Pasaron por aquí ya
"cajeros"
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WHITE WILLOW : “SIGNAL TO NOISE” (2006)
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Temas
- Night Surf
- Splinters
- Ghosts
- Joyride
- The Lingering
- The Dark Road
- Chrome Dawn
- Dusk City
- Ararat
Integrantes
- Trude Eidtang: voz
- Jacob Holm-Lupo: guitarras eléctricas y acústicas, sitar eléctrico, e-bow,
teclados adicionales
- Lars Fredrik Froislie: órgano, sintetizadores, pianos de cola y eléctrico,
mellotron, clavinet
- Marthe Berger Walthinsen: bajos
- Aage Moltke Schou: batería, glockenspiel, percusiones
- Ketil Vestrum Einarsen: vientos
- Colaborador : Brymjar Dambo (teclados)
Con éste, su quinto disco, White Willow se aventura a introducir un frente
nuevo dentro de su particular evolución en el progresivo contemporáneo: la
sensibilidad melódica de carácter pop. Pero no hay que apresurarse en llegar
a conclusiones precipitadas - “Signal to Noise” no resulta en un disco
condescendiente de manera flagrante (y en esto se diferencia de los discos
últimos de Anekdoten y Landberk), pero ciertamente se pueden notar estos
matices nuevos en tanto generadores de una sensación de frescura en medio de
las usuales tormentas emocionales que conforman el núcleo de las
composiciones de Holm-Lupo. El gran perdedor aquí es el elemento bucólico,
el cual ya estaba al borde la extinción en el explosivo disco precedente
“Storm Season”, y ahora se ha desvanecido en la nada. “Signal to Noise”
resulta, pues, tan comprometido con lo rockero como el disco inmediatamente
anterior, pero con una dosis más ligera de vibración emocional y un manejo
más sobrio de la recurrente melancolía que conforma la esencia de buena
parte del progresivo escandinavo. El registro y estilo de la vocalista Trude
Eidtang se parece a una cruza entre Kate Bush y la cantante de Evanescence
en sus momentos más susurrantes: con ello se ajusta a la perfección al
sonido general que White Willow cosecha actualmente. La participación de los
vientos es meramente ocasional, y cuando hacen acto de presencia, están más
como adorno que como insumo con voz propia.
El disco comienza con ‘Night Surf’, un tema mid-tempo que se enmarca en el
pop-rock psicodélico: tiene gancho e intensidad, pero también anticipa
directamente la vertiente más ligera del disco. Esta vertiente hallará
muestras más patentes en las canciones ‘Joyride’ y ‘The Dark Road’: la
primera está bien metida en la onda brit-pop, mientras que la segunda es una
balada semi-acústica que tiene algo de complaciente, sí, pero que también
guarda algo de esa especial melancolía en su ambientación, aunque sea de
forma sutil. Me parece que un trabajo más concienzudo en este matiz en el
arreglo y expansión de este tema hubiese permitido explotarlo de manera más
creativa, pero bueno, la decisión de dejarla como está fuera de las manos
del oyente – de todas maneras, me queda claro que ‘The Dark Road’ puede
resultar un poco más perturbadora de lo que pueda parecer en una primera
escucha si es que se le presta una atención más detenida. ‘Splinters’, tema
que dura más de 8 minutos y medio, es el primero que muestra un vínculo con
el aura de “Storm Season”, pues se trata de una pieza arrebatadoramente
emocional enmarcada en una instrumentación que se mueve ágilmente a través
de los recovecos lánguidos de los motivos centrales. El instrumental
‘Ghosts’ tiene algo de aureola fantasmal que se alude en el título, pero más
que nada, esta aureola se muestra a través de los agresivos ornamentos de
guitarra y texturas de teclado que se aúnan en los momentos claves de la
pieza: no busquemos algo abiertamente tétrico como en los pasajes más
siniestros de cualquiera de sus discos anteriores. El otro instrumental,
‘Chrome Dawn’, tiene un carácter predominantemente sutil y adusto en los
momentos en los que la guitarra de Holm-Lupo asume la posición de líder;
pero en el interludio, que es cuando emerge un hermoso y alucinado solo de
sintetizador, las cosas adquieren una intensidad mágica, alternando el
ambiente gótico con las cadencias propias del jazz-rock. Estos dos
instrumentales conforman sendos picos del álbum. El tercer gran pico está
encarnado en ‘The Lingering’, que con sus casi 9 ½ minutos de duración es la
pieza más extensa del disco. En muchas maneras, esta canción permite
retrotraernos a la tristeza general del “Storm Season”, aunque claro, sin
recuperar su esplendor: se puede decir que esta pieza conforma el núcleo del
resto del repertorio (y no lo digo solamente por ser el quinto en un
repertorio de nueve), estableciendo lazos con los momentos más fastuosos y
los más accesibles del disco integral, además de aportar algunos de los
pasajes más crudamente rockeros. Los solos de sintetizador y el motivo de
guitarra del epílogo nos remiten a la típica tradición de WW dentro de este
contexto particular. La última pieza cantada es ‘Dusk City’, una pieza de
línea goth-rock que incluye cautivadores matices arábigos en su línea
melódica básica: es aquí donde la faceta accesible de WW adquiere una dosis
adicional de sofisticación bastante efectiva, en mi opinión. El disco cierra
con el breve ‘Ararat’, consistente en una serie de espartanos fraseos
arábigos de guitarra sostenidos sobre etéreas capas y delgadas capas de
sintetizador – como un rezo meditabundo emitido al cielo del atardecer.
Ahora bien, ?qué significa “Signal to Noise” dentro de la historia del
grupo? Sólo el tiempo lo dirá – por ahora, solo podemos sostener que el
grupo está ad portas de virar de forma más decidida hacia el pop-rock
(nuestro principal temor) o de mantener sus pretensiones artísticas desde
una óptica renovadora que se tendrá que reforzar en un próximo álbum. Lo que
podemos decir aquí es que “Signal to Noise” es un disco que renuncia a mucho
del esplendor multicolor e impresionante que había sentado las bases para la
relevancia musical de los discos previos, y en este sentido, puede
significar una decepción para muchos conocedores de la banda. De hecho, no
resulta tan impactante en términos artísticos como en su momento lo fueron
“Sacrament” o “Storm Season”, pero tampoco hay una enajenación estilística
en el álbum que ahora nos convoca. “Storm Season” mantiene todavía esa magia
peculiar que hace que la melancolía tanática opere como una fuerza
arrebatadora que evoca emociones intangibles a través del sonido. Sin ser
grandioso ni excelente, este disco muestra que WW aún está para hacer cosas
muy buenas y muy atractivas dentro de la escena progresiva actual.
César Mendoza
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Discográfica: The Laser’s Edge
Temas:
- Night Surf (4:12)
- Splinters (8:36)
- Ghosts (5:48)
- Joyride (4:18)
- The Lingering (9:25)
- The Dark Road (4:17)
- Chrome Dawn (7:12)
- Dusk City (6:05)
- Ararat (1:35)
Músicos:
- Trude Eidtang / vocals
- Lars Fredrik Frøislie / keyboards, electronics
- Jacob Holm-Lupo / guitars
- Ketil Vestrum Einarsen / woodwinds
- Marthe Berger Walthinsen / bass guitar
- Aage Moltke Schou / drums, percussion
Músicos invitados:
- Brynjar Dambo / keyboards
Parece que White Willow no están dejando indiferente a nadie con su nuevo
trabajo “Signal to Noise”. Y es que no hay duda que los noruegos han
decidido iniciar un cambio de rumbo más acentuado en esta nueva entrega, que
los incorpora decididamente dentro del llamado nu-prog, tal como yo lo
entiendo, junto a formaciones como Porcupine Tree, Paatos o Pure Reason
Revolution.
En “Signal to Noise” nos encontramos con una suerte de sinfónico melódico
ultramoderno cercano a lo que nos ofrecen Paatos, con cierta intención de
adentrarse en el terreno de bandas como The Gathering o incluso relacionado
con los Anekdoten de “Gravity”, que para muchos ha significado una
alejamiento un tanto fuera de lugar de la línea de anteriores trabajos.
Cierto en parte. Tal vez si lo comparamos con “Storm Season” ese cambio de
rumbo no sea tan pronunciado pero con respecto a “Sacrament” no hay duda que
la diferencia es significativa.
La divina Sylvia Erichsen que abandono el grupo hace un año, ha sido
reemplazada por Trude Eidtang, otra excelente vocalista, tal vez en una
línea más cercana a Beth Gibbons (Portishead), Bjork o Tori Amos, que nos
ofrece un sobrio trabajo. Al tiempo que el aspecto folkie y pastoral ha
pasado a mejor vida, sobretodo debido a la discriminación que sufre el
flautista Ketil Vestrum Einarsen, así como el componente gótico que merma
con respecto a anteriores trabajos, mientras que el sentimiento melancólico
incluso se incrementa. Finalmente, el sonido y producción siguen siendo de
auténtico lujo como es habitual.
El acercamiento al metal oscuro que afloraba en parte del anterior “Storm
Season” queda esta vez en suspense, exceptuando atisbos prácticamente
inapreciables en “Splinters” y “The Lingering”.
Pasando a valorar el contenido, tenemos delicias como “The Lingering” o “The
Dark Road”, que enlazan directamente con el anterior álbum, y dos excelentes
temas instrumentales bastante sorprendentes como “Ghosts” y “Chrome Down”,
este último rayando el jazz-rock.
En cambio en una línea más pop-rock, y probablemente como más conflictivas
del álbum, están sobretodo “Joyride”, pero también en parte “Dusk City” y
“Splinters”, seguramente las tres menos destacadas del álbum, además de una
más que convincente “Night Surf”.
El hecho de que en buena parte del disco no parezcan White Willow no debería
ser demasiado problema para disfrutar de este trabajo. De hecho, seguro que
sí se tratara del primer disco de un nuevo grupo, estaríamos hablando de una
de las bandas revelación del año. Inferior a los anteriores pero pese a todo
un muy buen álbum y un nuevo comienzo para White Willow que puede dar
estupendos frutos en el futuro.
Valoración: 7/10
Ferran Lizana (rockomic@orange.es)
Octubre 2006
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Discografica: The Laser's Edge
Temas:
- Night Surf 4:12
- Splinters 8:36
- Ghosts 5:49
- Joyride 4:19
- The Lingering 9:25
- The Dark Road 4:17
- Chrome Dawn 7:13
- Dusk City 6:06
- Ararat 1:35
Musicos:
-Trude Eidtang / vocals
- Lars Fredrik Frøislie / keyboards, electronics
- Jacob Holm-Lupo / guitars
- Ketil Vestrum Einarsen / woodwinds
- Marthe Berger Walthinsen / bass guitar
- Aage Moltke Schou / drums, percussion
Invitado:
- Brynjar Dambo / keyboards
WHITE WILLOW ha editado su quinto trabajo titulado SIGNAL TO NOISE,
trayéndonos como novedad el estreno de una nueva cantante femenina, Trude
EIDTANG (excelente en mi opinión) que sustituye a la apreciada y añorada
Sylvia ERICHSEN.
En SIGNAL TO NOISE la banda noruega de WHITE WILLOW nos confirman lo que ya
dejaron entrever en su anterior álbum "STORM SEASON", el cambio de estilo
musical hacia un Post-Rock o Pop sofisticado, tal como han hecho los
actuales Paatos.
Si WHITE WILLOW se hubiera cambiado de nombre, seguramente estaríamos
hablado de un buen o excelente álbum, pero claro a quien no le viene al
recuerdo EX TENEBRIS, IGNIS FATUUS o SACRAMENT y entonces viene las odiosas
comparaciones entre estos y SIGNAL TO NOISE. Resultado: Que hay un abismo de
diferencia. Ya no hay elementos como el folk, la melancolía y los largos
desarrollos.
A pesar de ese carácter "comercial" del que esta impregnado SIGNAL TO NOISE
hay que decir que contiene dos excelentes instrumentales como son GHOSTS y
CHROME DOWN, de los cuales nadie podrá discutir su progresividad, además de
temas cantados, especialmente THE LINGERING, SPILINTERS y DUSK CITY a pesar
de que esta ultima suene muy comercial.
Puntuacion: 6,5/10
Salu2 nordicosprogresivos
© Juan
progjuan@hotmail.com
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