Temas
- Ricochet (Part 1)
- Ricochet (Part 2)
Integrantes
- Edgar Froese: sintetizadores, guitarra, mellotron, piano, cintas
- Chris Franke: sintetizadores, mellotron, cintas, percusion
- Peter Baumann: sintetizadores, mellotron, organo
Una vez que ‘Phaedra’ los puso en un lugar comercialmente destacado dentro
de la musica de vanguardia, el trio TD empezo a realizar diversos shows,
repartidos en dos tendencias: una, la de mera improvisacion a partir de un
par de acordes basicos que eran decididos en los camerinos minutos antes del
recital respectivo; otra, la de presentar un bloque de ideas
melodicas/armonicas sobre el cual podia haber un cierto registro de
variaciones e improvisaciones. Los shows de ‘Ricochet’ caian bajo este
segundo rubro: se trataba mas exactamente de un proyecto musical ejecutado
en una pequeña cantidad de presentaciones en catedrales de Francia e
Inglaterra.
La Parte 1 comienza con unos sombrios acordes graves de VCS3, y la
introduccion de una secuencia ritmica extrañamente sincopada, la misma que
luego da lugar a una seccion de tendencia arabesca donde los mellotrones, el
organo y la guitarra solista se complementan en el armado de un motivo
exotico recurrente, sabiamente sostenidos por un efectivo tamborileo de
rototoms. Una vez pasada esta seccion, suena un efecto breve de relatos y
conversaciones que anuncia una segunda seccion instrumental mas trepidante
que la anterior, pero que mantiene la misma tendencia exotica. Ahora el
protagonismo es asumido por el sintetizador ARP, mientras la guitarra
establece retazos cripticos de corte frippiano hasta que termina retomando
la melodia inicial en los pasajes finales. La Parte 2 tiene un inicio mas
calmo: se trata de un solo de piano de cola secundado por una flauta de
mellotron. Tras esta introduccion, sigue una pintura sonora fundada sobre
secuencias y armonias de sintetizadores, sobre las cuales surgen ramalazos
de mellotron, y por ultimo, de la guitarra alucinada de Froese. Casi al
final surge un disonante pasaje de mellotrones de flautas, para luego volver
a otra secuencia de VCS 3, un poco menos vibrante que la que inundo toda
esta Parte 2, cerrando asi el disco. Las ovaciones que se escuchan a
continuacion son un justo tributo a un trabajo musical ingenioso, donde el
empleo de toda esa parafernalia electronica no fue obstaculo parar crear
paisajes musicales intensos, a su modo, llenos de un convincente calor
espiritual.
Cesar Mendoza
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