Temas

1. The Revelation / Gaïa
2. Misgivings / Guernica
3. My Own Truth
4. The Prediction
5. The Dream
6. Bitterness
7. The Choice
8. The Light

Integrantes

• Vincent Hooge: teclados
• Antoine Duhem: guitarras
• Matthieu Hooge: bajo
• Manu Delestre: batería

Habiendo conocido al grupo instrumental francés Xang con su disco “The Last of the Lasts”, toda una joya progresiva para el año 2007, no pude evitar sentir en mí nacer la palpitante curiosidad por indagar en su pasado, y ciertamente este disco debut “Destiny of a Dream” nos muestra a una banda llena de energía y convicción. Su sonido sinfónico tiene sonoridades modernas que no ocultan sus inspiraciones en Yes, ELP, UK y Rick Wakeman pero que sí ayuda a darle un giro muy personal al asunto. Hay varios momentos en que los guitarreos inyectan una vibración afín al prog-metal, influyendo de manera crucial en el bloque sonoro articulado por el ensamble en dichos momentos. Hay otros momentos, menos numerosos pero no difíciles de notar, en los que salen a relucir ciertos ornamentos rítmicos de inspiración jazzera en la labor del baterista. En todo caso, la línea de trabajo general de Xang se encuadra en un sinfonismo moderno (en ocasiones cercano al neo pero sin adentrarse demasiado en él) cuyos matices adicionales predominantes se enfilan hacia sonoridades de corte metalero: el resultado final es siempre pomposo sin saturar, siempre manteniendo la agilidad y haciendo un uso inteligente del “exceso”. Los arreglos instrumentales dan cierta prominencia a la labor de los teclados, por lo general, a despecho de la robustez de la que hace gala el guitarrista y del uso de varios manierismos tipo Myung que utiliza el bajista.

‘The Revelation / Gaïa’ da inicio al disco con una exhibición de fastuosidad musical engalanada con garra y ostentosidad. Los guitarreos mezclan Howe y Beck, mientras que los teclados mezclan Jonson y Emerson. Las partes de teclado son más wakemanianas en ‘Misgivings / Guernica’: en este punto Xang se enfila en un paralelo con lo que hacen bandas como Tempus Fugit y el Mastermind pre-“Excelsior”, más exactamente, un intermedio entre ambas. ‘My Own Truth’ se acerca al neo excitante y claroscuro de IQ, aunque también contiene remembranzas de Dream Theater en la sección final: me parece una pena que el fade-out llegue tan pronto, pues me parece que el tema pudo extenderse un poco más y tener un final más climático. Pero bueno, se trata de una de las joyas absolutas del disco. ‘The Prediction’ tiene una aureola de misterio permanente a través del transcurso de las diversas secciones, las mismas que van desde lo sereno hasta lo expectante, y de aquí hacia lo explosivo y lo casi tenebroso. El ensamble le saca el jugo al espacio de 7 minutos con que cuenta este fastuoso tema, otro pico indudable del disco. ‘The Dream’, con su duración de 3 minutos y medio, es el tema más corto del disco: es un solo de piano evocativo anticipado por un breve reprise en mono del tema anterior. Este solo de piano sirve de reposo en medio de tanto despliegue de fastuosidad. ‘Bitterness’ tiene la que tal vez sea la dosis más dinámica de frescura de todo este repertorio: andando a medio camino entre el dinamismo frontal del neo y la rudeza estilizada del progresivo hard, esta pieza maneja el lirismo inherente a sus diversos motivos con bastante eficacia, esto es, manteniendo el gancho a pesar de factores tales como la extensión y la sofisticación. ‘The Choice’ es el tema con mayor predominio de la guitarra en el rol protagónico. En clave de rock-blues ligero, su peso reside en los aportes destacados de la guitarra y las ostentosas orquestaciones de teclado – incluye un interesante interludio en 13/8 que produce un efectivo quiebre al modo de una dramática variación en el preámbulo del contundente clímax. Los últimos 13 minutos del disco están formalmente ocupados por ‘The Light’ (?cuántos temas progresivos se titulan así?), aunque la pieza en sí solo dura 6 ¾ minutos; después de eso hay un prolongado silencio que al final se ve quebrado por ruidos de aviones y acordes de guitarra acústica. ‘The Light’ es un tema muy en consonancia con las líneas de trabajo melódico exhibidas en ‘Misgivings / Guernica’ y ‘The Prediction’, casi igualando la ostentosa majestuosidad de este último.

Bueno, vemos que Xang es un ensamble capaz de demostrar su tonelaje de talento y energía a la hora de concretar su visión musical. Habrá que esperar hasta su disco del 2007 “The Last of the Lasts” para ver al grupo animarse a crear un mayor campo de versatilidad en el seno de su propuesta, pero ciertamente este “Destiny of a Dream” resulta, en perspectiva, una entrada por la puerta grande.

César Mendoza