el modo en que Zypressen expone su
músculo musical en este tema. La pieza no. 7 tiene un título en grafía
japonesa, por lo que no se puede transcribir en la presente reseña: en todo
caso, se trata de un tema muy bello, instalado sobre el diálogo entablado por
el piano, las cuerdas y las maderas. "All the vertical stripes are eager to
cross together" cierra el disco con un aire extrovertido que nos recuerda un
poco a "Etude", aunque esta vez la adición de cadencias jazzeras al desarrollo
temático la añaden una conveniente frescura (además de sorpresa) al asunto.
Zyppressen nos dejó con éste, su único trabajo fonográfico, una oferta peculiar
dentro del gran escenario del progresivo vanguardista - un chamber-rock que
apuesta por sonoridades plácidas que parecen tener más sentido en discos de
Mike Oldfield, Isildur"s Bane o Happy the Man, pero en este caso, se trata de
darle un giro más etéreo y ensoñador a una vertiente progresiva más bien dada a
apelar a dimensiones surrealistas, neuróticas y opresivas.
César Mendoza
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