Temas
- Nettle Bed
- Carol Ann
- Day’s Eye
- Bone Fire
- Taraboe
- D.I.S.
- Snodland
- Penny Hitch
- Block
- Down the Road
- The German Lesson
- The French Lesson
Integrantes
- Roy Babbington: bajo, contrabajo
- Karl Jenkins: piano electrico, oboe, saxos soprano y baritono, flauta
dulce
- Mike Ratledge: organo, piano electrico, sintetizador
- John Marshall: bateria, percusion
Contando con un solo miembro original y con un Jenkins que cada vez hace
notar mas su presencia dentro de Soft Machine, la banda ya queda enfilada
dentro de los senderos mas marcadamente habituales del jazz fusion: la
influencia del jazz americano de Weather Report y Miles Davis es mas patente
que nunca antes. El gusto de Jenkins por manejar el piano electrico en un
buen numero de las piezas de este repertorio permite al veterano Ratledge
asumir con mas soltura sus solos de organo y sintetizador, dando rienda
suelta a su estilo envolvente, aunque sin la agresividad frontal que habia
caracterizado al sonido de SM durante la era Wyatt. Este abierto predominio
de la sutileza sobre la enegia tambien se hace patente en las intervenciones
de Jenkins en los vientos y la labor de Babbington en el bajo (este ultimo
maneja el bajo como una extension del contrabajo, que es en realidad su
fuerte); toda esta cobertura encuentra un apropiado apoyo en las exquisitas
bases ritmicas provistas por Marshall.
‘Nettle Bed’ abre el disco con un espiritu abiertamente extrovertido y
alegre, mientras que ‘Carol Ann’ se concentra en una serie sencilla de
acordes exhibida a traves de una tenue melancolia. La secuencia de los temas
3-6 es la parte mas lograda del disco EMHO. Comenzando con un motivo
cadencioso, en el cual se combina una dulce melancolia y un moderado
entusiasmo, el saxo soprano y el organo se van turnando en las sacudidas de
sus respectivas libertades expresivas, hasta que surge un nuevo motivo mas
abiertamente entusiasta; en el bloque final de este motivo surge una
secuencia realmente ingeniosa y brillante de redobles en manos de un
Marshall realmente elevado, mientras que el piano electrico, los metales y
el bajo van marcando las sicopas del caso; este bloque sirve de interludio
para el alucinante D.I.S., un collage percusivo armado por una serie de
golpes de platillos, gong, cencerros, y otros elementos reciclados a traves
de un aparato de ingenieria – un guiño a los tiempos de la psicodelia, sin
la energia de los primeros tiempos de SM, pero con el mismo gusto por evocar
climas alucinogenos y descontructivistas. El lado B del vinilo se inicia con
‘Snodland’, una languida seccion de piano electrico, bastante onirica, que
luego da paso a la secuencia de los dos temas siguientes, los cuales
mantienen el espiritu general de los temas 1, 4 y 5. Ya para entonces no
necesitamos escuchar mas para hacernos una idea de la orientacion musical
del disco, aunque todavia hay algunas sorpresas en la serie de los tres
ultimos numeros. ‘Down the Road’ nos devuelve el espiritu meditabundo del
tema 3, hasta desembocar en ‘The German Lesson’ y ‘The French Lesson’, una
serie fluida de cortinas de sintetizador y organo que destilan un cierto
aire inesperado de inescrutable misterio. Sin duda, estas dos piezas tambien
sirven para echar una ocasional mirada hacia los añejos primeros tiempos del
grupo.
En suma, “Seven” es un disco de factura exquisita y elegante que da muestras
del buen funcionamiento de las fuerzas creativas de esta maquina musical
que, es cierto, ya ha perdido esa voz peculiar y especial que habia estado
enarbolando en los tiempos en que Wyatt y Hopper contaban con un adecuado
campo para expresarse: con todo, a la luz de lo ofrecido por este disco, SM
sigue siendo un punto de referencia obligado para los amantes de la musica
de vanguardia con fundamentos firmemente jazzeros.
Cesar Mendoza
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