Discográfica: Kscope
CD 1:
- Grace For Drowning (2:06)
- Sectarian (7:41)
- Deform To Form A Star (7:51)
- No Part Of Me (5:45)
- Postcard (4:29)
- Raider Prelude (2:23)
- Remainder The Black Dog (9:27)
CD 2:
- Belle De Jour (2:59)
- Index (4:49)
- Track One (4:16)
- Raider II (23:21)
- Like Dust I Have Cleared From My Eye (8:01)
Músicos:
- Steven Wilson: vocals, keyboards, guitars, bass, piano, autoharp,
percussion, gong, glockenspiel, programming, harmonium
- Jordan Rudess: piano
- Theo Travis: saxophones, clarinets, flute
- Ben Castle: clarinet
- Nick Beggs: stick, bass guitar
- Nic France: drums
- Tony Levin: bass
- Pat Mastelotto: acoustic and electronic drums
- Markus Reuter: U8 touch guitar
- Trey Gunn: Warr guitarr, bass guitar
- London Session Orchestra conducted by Dave Stewart: strings
- Synergy vocals arranged by Dave Stewart: choir
- Steve Hackett: guitars
- Mike Outram: guitar
- Sand Snowman: acoustic guitar
Steven Wilson, menudo tipo. ?Hasta cuando puede durar el estado de gracia de
este hombre? Por lo menos se está alargando desde mediados de los 90 hasta
ahora. Cuando piensas que su trayectoria puede empezar a tomar el camino de
descenso, va y se saca de la manga uno de los mejores álbumes de su carrera.
Esto es "Grace for Drowning", su segundo en solitario. Un doble CD (aunque
en total dura sólo 83 minutos), con el que consigue situarse por encima del
primero "Insurgentes" y que quedará marcado como uno de los puntos
culminantes de su amplia discografía.
No digo ninguna tontería si digo que estamos ante el trabajo más ambicioso
de cuantos ha grabado este hombre. Una obra construida minuciosamente,
cuidando el equilibrio al máximo, llena de detalles y matices, con una
calidad de grabación y producción difícilmente mejorables, donde en esta
ocasión Steven Wilson ha querido personalizar la obra haciéndose valer de
músicos experimentados de jazz.
"Grace for Drowning" es un álbum más homogéneo que "Insurgentes". Si en ese
primer disco la variedad de estilos y tonos se imponía hasta obtener una
colección de piezas geniales, pero ciertamente alejadas, en esta ocasión
todo parece fluir con toda naturalidad en una misma corriente, despertando
un sentimiento común entre tenebroso, nostálgico y fascinante. Eso no
significa que estemos ante un trabajo lineal o poco variado. Todo lo
contrario, la variedad de estilos diferentes que se encuentran en este
trabajo sigue siendo el habitual, moviéndose tanto entre sonidos etéreos
como tormentosos, pero eso sí, siempre remando en un mismo sentido. Wilson
se centra especialmente en sus conocidas raíces en el progresivo de los 70,
juega con jazz, electrónica, ambiente, pop, dark wave, industrial y tantas
otras sonoridades que sabe hacerse suyas e integrar a su personal estilo
como si nada.
Un trabajo comedido, sin notas de más ni ornamentación gratuita. Me
atrevería a decir que es la obra donde confluye todo lo que ha grabado
Steven Wilson hasta ahora. La culminación a muchos años de carrera. Aquí hay
lugar para un pedazo de cada uno de sus proyectos, sean Porcupine Tree en
sus diferentes etapas, IEM, Bass Communion, Blackfield, No-Man o el mismo
"Insurgentes". Pero al mismo tiempo va más allá añadiendo nuevas sonoridades
y ambientes, creando paisajes que evocan oscuridad y belleza a partes
iguales, combinando pasajes de jazz psicodélico con estallidos de violencia.
Pero lo que lo hace más grande es que estamos ante un álbum con una solidez
compositiva incuestionable y un equilibrio trabajado al detalle. Incorpora
cierta ambientación sutilmente lúgubre, fantasmagórica, hasta ahora inédita
("Belle de Jour", "Raider Prelude", "Remainder the Black Dog", "Grace for
Drowning", "Track One "...), o en todo caso cierto sabor a soundtrack de
película europea de los 70. Nunca antes había compuesto una canción de
orientación pop tan bella como "Postcard"; ecos de Radiohead en la
enigmática "Index"; composiciones exquisitas como "Deform to Form a Star" o
"No Part of me"; una instrumental " Sectarian "perfecta para preparar el
terreno por lo que nos viene encima"; una tan brillante como sorprendente
"Remainder the Black Dog" con referencias al Canterbury psicodélico de unos
Soft Machine. O por otro lado "Track One" que es la perfecta plataforma de
lanzamiento para la pieza culminante del álbum "Raider II", al tiempo que
"Like Dust I Have cleared from my Eye" es el perfecto colofón a "Rider II" y
al álbum entero, en una nueva lección de cómo equilibrar una obra como esta.
Y como no, los 23 minutos de "Raider II" memorable magnum opus donde se
concentra lo mejor que nos puede ofrecer una pieza de rock progresivo en
esencia, donde Wilson evidencia su devoción por los King Crimson de "Lizard"
o "Islands" . Majestuoso.
En uno de los mejores años de lo que llevamos de siglo para el progresivo,
cualquier otro álbum de este año parece quedar empequeñecido ante una obra
como esta. Uno de los puntos culminantes de la discografía de Steven Wilson.
Casi nada.
Valoración: 10/10
Ferran Lizana (rockomic@gmail.com)
Octubre 2011
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