Temas
- Morte (Senza tempo) parte 1 (1:41)
- Sogno (Il segreto per volare) (10:48)
- Desiderio (Per cosa si uccide) (5:35)
- Morte (Senza tempo) parte 2 (2:43)
- Distruzione (Il mercenario) (9:40)
- Disperazione (Niente pi=F9) (4:37)
- Morte (Senza tempo) parte 3 (2:37)
- Delirio (La realtá) (8:06)
- Destino (Il labirinto) (11:35)
- Morte (Senza tempo) parte 4 (3:07)
Integrantes
- Mario Moi: voz solista y coros
- Stefano Mancarella: guitarras eléctricas y acústicas
- Gabriele Dario Manzini: piano, teclados y órgano Hammond
- Gualtiero Walter Gorreri: bajo y coros
- Alessandro Di Caprio: batería y percusión
Colaborador - Mario Moi (violín eléctrico y coros)
"Senza Tempo", la segunda aventura de Ubi Maior, supone un excelente y
excitante aporte italiano para el género progresivo en este año 2009. Ubicado
dentro de la tendencia de recuperación y reelaboración de la fastuosidad
sinfónica de antaño en clave retro-prog, al igual que La Maschera di Cera,
Notabene, Chiave di Volta y La Torre dell'Alchimista, Ubi Maior refuerza su
labor musical afín a las herencias de Museo Rosenbach, Biglietto per l'Inferno
y Alphataurus. "Senza Tempo" es un disco conceptual que gira en torno a la
serie de historietas 'The Sandman' de Neil Gaiman, más específicamente, en
torno a los personajes Los Eternos (The Endless), los siete hermanos que se
llaman respectivamente Destiny, Death, Dream, Destruction, Desire, Despair y
Delirium. En comparación con el muy buen disco debut "Nostos", el sonido de Ubi
Maior cobra ahora una estilización un poco más épica, lo cual tiene perfecto
sentido con el esplendor cósmico y trágico de la obra gráfica de Gaiman. Si
"Nostos" tenía un vigor cálido muy al estilo de sus propios referentes
escogidos, ahora "Senza Tempo" retoma dicho vigor y lo alimenta con esquemas
sonoros más meticulosos, y por qué no, vale decir frontalmente que las dotes
compositivas expuestas en este repertorio se notan mejor estructuradas.
La primera parte de 'Morte' asienta desde el mismísimo punto de partida una
extrovertida manifestación de pletórico sinfonismo, pero su función es
básicamente la de introducir la secuencia que atraviesa a todo el disco.
'Sogno' involucra la primera canción dueña de un desarrollo autónomo, siendo
5/4 el compás predominante durante una buena parte de su espacio de 10 BE
minutos. La sección final torna hacia un fastuoso esquema lento en el que las
capas de mellotron marcan la cadencia y el desarrollo melódico
correspondientes. Luego sigue el turno de 'Desiderio', que comienza con la guía
protagónica del piano y poco después abre paso al ensamble completo - una vez
más, el compás de 5/4 marca la pauta, esta vez al modo un reciclamiento de
sonoridades híbridas entre Le Orme y Biglietto. Se trata de una canción
llamativa, pegadiza. La segunda parte de 'Morte' ofrece un cálido clima
evocativo, lleno de una nostalgia que merced al aporte estelar del violinista
invitado Mario Moi adquiere una prestancia especial. 'Distruzione' se engarza
fluidamente con esta pieza y comienza en un tono crepuscular, muy a tono con el
Pink Floyd 73-75. Pero se trata solamente de la sección introductoria, pues el
cuerpo central de la pieza deriva hacia un esquema rítmico más intenso, bien
llevado por la comunión entre la dupla rítmica y el Hammond. El sabor peculiar
del progresivo pesado italiano original se siente eficazmente revitalizado
aquí, encontrando suficiente espacio de expansión hasta que el epílogo nos
devuelve al motivo inicial bajo un revestimiento que enfatiza una aureola
cósmica. 'Disperazione' tiene un encantador aroma bucólico que se basa en las
pautas marcadas por la guitarra acústica. La tercera 'Morte' despliega un clima
barroco inconfundible, inteligentemente mezclado con sonoridades pastorales
provistas por los suaves recursos sonoros aportados por la guitarra acústica y
la pandereta. 'Delirio' nos devuelve de lleno al sinfonismo sofisticado y
majestuoso propio de la tradición italiana - no está de más volver a mencionar
los aires de familia con La Maschera di Cera y Notabene que marcan el sendero
musical de este quinteto. Las capas de órgano y los aportes del Moog son ítems
tremendamente familiares para el melómano progresivo promedio. Hay un buen
espacio para la expansión de compases lentos, pero lejos está esta canción de
ser lánguida. Lo mismo vale para 'Destino', el cual empieza prosiguiendo por
las cadencias ceremoniosas que habían conformado el clímax conclusivo de
'Delirio'. Teniendo en cuenta que esta pieza dura 11 BD minutos, el grupo no
se queda tímido a la hora de desarrollar bien hiladas variantes de motivos y
ritmos a lo largo de la misma. A diferencia de 'Delirio', donde había un
balance entre las secciones potentes y contenidas, en 'Destino' aquí hallamos
un relativo predominio de estas últimas. La explosiva sección final es tan
imponente como bella, pero el cierre del disco no llega con este despliegue tan
épico, sino con la cuarta y última 'Morte', la cual emerge suave como un
momento de serena reflexión en una tarde primaveral: los ornamentos del violín
realzan oportunamente el tenor bucólico de la canción.
?Qué tenemos, a fin de cuentas, en "Senza Tempo"? Más de una hora de sinfonismo
retro concebido con genuino entusiasmo y perpetrado con pulso y punche. Esto
demuestra que Ubi Maior ya se ha ganado justamente el rol de grupo veterano
dentro de la escena progresiva contemporánea. !Bravo por ellos!
César Mendoza
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