Temas
- El Hipernauta
- Apocalipsis II
- Después de Todo
- Isis [ Nacimiento ; Divinización ; El Esplendor ; Inmensidad Total ;
Superciencia ; Secretos Divinos ; La Fuerza : El Viaje de Isis ]
Integrantes
- María Macaya: voz
- Alejandro Kordon: teclados, flauta
- Mariano Sánchez: bajo
- Norberto Barcala: batería, percusión
Para su segundo registro “Lleva el Brillo del Sol”, el grupo argentino
Supernova se convirtió en un cuarteto con la incorporación de la vocalista
María Macaya: de todos modos, se nota que el núcleo tripartito instrumental
sigue conformando la esencia de la propuesta musical del grupo. No es justo
mezquinar el aporte de Macaya con su voz potente y entonada: su potencia le
permite acoplarse al espíritu fastuoso de la música de Supernova en las
secciones cantadas del repertorio, mientras que su técnica vocal la
convierte en una pieza importante para el despliegue de sensibilidad
melódica vertido en dichas secciones. Pero lo que quiero decir es que los
aires de renovación estilística de Supernova se concentran exclusivamente en
el funcionamiento del trío instrumental – “Lleva el Brillo del Sol” supera a
su predecesor “Uno Punto Infinito” en cuanto a consistencia y fibra en el
sonido, además de la creatividad compositiva.
Una pieza tan potente como ‘El Hipernauta’, derrochando tanta energía y
portando una estructura moderadamente compleja, funge como oportuno abridor
a fin de invitar al oyente a contagiarse de la polenta vertida en el sonido.
Mas es en las dos siguientes piezas donde Supernova empieza a poner sobre la
mesa todas sus cartas musicales sobre la mesa. Con su manera tan obviamente
modernizada de reciclar y revitalizar las herencias sinfónicas de Yes,
Genesis y Wakeman solista, ‘Apocalipsis II’ y ‘Después de Todo’ exhiben una
secuencia bien armada de ingeniosas melodías y texturas envolventes. La
primera de estas piezas es original del disco debut, totalmente
instrumental, ganando en este disco una dosis extra de energía, amén de
expresividad con las letras escritas por el baterista Barcala; la segunda
apunta a una tendencia más decididamente bucólica, con esas hermosas
intervenciones de flauta a cargo de Kordon y esas elegantes expansiones
efectuadas sobre las juguetonas bases armónicas que se desarrollan después
del pasaje introductorio. La cúspide del disco llega en sus últimos 34
minutos, con la magnífica suite ‘Isis’, la cual consta de cuatro secciones
cantadas acompañadas de sus respectivos segmentos instrumentales breves a
modo de sucesivos preludios. Como es de esperar, lo épico marca el aura
absoluta y exclusiva de esta composición múltiple y ambiciosa: la cosa suena
a una mezcla de Wakeman y The Enid, con ciertas sazones adicionales de una
especie de Focus modernizado. Los vericuetos orquestales de ‘Nacimiento’ se
prestan bastante bien para introducirnos con boato al esplendor de
‘Divinización’. Ésta es prácticamente la lógica recurrente hasta el momento
final. Como notas peculiares cabe mencionar: ‘El Esplendor’ se concentra en
cortas secuencias minimalistas de corte cinematográfico, mientras que
‘Superciencia’ ofrece una cadencia notablemente introspectiva. ‘El Viaje de
Isis’ concluye la suite con un compás lento, el cual es aprovechado para
darle un aire coral que provea una suerte de clímax medido al asunto.
En fin, tenemos en “Lleva el Brillo del Sol” a un excelente disco sinfónico
del nuevo milenio proveniente de la siempre sorprendente y variopinta escena
progresiva argentina. Supernova no debe faltar en una buena colección que le
dé espacio a las nuevas ofertas progresivas.
César Mendoza
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