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LA LISTA DE CORREO HISPANO-PARLANTE SOBRE ROCK PROGRESIVO Y SINFÓNICO 
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 THINKING PLAGUE: "... A Thinking Plague" (1984)

Temas

  1. I Do Not Live 97 5:04
  2. Possessed 97 8:19
  3. How to Clean Squid 97 5:02
  4. A Light Is On and Name the World 97 1:32
  5. The Taste that Lingers On 97 2:12
  6. Four Men In the Rain 97 2:33
  7. Thorns of Blue and Red / The War 97 15:28

Integrantes

  • Sharon Bradford: voz, ruidos, sintetizador Casio, efectos
  • Bob Drake: bajo, batería, percusión, voz, guitarra, balalaika con arco, piano, órgano, ruidos
  • Harry Fleishman: piano, órgano, voz
  • Mark Fuller: batería
  • Mike Johnson: guitarras, sintetizadores, piano, tubos de metal, voz, ruidos

Colaborador: Mark Bradford (voz, ruidos)

Con un casi homónimo disco debut, el ensamble estadounidense Thinking Plague dio unos importantes primeros pasos en la vertiente vanguardista del plurivalente género progresivo. Siendo así que hoy por hoy, Thinking Plague es todavía un activo punto de referencia inapelabe desde la consistente escena que

ha venido desarrollando y replanteando las herencias del R.I.O. y del chamber-rock desde inicios de los 70s, resulta sumamente interesante percatarse

del despierto sentido de la aventura con el que el grupo creaba su repertorio desde "... A Thinking Plague". Grabado un tanto artesanalmente y careciendo todavía de un enfoque artístico 100% definido, Thinking Plague tiene suficientes dosis de imaginación y solvencia técnica como para hacer buen uso de sus influencias (Henry Cow, Art Bears, Art Zoyd, Zappa, la academia vanguardista, algo de krautrock a lo Faust, básicamente) y generar una propuesta musical artísticamente efectiva en medio de una escena comercial dominada por el new wave, el tecno-pop y el rock duro.

"I Do Not Live" da inicio al disco sin mayor compasión: voces e instrumentos empiezan al unísono su complejo viaje sonoro que ofrece ambientes finamente contrastados donde el jolgorio zappiano y los climas oscuros a lo Art Zoyd se hermanan en una ilación sugerente, robusta a través de su patente estructura vanguardista. "Possessed", la segunda pieza, puede muy bien definirse como el primer clásico de TP: en un espacio de poco menos de 8 BD minutos, TP se explaya en sus influencias de Henry Cow (c/ Dagmar) y se anima a elaborar un sólido tema semi-épico donde impera el uso refinadamente elegante de las extravagantes estratagemas melódicas y armónicas que tienen lugar. Por su parte, "How to Clean Squid" es un animal de otra fauna: se trata de una animada

travesía por las aguas del krautrock electrónico en conjunción con ornamentos noise y alusiones tecno. Se puede describir como una hipotética partitura perdida de Art Bears descubierta por un ensamble de músicos de Neu! y This Heat

tras haber pasado cuatro horas escuchando música de Can. El canto y las recitaciones de Sharon Bradford (la letra parece sacada de un recetario) incorporan un cierto vigor pop que hacen juego con el irresistiblemente bailable ritmo robótico. "A Light Is On and Name the World" es un breve interludio caótico y desestructurado, esencialmente post-moderno, el cual anticipa la dadaísta gracia de "The Taste that Lingers On", pieza juguetona que

casi suena como una canción de juegos infantiles en un mundo imaginario zappiano. "Four Men In the Rain" es un ejercicio de distorsiones improvisadas y

abiertamente atonales, ejecutado por lo que parece ser un cuarteto de cuerdas. Parece funcionar principalmente como preludio a "Thorns of Blue and Red / The War", tema que ocupa los últimos 15 minutos y pico del disco. Este tema no está

en la misma onda de fina majestuosidad que "Possessed", sino que más bien se apoya en una arquitectura más sutil, comenzando con aires cálidos (predominando

un poco la guitarra acústica), para luego virar hacia un reposado pasaje concreto, y de ahí impulsarse hacia un motivo más propiamente estructurado. Este último encaja muy bien dentro del juego de atmósferas densas que el grupo desarrollará concienzudamente en sus dos siguientes obras fonográficas.

A fin de cuentas, el balance de esta experiencia melómana con "... A Thinking Plague" resulta positivo a pesar de que Thinking Plague todavía se revela como una banda en camino de instaurar su propia voz musical. Tal como se señaló al comienzo de esta reseña, el genio de TP ya está aflorando de manera innegable, y eso hace que su disco debut resulte muy bueno en sí mismo.

César Mendoza

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

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