Temario:
- Breaking Water (Wright/Moore) 2:28
- Night of a Thousand Furry Toys (Wright/Moore) 4:22
- Hidden Fear (Wright/Gerry Gordon) 3:28
- Runaway (Moore) 4:00
- Unfair Ground (Wright) 2:21
- Satellite (Wright) 4:06
- Woman of Custom (Moore) 3:44
- Interlude (Wright) 1:16
- Black Cloud (Wright) 3:19
- Far from the Harbour Wall (Wright/Moore) 6:19
- Drowning (Wright) 1:38
- Reaching for the Rail (Wright/Moore) 6:30
- Blue Room in Venice (Wright/Gordon) 2:47
- Sweet July (Wright) 4:13
- Along the Shoreline (Wright/Moore) 4:36
- Breakthrough (Wright/Moore) 4:19
Personal:
- Rick Wright: teclados, piano, órgano Hammond, programación, voz.
- Sinéad O'Connor: voz en "Reaching for the Rail" y "Breakthrough".
- Tim Renwick, Dominic Miller, Steven Bolton: guitarras.
- Pino Palladino: bajo.
- Manu Katché: batería, percusión.
- Sian Bell: cello.
- Kate St. John: oboe, corno inglés.
- Maz Palladino: voz (bckgr.).
- Jason Reddy: programación.
- Anthony Moore: arreglos, programación.
Producido por Richard Wright y Anthony Moore.
Tremendo disco, casi unánimemente calificado por todos los floydianos maníacos
como el mejor trabajo solista de cualquier miembro de Pink Floyd. Y hay muchos
motivos para definirlo de esa forma, pero vayamos por parte.
Dos años antes de esta obra, Pink Floyd editaba "The Division Bell", disco en
el que Wright volvía a participar como miembro estable, coescribiendo
practicamente la mitad del registro. Aún así, y con el entusiasmo que generó la
aparición de dicha obra entre los músicos y el público, Wright no se sentía muy
satisfecho con el resultado, dado que él hubiese preferido una obra enteramente
temática, tal como los grandes clásicos de la banda, en vez de un conjunto de
canciones. Por ende, "Broken China" salda este deseo tanto del tecladista como
de muchos fans que ven en éste registro lo que la banda debería haber hecho en
ese momento.
De todas formas, "The Division Bell" tuvo también su aspecto positivo para
Wright. Como bien sabemos, Pink Floyd siempre utilizó lo último de la
tecnología a la hora de tocar y grabar, lo cual el tecladista supo aprovechar
con creces para su proyecto personal. Los otrora órganos Hammond y el clásico
piano eléctrico fueron casi reemplazados por sintetizadores muy apropiados para
éste disco. Además, la colaboración con Anthony Moore en el tema "Wearing The
Inside Out" fue crucial para que Wright encontrara un socio perfecto para ésta
aventura, tanto en la composición como en la soberbia producción. Y otro dato,
no menos importante: su amigo y compinche David Gilmour lo animó a que
realizara ésta obra, espaldarazo más que importante.
Inspirándose en una crisis nerviosa que padeció una amiga cercana suya, Wright
elaboró ésta historia en cuatro partes, muy identificables en el disco, en las
que describe diferentes estados de una enfermedad mental. Casi no hay un tema
que no se pueda escuchar independientemente del resto, lo cual muestra la
importancia de la obra como conjunto.
1 - Breaking Water. Sonidos de tormenta enmarcan el ingreso casi espectral de
una cortina de teclados, los cuales serán una constante en toda la obra.
Wright, como siempre, con delicadezas y sin golpes bajos, casi new age por
decirlo de algún modo.
2 - Night of a Thousand Furry Toys. Primer canción, con un gran grupo apoyando
la voz cautivadora del líder. A Wright se lo nota mucho más seguro como
cantante aquí que en su anterior registro, "Wet Dream". La producción del
sonido es tan perfecta que uno disfruta prácticamente de todos los
instrumentos, aún del cello de Sian Bell, muy disimuladamente oculto entre la
banda.
3 - Hidden Fear. A la manera de los cuentos de misterio, Wright solo con su voz
y acompañado por sus teclados, mas el aporte de Kate St. John en oboe, cuenta
una historia triste y muy emocionada, atrapando al oyente hasta la última nota
en la que enlaza muy sutilmente el siguiente tema.
4 - Runaway. Sonidos de máquinas (Oh, el viejo estilo Floyd!) enmarcan este
instrumental en el que Wright hace gala de sus teclados, sin ostentaciones, con
un bajo delicioso y unas escobillas muy oportunas a cargo de Manú Katche. El
cello se hace escuchar delicadamente otra vez.
5 - Unfair Ground. Segunda parte de ésta obra, con Bell en primera fila
haciendo un solo desgarrador. Sonidos de voces y gritos en un parque de
diversiones. Wright enmarca todo este vértigo como sólo él lo podría hacer.
6 - Satellite. La banda apura el ritmo en este instrumental, como dando a
entender que todos los músicos están atentos a los susurros sonoros del
tecladista. Un viejo órgano Hammond decora sin disimulos toda esta cuasi
improvisación.
7 - Woman of Custom. La voz melancólica de Rick sigue contando historias
tristes, aunque tratando de infundir un poco de ánimo a medida que lo vamos
escuchando. Paradójicamente, da gusto escucharlo.
8 - Interlude. Tal cual el título, un piano acústico apacible desgrana un
pequeño break simple y muy útil en esta etapa de la obra, muy cortito para mi
gusto.
9 - Black Cloud. Con algunos sonidos que recuerdan a la canción "One Of My
Turns", de "The Wall", Wright da inicio a la tercera parte, tal vez la mas
angustiante de la obra.
10 - Far from the Harbour Wall. La canción comienza en forma normal, simple,
hasta que llega a un intermezzo apoteótico, con gran trabajo de Manú Katche y
Pino Palladino, creando el climax apropiado junto a los teclados del líder. De
una manera muy sinfónica y con guitarras acústicas se va acabando.
11 - Drowning. Si no fuera porque uno sabe que es Wright, cualquiera
confundiría éste tema con alguna improvisación de Vangelis. Mas allá de que se
halla inspirado o no en su colega griego, el músico inglés profundiza más aún
el clima denso al que va llegando éste registro.
12 - Reaching for the Rail. Alternando las voces entre Wright y Sinéad
O'Connor, muy conmovedoras ambas, el tema es un lujo a todo oído, finalizando
con los mismos sonidos desgarradores de "Unfair Ground".
13 - Blue Room in Venice. Wright solo, muy sinfónico, da pie a seguir contando
historias casi desesperanzadas.
14 - Sweet July. La cuarta parte de la historia: un instrumental muy sentido,
con guitarras muy 'a la Gilmour', muy onda new age, estilo con que Wright
parece haber encontrado un lugar muy cómodo. Se nota un sentido más optimista
en éste último tramo.
15 - Along the Shoreline. Por decirlo de alguna forma, éste tema es el "Run
Like Hell" de Wright, con todo lo que eso significa. No estoy diciendo que sea
una copia de aquel clásico de Floyd, aún con un sintetizador muy similar al de
aquella canción, pero parece que Rick estuviera rindiéndole un homenaje a aquel
momento de su banda. Es un buen tema, aunque -debo admitirlo- con un final de
guitarra espantoso, muy rebuscado. Tal vez lo único negativo del disco.
16 - Breakthrough. Temazo. Sinéad O'Connor se pasa, demostrando que los finales
felices también existen, tal como la misma música lo demuestra. Incluso Wright
toca mucho más optimista aquí. Katche hace que éste tema suene a un soft jazz
delicioso, con Palladino y Miller haciendo de las suyas.
Grandísima obra. Disculpen mi entusiasmo, pero creo honestamente que éste
trabajo, aún con el precedente de "The Division Bell", compensó con creces el
vacío que existió -que existe- con la poca producción que hizo Pink Floyd en
sus últimos años. Wright se encargó de dejar -tal vez sin pensarlo asi- un
auténtico legado con éste disco, muy superior en sonido floydiano al de las
obras solistas de sus compinches Waters y Gilmour. Excelente trabajo, con gran
tarea de toda la banda que lo acompañó, especialmente Pino Palladino y Manú
Katche.
Eduardo Norris
Rafaela, Santa Fe, Argentina
Octubre 2009
P.D.: A la memoria del maestro Richard Wright, a un año de su muerte.:
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