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LA LISTA DE CORREO HISPANO-PARLANTE SOBRE ROCK PROGRESIVO Y SINFÓNICO 
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 SALIS: “Dopo il Buio la Luce” (1979)

Temas

  1. Novembre
  2. Rapsodia per Emigrazione
  3. Dopo il Buio… La Luce
  4. Pecato Che…!
  5. Diablo
  6. A Walter
  7. Inquinamento
  8. Yankee Go Home

Integrantes

  • Francesco Salis: guitarras, voz
  • Antonio Salis: bajo, flauta, saxofón, voz
  • Antonio Lotta: teclados
  • Antonio Sardu: batería, percusión

Con dos hermanos y un mismo nombre de pila repetido tres veces en su formación, el grupo italiano Salis estableció en su tercer y último disco “Dopi il Buio la Luce” uno de los ítems más atractivos de la historia desconocida del movimiento progresivo de su país, justamente ad portas del cierre de la década de los 70s. No conozco los dos anteriores trabajos de Salis, pero he leído que se tratan de sendos muestrarios de rock melódico moderadamente adornado con trucos progresivos pero básicamente ligero en cuanto a pretensiones estilísticas. Por lo que se escucha en este bonito disco, el grupo ha logrado en este punto recrear su propuesta bajo una óptica más sofisticada, tanto en lo compositivo como en lo performativo. Lo que tenemos en este disco es una agenda sinfónica muy cercana a las líneas de trabajo articuladas por Apoteosi (y también BMS), añadiendo matices de corte jazz-rock que permiten incrementar el dinamismo de las labores de la sección rítmica y recrear ciertos ornamentos peculiares de teclado.

‘Novembre’ da inicio al disco con una envolvente cadencia meditativa, siguiendo el esquema de un jazz-rock lento iniciado por climas ensoñadores de sintetizador y ensalzado por majestuosos fraseos de guitarra eléctrica. El solo de sintetizador que viene después ayuda a mantener el momentum emocional con fluida coherencia. A pesar de ser lento, esta pieza cuenta con suficiente punche como para significar una buena entrada. ‘Rapsodia per Emigrazione’ se inserta en el corazón mismo del sinfonismo, creando una efectiva mezcla de Wakeman y BMS: incluye un hermoso interludio de piano que típicamente se engarza con la tradición académica europea. Lotta se erige en protagonista del ensamble no solo por este solo, sino también por el armado de los motivos principales y ornamentos con el Moog. Con sus 7 y casi ¾ minutos de duración, el tema homónimo es el más extenso del disco, cuya primera sección se encuadra dentro de la vertiente más jazzera de la visión musical de Salis. Esta pieza me suena particularmente afín a Gilgamesh, esto es, hasta que emerge un interludio fastuoso muy a lo Apoteosi, centrado en ambientes claroscuros e intensos. Los últimos pasajes conforman el tránsito desde una antesala etérea hasta una coda festiva de tenor folklórico (la cual me recuerda un poco a BMS y Maxophone). La primera mitad del disco concluye con ‘Pecato Che…!’, un tema sí exclusivamente concentrado en lo melancólico. Con esos acordes de piano y las líneas de saxo tenor (a cargo del mismo bajista) se anuncia el tenor general de la pieza. Los fraseos de guitarra eléctrica, expandidos elegantemente sobre el compás lento y las armonías marcadas por el piano, hallan un perfecto complemento en los arreglos de cuerda, los mismos que aportan un aire de plena exquisitez al asunto.

La segunda mitad del disco comienza con ‘Diablo’, tema cantado que nos remite nuevamente a Apoteosi, y de paso, también a E. A. Poe. El clima de ensueño claroscuro se perpetúa con ‘A Walter’ e ‘Inquinamento’. Estos dos excelentes instrumentales muestran la capacidad del grupo para establecer arreglos interesantes que robustecen las alusiones inherentes a las ideas melódicas básicas apelando al enlace entre ejecuciones enérgicas y atmósferas especiales. ‘Inquinamento’ tiene el atractivo extra de incluir algunos arreglos de tenor jazzero donde se hacen presentes las huellas de Hatfield y el Soft Machine post-Wyatt, aunque acomodado al lirismo típicamente mediterráneo del grupo. Con la consigna anti-imperialista ‘Yankee Go Home’ el grupo titula la pieza que clausura este disco: se trata de una canción folk-rock en un tempo de ¾ donde el canto parece reflejar una festiva actitud combativa. En fin, se trata de la canción menos compleja del disco, y tal vez sea dispensable en el contexto global del repertorio, pero tiene la ventaja de brindar un aire de medida frivolidad ‘al estilo italiano’ para el cierre. “Dopo il Buio la Luce” es uno de esos discos que tienen el imperecedero encanto del tesoro escondido que aguarda a ser descubierto por quien pueda disfrutarlo.

César Mendoza

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

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