Temas
- Bus Repeller
- Mandrágora II
- Coleman
- La Claridad del Carajo
- Mandrágora
Integrantes
- Fabricio Morás: teclados
- Pablo Dalmasso: batería
- Sebastián Teves: bajo
Aquí tenemos el primer disco del power-trío argentino de jazz-rock Sur
Oculto, una banda cuya combinación de polenta y potencia habría de alcanzar
una máxima cuota expresiva en su siguiente obra “Estados”. Pero ya en este
disco, editado de forma limitada a partir de una sesión en vivo en el
estudio Crossover en enero de 2002, se muestra la visión musical que el trío
tiene en mente: una propuesta de jazz-rock con bastantes matices funky y con
inclinaciones hacia sonoridades agresivas, desarrollando interacciones
excitantes y electrificantes a partir de unas ideas básicas. ‘Bus Repeller’
es puro Sur Oculto, con esa amalgama tan sólida que conforma la dupla
rítmica a través del surco atravesado por la pieza; por su parte, Morás se
entretiene alternando solos con sonidos de órgano psicodélico y un uso
rítmico del piano. ‘Mandrágora II’ sigue con la lógica del dinamismo, pero
esta vez con una intensidad un poco menor: el piano desarrolla unos vuelos
virtuosos que nunca llegan a cansar, bien asentados sobre una ocupada dupla
rítmica, y cuando el solo de bajo entra a tallar, las cosas se tornan
parecidas a la tradición de Return to Forever. ‘Coleman’, una pieza que
habrá de contar con una versión más potente en “Estados”, continúa con el
colorido general plasmado en el tema precedente. El último cuarto de hora de
este disco es el que personalmente me llama más la atención, pues los dos
temas que lo ocupan son mis favoritos. ‘La Claridad del Carajo’ (título de
pura poesía procaz) sigue un esquema de trabajo muy semejante al del tema 1,
con una acentuación del tenor psicodélico. ‘Mandrágora’ encarna la
culminación de la propuesta musical vertida en el disco, con pasajes de
delirante virtuosismo en el bajo y el teclado, una impresionante
compenetración triangulada entre los músicos a través de su trayecto
compartido, un gancho envolvente en los momentos donde se da una repetición
machacona de determinados riffs – un gran final para este documento musical
que dura menos de ½ hora.
Este disco no es esencial en sí mismo, dado lo que supuso “Estados” tres
años después para la evolución de la voz propia de Sur Oculto, pero sin duda
será adecuadamente apreciado por quienes quedaron impresionados por el disco
antes mencionado. Dado que se trata de un ítem de edición descontinuada,
estén atentos los coleccionistas a ver si por alguna bienaventuranza se
topan con un amigo melómano que tenga un ejemplar de “Trío” – pídanlo
prestado y disfrútenlo para seguir conociendo más a fondo a Sur Oculto.
César Mendoza
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