Temas
- Daydream
- The Dawn after The Storm [ a) Awakening; b) Walking through the Fields;
c) Beyond the Horizon; d) Homeward ]
- Never
- Tocando Você
- The Fortress
- Prelúdio de Sevilla
- The Sight
- O Dom de Voar
- Discover
Integrantes
- André Mello: teclados, voz, coros
- Ary Moura: batería, percusión electrónica
- Henrique Simões: guitarras eléctricas y acústicas, mandolina, coros
- André Luiz: bajo, guitarra acústica
Colaboradores – Marc Aurêh (flauta en 8), Fernando Sierpe (voz adicional en
9)
Segundo disco de la buena banda sinfónica brasileña Tempus Fugit, “The Dawn
after the Storm” resulta un trabajo lleno de estilizada belleza y delicadas
armonizaciones entre los músicos inmersos en un afiatamiento sólido.
Exhibiendo patrones progresivos muy semejantes a los de sus compatriotas de
Quaterna Réquiem (casi igualando su majestad) y Dogma (superando su
sofisticación performativa), el grupo logra sobrepasar en algo el nivel de
despliegue de lirismo expresivo tal como se manifestó en su trabajo debut.
El sonido de la banda debe tanto a la tradición del sinfonismo de Camel como
a los estándares del neo-prog, añadiendo colores propios de la sensibilidad
melódica latinoamericana.
‘Daydream’ abre el disco con un gancho espectacular expandido a través de
todas las variantes que tienen lugar en los motivos y ritmos – 8 minutos y
medio de pura gloria progresiva. La pieza homónima, dividida en cuatro
secciones con nombre propio, mantiene el mismo boato del tema anterior
aunque con una dosis ligeramente reducida de frenesí: Tempus Fugit se
concentra ahora un poco más en lo fastuoso y un poco menos en lo enérgico.
‘Never’ es una pieza cándida basada en un clima melancólico y sostenida
sobre un compás lento: el grupo se detiene ahora en un enfoque más ligero de
su sonido, acercándose así al neo. Con ‘Tocando Você’, Tempus Fugit reincide
consistentemente en la cadencia melancólica, pero esta vez con un sentido
bucólico predominante, merced al protagonismo de las guitarras acústicas y
la mandolina. Para ‘The Fortress’, el grupo retoma parte del colorido vivaz
que tan buenos resultados había dado en los dos primeros temas y que aquí
vuelve a resultar exitoso, especialmente en lo que se refiere al poder
evocativo del motivo intermedio, el cual ofrece un clima de intensidad
paulatinamente creciente. ‘Prelúdio de Sevilla’ es un hermoso interludio de
guitarra clásica que contiene suficientes matices aflamencados como para
“merecer” su título. Los dos siguientes temas exploran la faceta más
reposada del grupo: ‘The Sight’ es una balada progresiva muy afín al Camel
de los últimos años, mientras que ‘O Dom do Voar’ apuesta por un lirismo
bucólico familiarizado tanto con el folklore sudamericano como con los
legados de Celeste y Anthony Phillips. En esta última destacan los coloridos
de la flauta, simultáneos a las florituras de piano que parecen imponerse
sobre el dueto de gutiarras acústicas. En fin, ‘Discover’ ofrece una
conclusión atractiva marcada por una combinación de neo y sinfonismo
clásico, con una sección final cuyos aires fastuosos pudieron tal vez ser
más desarrollados para redondear mejor el clímax.
En líneas generales, hay que valorar positivamente a este disco: “The Dawn
after the Storm” es, EMMO., el disco más logrado de Tempus Fugit, además de
uno de los trabajos más atractivos dentro del sinfonismo latinoamericano de
los 90s.
César Mendoza
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