Temas
- Incipit Tragaedia
- Cabine 67
- Yog Sothoth
- La Ballade de Lénore
- Delear Prius
- J'ai Vu Naguère en Peinture les Harpies Ravissant le Repas de Phynée
Integrantes
- Alain Ballaud: bajo
- Franck Coulaud: batería, percusión
- Franck W. Fromy: guitarras
- Jean-Luc Herve: piano, órgano, armonio
- Ann Stewart: voz
- Véronique Verdier: trombón
- Michel Kervinio: batería, percusión (5 y 6)
Este disco de la banda zheul francesa Shub-Niggurath es mi primera
experiencia melómana con la susodicha banda. Debo comenzar señalando mi
agrado por esta experiencia, siendo así que el material contenido en este
disco muestra una robusta combinación de solidez e inventiva a través de
juegos de pulsaciones contundentes, disonancias frontalmente tanáticas y
bizarros juegos de texturas sonoras. Todo muy zheul y muy RIO, en verdad, y
tal vez sea ello lo que también cree una cierta sensación de falta de
sorpresa en este oyente. Las influencias de Magma, Univers Zero y Present (y
también la se nota la impronta de las vísceras deconstructivas de Henry Cow)
son tan marcadas que la cosa no llega a destacar por un despliegue notorio
de originalidad más allá de los patrones estandarizados del género. Pero
vamos, que se trata de un disco realizado con ingenio y ejecutado con nervio
y oficio, de eso no cabe duda. De hecho, más que originalidad, lo que se
encuentra es la virtud de lo afiladamente opresivo la que hace de este disco
algo netamente valioso para cualquier investigador en las corrientes más
extremas del progresivo: la gente de Shub-Niggurath se apoya en la idea de
profundizar concienzudamente en la oscuridad y/o fatalidad demencial
originariamente propuestas por sus puntos de referencia.
Vayamos al repertorio en sX. El disco comienza con la pieza mXs larga del
disco. Durando casi 16 minutos, XIncipit TragaediaX exhibe un despliegue de
tenebrismo y oscuridad muy a tono con el mismo nombre de la banda
(proveniente de un relato de Lovecraft, siendo Shub-Niggurath nada menos que
La Cabra Negra de los Bosques Madre de Mil). El piano, en complicidad sXlida
con la secciXn rXtmica (nutrida por la fuerte personalidad de Coulaud y
Ballaud), es el instrumento que va marcando la pauta lXder a lo largo del
desarrollo de las sucesivas ideas musicales que se van concatenando como una
cadena forjada con el metal del frenesX y la inquietud. Hablo de frenesX a
pesar de que no se trata de una pieza muy veloz, pero ciertamente hay un
fragor alucinado operando a travXs del lXnguido compXs que se va
desarrollando; el canto operXtico de Ann Stewart, a medio camino entre el
testimonio de una historia tXtrica y el exorcismo de fantasmas atroces,
ayuda bastante en eso de la inquietud. Y quX decir de los fraseos de
guitarra a cargo de Fromy, dando vueltas continuas en torno a su propia
neurosis macabra; lo mismo vale para el perverso solo de bajo que emerge al
entrar al Xltimo tercio de esta pieza. Los Xltimos dos minutos y medio son
ocupados por un clXmax medido, a fin de no crear una ruptura inoportuna con
los despliegues sonoros precedentes. XCabine 67X, tras un inicio basado en
golpes aleatorios de piano y tambores de baterXa, se constituye en un
terremoto agresivo en el que la guitarra y el bajo interactXan violentamente
sobre una intensa secciXn rXtmica: a cosas como Xsta me refiero cuando
pienso en Shub-Niggurath como la encarnaciXn de las peores pesadillas
aludidas por la mXsica de Univers Zero y Magma en sus facetas mXs tanXticas.
A continuaciXn sigue la otra pieza larga del disco, XYog SothothX. En sus 12
X minutos de duraciXn, reitera muchos de los ambientes lXnguidos vertidos en
el tema de entrada, concentrXndose mucho en ellos y elaborando sus puntos
Xlgidos sobre ellos. En fin, XLa Ballade de LXnoreX comienza con 2 X minutos
de disonante solemnidad, hasta que repentinamente emerge una secciXn mXs
patentemente agresiva, marcada en buena parte por el bajo elXctrico, el
mismo que parece imponerse sobre la guitarra a punta de inmisericorde
brutalidad. La segunda mitad del tema es utilizada para bajar un poco los
decibeles momentXneamente, antes de retomar la secciXn agresiva antes
mencionada, esta vez con la adiciXn de eficaces ornamentos climXticos. Las
dos Xltimas piezas del CD son sendos bonus tracks: XDelear PriusX exhibe un
ambiente tXpicamente deconstructivo, expresando las fracturas de la razXn
humana con sonidos articulados segXn una lXgica misteriosa, mientras que
XJ'ai Vu NaguXre en Peinture les Harpies Ravissant le Repas de PhynXeX porta
una estructura muy afXn a la de XCabine 67X.
En fin, concluyo reiterando algo que dije al comienzo: la música de
Shub-Niggurath destaca no tanto por plantear algo sólidamente original
dentro del zheul sino por llevar algunas de sus premisas hacia ciertos
extremos ingeniosos de oscuridad y opresión. Este disco tan exquisito como
misterioso llamado “Les Morts Vont Vite” es todo un desafío, incluso a veces
una agresión, para las mentes más abiertas que habitan dentro del público
melómano progresivo.
César Mendoza
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