Temas
- Estigma (6:25)
- Lombardía (10:34)
- Exégesys (6:49)
- Recuerdos de Traición (6:08)
- Lluvia de Estrellas (3:18)
- Triste Final (6:47)
- Bajo Tu Dominio (6:28)
- Reflejo (12:54)
- Ósmosis (9:03)
Integrantes
- Vilma del Giorgio: voz líder
- Cristian del Giorgio: teclados, sintetizadores
- Jeremías Gaitán: guitarras (5–9)
- Elías Galetta: bajo (5–9)
- Diego Maihure: batería, percusión (5–9)
Con – Federico Di Santi (guitarra en 1–4), Pablo Morard (bajo en 1–4), Pablo
Trifiletti (batería en 1–4)
Retsam Suriv es el nombre de una banda platense que acaba de hacer su debut
fonográfico con “Exégesys” a través del sello mexicano Luna Negra. Este combo
argentino ya lleva tocando y preparando material desde hace algunos años, bajo
el liderazgo del teclista Christian del Giorgio. El hecho de que la banda se
encuentre enfrascada en sonoridades donde confluyen la magia sónica del
progresivo sinfónico de vieja escuela, la energía vital de modalidades más
recientes de sinfonismo y el estilizado vigor de prog metal melódico hace que
Retsam Suriv pise en terrenos musicales semejantes a los de tras potentes
bandas latinoamericanas actuales como Entrance, Matraz, Nexus y Toccata. El
repertorio del álbum alterna casi matemáticamente los temas instrumentales y
cantados. Retsam Suriv pasó por significativos cambios de formación durante el
largo tiempo que llevó completar el registro de los 9 temas que conforman
“Exégesys”, pero ello no ha afectado para nada a su integralidad sonora.
‘Estigma’ da inicio al disco con unos climas espaciales de teclado que se hacen
muy floydianos a través de los filtros de Ayreon y Jordan Rudess; al empalmarse
el ensamble, pasamos a una bien amalgamada sonoridad que combina el prog
clásico (Yes, Genesis, PF) con elementos más modernos trasladados del neo de
vertiente pesada (Arena) y el prog metal (Dream Theater). La inclusión de
algunos momentos específicos de corte jazzero funcionan como un simpático
adorno ocasiona, pero más relevante es el majestuoso giro melódico que la pieza
adquiere poco antes de llegar al cuarto minuto y medio, el cual conduce
finalmente a un muy atractivo cierre del tema. La primera pieza cantada es
‘Lombardía’, y comienza con unos aires floydianos muy similares a los de la
primera canción – una vez que llegamos al núcleo de la canción y nos
familiarizamos con su desarrollo que lleva un total de 10 ½ minutos, advertimos
que este nuevo viaje progresivo tiene un acento ceremonioso más marcado. El
interludio que se desarrolla entre los minutos 7 y 8 destaca por sus etéreas
orquestaciones de teclado que emergen entre la robusta labor del baterista y
los precisos riffs de guitarra. El final conduce a un clímax efectivo. La pieza
homónima sigue a continuación, enarbolando una polenta muy dinámica desde el
mismísimo inicio: la labor del teclista exhibe un híbrido entre Wakeman y
Rudess en los solos y atmósferas, mientras que la guitarra se maneja muy bien
en su registro pesado sin renunciar para nada a la sensibilidad melódica, la
cual es bien llevada por la desfachatada pericia técnica de Federico di Santi.
A poco de pasados los 3 minutos, la pieza vira dramáticamente hacia un
interludio de piano que inadvertidamente anuncia un homenaje al ragtime, el
cual a su vez cede el sitio a un hermoso pasaje lírico en clave ensoñadora.
Este mismo pasaje cimienta el paso a un pasaje moderadamente pomposo que se
engarza a la perfección con el breve reprise que sirve de coda. ‘Recuerdos de
Traición’ es básicamente una semi-power ballad con un interludio más veloz que
funciona para acrecentar la emoción del momento hacia un clímax momentáneo.
‘Lluvia de Estrellas’, con una base de voz y piano que ocupa casi
exclusivamente la mayor parte de la canción, es una serenata compuesta por la
vocalista Vilma del Giorgio en memoria de Freddie Mercury. En ‘Triste Final’,
Retsam Suriv comienza arrojándose de cabeza a la piscina del rock duro
“progresivizado” de una manera afín a la de Entrance. Los momentos menos
exaltados aportan caminos de variedad dentro del desarrollo temático de la
pieza, y de este modo ella evoluciona hacia una parte más sinfónica que
contiene un aura bombástica bien definida. Pero si hablamos de algo bombástico,
el instrumental que sigue a continuación y que responde al título de ‘Bajo Tu
Dominio’ exhibe una dosis exigente de musicalidad, un pico de explosividad
progresiva dentro del álbum. ‘Reflejo’, con sus casi 13 minutos de duración, es
el tema más prolongado del disco. Los motivos transcurren fluidamente en la
sucesión de pasajes pomposos y relajados: yo destaco especialmente el pasaje
etéreo que se desarrolla entre los minutos 7 y 9, así como el claroscuro pasaje
que le sigue donde el grupo combina un sinfonismo límpido con aires un tanto
góticos. Los últimos 9 minutos del disco están ocupados por ‘Ósmosis’, una
pieza consistentemente robusta que sigue explorando la faceta más ampulosa del
grupo. En cierto modo, se puede describir como un encuentro entre ‘Estigma’ y
‘Bajo Tu Dominio’ con una recepción de los quiebres eclécticos que ya se habían
mostrad fehacientemente en ‘Reflejo’; también es posible que aquí hallemos los
mejores solos de sintetizador de todo el disco – es un buen final para
“Exégesys”.
A fin de cuentas, esta ópera prima de Retsam Suriv merece seriamente llamar la
atención de todos aquellos aficionados al género progresivo que disfruten de un
giro cañero para los parámetros estandarizados de la vertiente sinfónica. Esta
propuesta progresiva que el grupo plasma en “Exégesys” rebosa de sensibilidad
moderna e ímpetu – una grata sorpresa para el año 2009.
César Mendoza
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