Temas
- Schlatan (5:14)
- Tusjpen (5:53)
- Bartof (1:38)
- Follower (6:30)
- Saltpetersyre (6:01)
- Den Avsagde (1:52)
- Stætten (4:22)
- End Of Saltz (2:44)
- Oftebrua (3:44)
- Tzar Saltan (8:21)
Integrantes
- Skjalg Reithaug: guitarras, guitarra-sintetizador
- Anders Hunstad: batería, piano eléctrico, voz
- Lars Andreas Haug: tuba, trompeta, trombón, efectos, voz
Sot es el nombre de un trío noruego formado en Oslo y conformado por músicos
procedentes de áreas tan dispares como el metal, la fusión y el pop: con su
estructura de guitarra, batería y tuba (más otros implementos), Sot elabora una
propuesta vitalista y extravagante que se enmarca dentro de la confluencia de
rock in opposition, math-rock y avant-jazz, añadiendo sazones de prog
psicodélico con una carga Crimsoniana. En su propio blog de Bandcamp, el grupo
expresa su amor por "los ritmos inusuales y grooves pesados, a veces aumentados
con chispazos de melodías infantiles". Esta descripción oficial, a pesar de no
estar pensada desde un plano objetivo, acierta exactamente con lo que el oyente
ha de encontrar a la hora de escuchar "Kind Of Saltz", el disco que Sot editó
en diciembre de 2011 a través de su propio sello Sotanic Sounds. El repertorio
de este disco está armado a partir de traviesas travesías por pasajes intensos,
parajes sutiles, irrupciones saltarinas, cortinas minimalistas, momentos de
constricción, rituales de exaltación. Repasemos el disco en cuestión con mayor
detalle a fin de determinar cómo se articulan todos estos ítems.
"Schlatan" abre el disco con un filo rockero bastante pronunciado, punzante a
través de su dinamismo imponente en las secciones explícitamente fuertes y más
sutil en los pasajes de tendencia comedida: imaginemos una versión math-rockera
de un híbrido entre Mahavishnu Orchestra y Höyry-Kone. "Tusjpen" abre campo a
ambiente y texturas marcadas por cierta dosis de calidez, aunque nunca faltan
las ocasiones para que la expresividad rockera encienda su llama: el factor
jazzero es, en líneas generales, más pronunciado. "Bartof" es una breve
aventura de danza gitana, al modo de un tributo a Samla Mammas Manna. Resulta
conveniente que sea seguida inmediatamente por "Follower", pues su inicio
lánguido hace que nuestra atención vire desde la efímera iluminación juguetona
de la pieza precedente hacia una misteriosamente serena nocturnidad. Más
adelante, el grupo da rienda suelta a su espíritu travieso recurriendo
sucesivamente a interrupciones dadaístas, un momento de jolgorio y otro marcado
por una densidad cuasi-Crimsoniana, logrando así generar una bizarra diversidad
temática antes de volver a la languidez inicial. "Saltpetersyre" suena como un
retorno a la extrovertida espiritualidad nuclear "Schlatan" con matices
añadidos bajo la inspiración de las orquestaciones Zappianas. Como pequeño
bloque de aleatorios retazos cósmicos, "Den Avsagde" opera como un preludio al
colorido vigoroso de "Stætten", tema que encapsula y recapitula ávidamente la
mayor parte de la sofisticada versatilidad de la que siempre ha venido haciendo
gala el grupo; aunque el aura de extravagancia circense es predominante,
también hay momentos para el lucimiento de interludios jazzeros y de texturas
cósmicas. "End Of Saltz" nos presenta la faceta introvertida de Sot, articulada
en torno a un motivo repetitivo que da la apariencia de explayarse en torno a
su inherente densidad=85 pero ésta nunca llega a estallar, manteniéndose bien
contenida por la red sónica creada por el trío. "Oftebrua", por su parte,
establece un parentesco con "Tusjpen": cabe destacar el brillante solo de piano
eléctrico ejecutado por el baterista. Los últimos 8 minutos y pico del disco
están ocupados por "Tzar Saltan". Esta pieza aprovecha su espacio de expansión
para volver a las ambiciones sintéticas de "Stætten", solo que esta vez se da
un equilibrio más consistente en la repartición de roles de los dispares
elementos contenidos en ella. Cabe destacar el modo tan elegante en que el
grupo maneja las secciones más aguerridas; también merece una mención especial
el juego de escalas que primero emerge como interludio y después reaparece para
el clímax conclusivo, es simplemente genial, con un swing muy llamativo que
nos remite al legado de la faceta etérea del primer Mahavishnu Orchestra.
Todo esto fue "Kind Of Saltz", un muestrario de vanguardia progresiva que
brilla con luz estelar y que lamentamos haber conocido recién ahora. Sot merece
la atención de todos los amantes del género progresivo que buscan ser
desafiados por las infinitas posibilidades que se abren a la experimentación
rockera ecléctica e impredecible.
César Mendoza
|