- The gates of delirium (21:54)
- Sound chaser (09:30)
- To be over (09:03)
(TIEMPO TOTAL: 40.27)
M DASICOS:
- Jon Anderson - vocals.
- Steve Howe - guitar & vocals.
- Patrick Moraz - keyboards.
- Chris Squire - bass & vocals.
- Alan White - drums.
EL "Relayer", disco de 1974, es otro de los grandes clasicos en la
discografia de Yes, en donde se mantiene el esquema de discos
predecesores, como el soberbio "Close to the edge" (un tema epico de
unos 20 minutos, y otros dos mas cortitos, aunque largos, y menos
pretenciosos). El "Relayer" siempre se ha visto relegado al "Fragile" y
al "Close to the edge" (ambos de 1972), y es que la critica, al juzgar
su anterior obra, "Tales from topographic oceans" (1973), la considero
como demasiado fastuosa, algo de lo que, para muchos expertos,
adoleceran algunos musicos de progresivo. De todos modos, el Relayer,
mas accesible que la obra anterior, marcara el fin de los discos de Yes
que estan estructurados solo con temas de larga duracion y amplios
momentos de instrumentalidad (su siguiente entrega, "Going for the one",
de 1977, lo demuestra).
Rick Wakeman no aparece en este disco, al parecer, por problemas
personales con el propio Jon Anderson, con quien habia discrepado
demasiado a la hora de configurar el "Tales from topographic oceans". Su
sustituto para este disco, ya que en el "Going for the one" vuelve
Wakeman, fue Patrick Moraz, un teclista cuyo sonido recuerda mas al de
los solistas del jazz-rock, estilo en el que nunca Yes se habia centrado
demasiado. Moraz introducira en el sonido Yes lineas tipicamente
jazzisticas, con sus particulares disonancias y a una velocidad
virtuosisticas, pero sin que ello implique renunciar al sonido Yes de
los teclados: momentos rotundos y delicados del mellotron (aqui si que
no hay organo de iglesia), pasajes atmosfericos y solos caoticos de
moog.
La portada esta realizada por Roger Dean, su habitual disenador,
como en el "Tales from topographic oceans" o en el "Drama", y se muestra
a tres caballeros bajando por un camino que se encuentra entre dos
gargantas que asemeja una gran entrada. Podrian ser las puertas del
delirio (si es que no es una metafora por la cantidad de sonidos que se
mezclan en ese tema). Los tonos de la portada, blanco, gris y marron,
dan un toque de frialdad y de solemnidad, a primera vista, al disco
(segun mi opinion, claro).
Los temas:
THE GATES OF DELIRIUM (Anderson/Howe/Moraz/Squire/White):
El disco se abre con una gran epica, muy similar a las aperturas
del Close to the Edge o del Tales From Topographic Oceans. El tema
comienza con una atmosfera en donde juegan todos un papel muy
importante: la percusion atmosferica, los sintetizadores creando
texturas, los coros de Anderson, las lineas de Squire y los destellos de
Howe, llenos de imaginacion. En esta atmosfera inicial se anuncian
algunos temas que despues se desarrollaran.
A partir del minuto 2:12 comienza Anderson a cantar la atmosfera,
tipicamente en la linea que Yes habia perfilado, sobre todo, con el
Fragile y el Close to the Edge. Estrofas optimistas, con coros que lo
refuerzan, y acordes/lineas instrumentales que realizan contrapuntos muy
finos. Aqui, como novedad, la bateria realiza unos rellenos mas
profundos, redobles mas largos, golpes mas seguros... El teclado tambien
se deja ver un poco diferente al de Wakeman. Es muy curioso como se ve
en este tema un caracter epico nunca antes destellado por Yes. Algunas
partes de Anderson parecen sacadas de un "peplum". Los coros son muy
dramaticos, visto sobre todo en pasajes en los que se quedan solos.
Tambien la guitarra de Howe y los teclados de Moraz refuerzan los
pasajes solistas cuando no esta Anderson, casi a modo de concerto
grosso.
El cambio radical llega en el minuto 8:03, en donde la epica
alcanza unas dimensiones inabarcables. Bajo un ritmo dinamico se
superponen progresiones, casi tipicamente orquestales, en donde la
guitarra y el teclado van dibujando lineas rapidas, disonantes a veces
pero muy efectistas. A partir del 10:21, el ritmo cambia, aunque no el
tiempo, dandole un caracter aun mas grave. Efectos de todo tipo se
mezclan con el rapido ritmo de bateria
acabando en un caos de sonidos. Esto se puede disfrutar muy bien en el
DVD "Symphonic Live", con orquesta incluida.
A partir del minuto 12:50, la tension del largo pasaje anterior,
puramente instrumental, llega una especie de pseudo-muerte lenta
enunciada con el teclado, muy parecida a la de la mitad del "And you and
I" (Close to the Edge). Con ella, Yes logra bajar el nivel dinamico del
pasaje anterior para llegar a un medio tiempo en donde el "feeling" se
deja ver en los instrumentos solistas, sobre todo en la guitarra.
Sera en el minuto 15:08 donde, tras apagarse el medio tiempo, se
entra en unos acordes trascendentales de sintetizador que daran paso a
una secuencia delicada de Howe que despues repetira Anderson, en clave
mistica. Despues de la tempestad vuelve la calma, de una manera sublime
ademas. Un rayo de optimismo esperanzador parece asomar tras cada
composicion de Yes. Aqui se cumple mas que nunca. Estos ultimos 8
minutos son sencillamente indescriptibles, como muy bien opina el cajero
Israel. La sensibilidad de Howe a su guitarra, creando lineas
envolventes con la steel guitar, cumple la funcion de una buena
orquesta: refuerza graves, repite secuencias a modo de contrapunto y
lleva la batuta en los momentos solistas de una manera admirable. Por
cierto, los acordes del final me recuerdan a los acordes finales del
"Who wants to live forever" de Queen.
SOUND CHASER (Anderson/Howe/Moraz/Squire/White):
En el segundo tema, Yes se adentra en terrenos mas oscuros y a
los que no nos tiene tan acostumbrados. La introduccion nos situa en el
jazz fusion mas oscuro, con Rhodes, pasajes disonantes y virtuosisticos
de guitarra y bajo, todo ello aderezado con unos rellenos vertiginosos
de bateria (baste tan solo ver la parte en la que, mientras White
intenta emular la velocidad del Rhodes punteando, sobre esa capa Moraz
sobrepone unos acordes de Mellotron, a lo "Heart of the sunrise"
("Fragile"). Despues se produce el contraste al entrar la voz de
Anderson y la instrumentacion del resto del grupo (en una linea menos
fina y mas roquera).
Howe tiene un trabajo estupendo en este disco: el pasaje
central, en donde un solo de Howe tiene cabida hace una labor de repaso
de todo tipo de influencias, como la musica clasica, la flamenca (se ve
alguna idea que despues aparecera en el "Innuendo", 1991, de Queen) o la
puramente rock sureña, con el rasgado salvaje de sus cuerdas (un
efecto muy patentado por este guitarrista). Tras un pasaje muy delicado
de Anderson, que tambien nos devuelve un poco al caracter epico del
primero, y de la vuelta al juego de jazz de la intro, el final del tema
se muestra como un conglomerado caotico de solos virtuosisticos (los de
Moraz son tambien muy fuertes), polirritmias y pasajes efectisticos de
Anderson acompañados por percusiones.
TO BE OVER (Anderson/Howe/Moraz/Squire/White):
El tema que cierra el disco es, para mi gusto, una de las
piezas mas delicadas de todo el repertorio de Yes, independientemente
del efecto propio que tiene dentro de la estructura formal de este
disco. Suele mantener siempre una misma tonica, bastante apacible y sin
nada que ver con los temas anteriores, donde habia fuertes contrastes y
el factor sorpresa era algo muy importante. Aqui, el volumen general
mantenido se baja un poco (la bateria y la voz de Anderson suenan mas
suavecitos, casi como si te arroparan), lo que se nota incluso en los
ligeros cambios del tema, que nunca resultan nada agresivos. Otro de los
grandes momentos de Steve Howe. Puede que este tema haya sido uno de los
que mas influyeron en las ideas del futuro "Awaken" ("Going for the
one").
Para mi, este disco es uno de los mejores puntos de la carrera
de Yes. Personalmente es mi preferido, seguido poco despues por el Close
to the Edge. Si te gusto lo que ofrecia el primero, aqui se vuelven a
trabajar ideas similares. Todo un clasico, aunque mas ignorado.
Mi puntuacion es la maxima, un 10 de 10 (bueno, mi pasion por este
disco le hace merecedor del sobresaliente).
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