En la vastisima discografia de Rick Wakeman podemos encontrar verdaderas
obras maestras (sus primeros discos) y mucho material desechable producido en
los '80 y '90, desde coqueteos con el pop hasta musica new age. Sin embargo,
siempre es bueno escuchar cada nueva produccion de este hombre, no solo porque
es uno de los tecladistas mas virtuosos del siglo XX sino porque siempre esta
latente la posibilidad de llevarse una grata sorpresa. Tal el caso de este
album grabado en vivo en una catedral, donde Rick -solo frente a un organo-
demuestra una vez mas su inagotable talento.Este es, practicamente, un
disco de musica sacra y/o clasica. Consta de seis temas: en los cinco primeros,
el unico instrumento es el organo de iglesia. No hay coros, seccion ritmica ni
teclados de apoyo, solamente musica solemne -y a veces pomposa y
grandilocuente-. Algo asi como un album en el que todos
loscortes son del estilo de los recordados Jane Seymour (de Six Wives) o
Judas Iscariot (de Criminal Record). El sexto y ultimo tema es una larga y
bonita pieza, esta vez en piano clasico, en la que R.W. regala no solo tecnica
sino mucha sensibilidad. A pesar de la falta de variedad instrumental, la
obra no resulta tediosa en ningun momento, conformando algo menos de una hora
de musica muy bella. Un album digno del mago de los teclados.
marceplus@hotmail.com
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