Temas
- Victoria Pírrica
- Falling Senses
- Argos
- Despair, Shout
- A Farewell to the Seasons
- Irus
- The Blind Crow
- Path
- Embestida
- Cristalizado
- Aguas Redondas
Integrantes
- Pedro Castillo: guitarras, violín, mellotron, voz
- Giuglio Cesare Della Noce: piano, pianos eléctricos Rhodes y Wurlitzer,
órganos Hammond B3 y Farfisa, Minimoog, Polymoog, Elka string, clavinet, Roland
Space Echo RE 201
- Miguel Angel Echevarreneta: bajo, guitarras acústicas
- Gerardo Ubieda: batería, percusión, teclados en 10
“Difundid la palabra, la estrofa, la nota, la melodía,… Las canciones son
vuestras” – así reza el cierre de los créditos de “Selective Memory” (“Memoria
Selectiva” para el público hispano-hablante), el nuevo disco del veterano
cuarteto progresivo venezolano Témpano. Mientras están iniciando los procesos
de grabación y producción de lo que será su próxima placa, Témpano saca al
mercado esta selección de viejas composiciones: las piezas 2–8 y 10 son
antiguas ideas musicales que fueron a parar a las suites que Témpano publicó
para los proyectos multigrupales “Odyssey” y “The 7 Samurai”; el tema 9 tuvo su
origen durante las sesiones de grabación del “The Agony el último tema es el
más antiguo, pues data de la época de “Atabal-Yemal”, incluso convirtiéndose en
uno de los temas más requeridos por sus fans en los conciertos, pero nunca
dispuso de una versión oficial de estudio hasta ahora. Aunque el grupo
manifiesta que se utilizaron técnicas de grabación afines a las de los años
70s, noto que la producción de sonido tiene un innegable elemento moderno. Noto
también que hay un parentesco entre varias de las ideas aquí vertidas y las
líneas de trabajo plasmadas en los proyectos iX y Odrareg, lo cual es un
indicio de la manera tan exquisitamente fluida en que comulgan la ideología
grupal y las inquietudes individuales de los miembros de Témpano. Giuglio
Cesare Della Noce tiene todo un arsenal de teclados a su disposición:
definitivamente los teclados ocupan el rol central en la instrumentación, pero
esto no llega al punto de hacer que los demás instrumentos giren en torno a
ellos. El grupo funciona de una manera muy bien afiatada, perpetuando la magia
que suelen crear los músicos en comunión.
El disco comienza con los casi 6 minutos que dura ‘Victoria Pírrica’, el único
tema estrictamente nuevo, compuesto y grabado expresamente para el álbum: se
trata de una pieza muy efectiva, pues tiene un punche llamativo y un manejo
diestro de las sofisticaciones que ocurren en su desarrollo. las cadencias
predominantes de ‘Victoria Pírrica’ ostentan un colorido cuyas influencias
concluyentes beben de Gentle Giant, el chamber-rock clásico y el sinfonismo de
tendencias space-rock. ‘Falling Senses’ contiene una mayor dosis de agresividad
en sus pasajes más fuertes, lo cual permite crear un contraste muy interesante
con los momentos más ceremoniosos: la ideología experimental de Témpano les
hace permanecer bajo la influencia del chamber-rock y space-rock, aunque en
esta ocasión la dosis de cadencias jazzeras permite que las secciones más
extrovertidas dispongan de un swing especial. La sección final lenta tiene una
solemnidad patentemente marcada por el solo de guitarra, entre hackettiano y
floydiano. ‘Argos’ es una relajada balada acústica relevantemente sazonada con
hipnóticos solos de sintetizador; de esta manera se anticipan las atmósferas
evocativas de ‘Despair, Shout’, basadas en la alternancia entre el sobrio
manejo de disonancias y el explayamiento de ambientes amables, todo ello sobre
un compás semi-lento de corte jazz-rock. ‘A Farewell to the Seasons’ se
encamina más directamente hacia el estándar del rock sinfónico, haciendo
básicamente una conjunción de Pink Floyd, Gentle Giant y Yes. ‘Irus’ tiene un
aura ceremoniosa de cariz cinematográfico, casi combinando los espíritus de los
dos temas precedentes aunque sin llegar a picos expresivos de ‘a Farewell to
the Seasons’. El alucinado solo de guitarra que emerge a partir del minuto 4,
lejos de crear una ruptura con el ambiente general del tema, lo complementa al
modo de un color añadido. ‘The Blind Crow’ es un tema menos denso, más sereno
en realidad, pero todavía empapado de complejidad progresiva a pesar de tener
una estructura más simple que cualquiera de las piezas precedentes. ‘Path’ es
fiel a la onda retro, mostrando un espíritu afín al sonido de bandas como The
Tangent o The Flower Kings: es muy corto, e incluso tiene un bizarro final de
palmas y arengas sincopadas. ‘Embestida’ tiene un aire muy a lo de Happy the
Man, algo que no es nuevo en un disco de Témpano: los motivos básicos son
juguetones y líricos, pero no falta algún breve interludio que marca una
ruptura a modo de contraste. Tampoco falta algún giro hacia áreas sonoras de
vertiente jazz-rock cuando nos aproximamos a lo que será el clímax conclusivo.
‘Cristalizado’ recupera la prestancia ensoñadora de los pasajes más solemnes
del disco: incluye un estupendo (aunque efímero) dueto de guitarras clásicas
que sirve como preludio al último solo de guitarra. !Hay que ver qué gran
maestro es Pedro Castillo! – sus solos de guitarra eléctrica son excelentes
ejemplos de cómo combinar texturas envolventes, fraseos estilizados y
pirotecnias arquitectónicas con ingenio y feeling. El tema final ‘Aguas
Redondas’ establece un explayamiento en las atmósferas ensoñadoras y
sofisticación controlada que habían signado a ‘Cristalizado’: de este modo,
‘Aguas Redondas’ ofrece al oyente un momento de contemplación reflexiva
construido con suma elegancia y genuina fuerza expresiva.
Este disco está disponible para descarga desde la página oficial del grupo
(sección Enlaces): quienes se apresuren en bajárselo para que este ítem engrose
su discoteca particular, sabrán valorar a “Selective Memory” como lo que es, un
nuevo manifiesto de la originalidad y creatividad que Témpano sabe ofrecer al
mundo del rock progresivo.
César Mendoza
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