Temas
- Ghost House (4:14)
- Taste Of Colours (Part One) (3:48)
- Taste of Colours (Part Two) (3:05)
- Treasure Island (5:04)
- So Close But Alone (4:47)
- Tkeshi (2:00)
- Chuta Chani (6:03)
- The Tower (Part One) (4:39)
- The Tower (Part Two) (5:30)
- Turned To Gold (4:22)
- Dedalus Falling (11:31)
Integrantes
- Luca Latini: voz
- Thomas Laguzzi: guitarras
- Luca Cambi: bajo
- Vladimer Sichinava: batería
- Gionatan Caradonna: teclados
Profusion es el nombre una banda italiana formada en 2002 con la misión de
juntar los mundos del prog sinfónico y el jazz-fusión en su esquema sónico,
comenzando como un trío de teclado-bajo-batería y pronto pasando a quinteto con
el ingreso de un guitarrista y un cantante. Hay algo de verdad en su misión
original a la luz de sus dos discos "One Piece Puzzle" (2006) y "Rewotower"
(2012), pero lo más acertado es decir que el estilo de Profusion consiste en un
eclecticismo ágil y vigoroso donde el neo-prog, el prog-metal melódico
estandarizado en la escena continental de los 90s en adelante, el sinfonismo de
vieja escuela y el paradigma de Spock"s Beard (con Neal Morse) se alternan y
conjugan en un contexto de meticulosa musicalidad. Hoy es ocasión de reseñar
"Rewotower", su segundo disco, el cual ya viene recibiendo elogios abundantes
en varios blogs progresivos.
"Ghost House" abre el álbum con un colorido vitalista que suena afín al
estándar de The Tangent con ciertos tufillos a lo PT en algunos guitarreos, y
también con algunas semejanzas colaterales con el Kansas clásico. Esta pieza de
apertura sirve para enganchar al oyente sin remedio antes de que las dos partes
de "Taste Of Colours" se encarguen de proseguir con el repertorio. Con este
tema de dos partes entramos más de lleno en el modelo del neo-prog (claridad
melódica, estilizaciones pulcras dentro de una ingeniería de afinidades
pop-rock): en este caso, notamos conexiones con IQ y Arena, lo cual significa
que tenemos un neo alimentado por una peculiar robustez sónica, una robustez
que también nos recuerda en ciertas instancias al lado más suave del Dream
Theater pre-1997. Parece que el momento es propicio para que "Treasure Island"
saque a colación las facetas más expresivamente filudas del ideario musical de
la banda: en efecto, ahora el vínculo con el prog-metal es más que un coqueteo
y pasa a ser un elemento definitorio para el modo en que Profusion trabaja con
los patrones del sinfonismo moderno. Es fácil sentir la cercanía con Vanden
Plas y el Threshold de la etapa con Mac. Bajo la guía del piano, "So Close But
Alone" comienza como una semi-balada pero luego gira hacia simpáticas
vibraciones de corte Latin-jazz: un recurso que ha sido utilizado varias veces
por Spock"s Beard en sus ya lejanos días bajo el liderazgo de Neal Morse.
"Tkeshi" es un soundscape de talante arábigo (muy al estilo del "Passion" de
Peter Gabriel) que funge como preludio a "Chuta Chani", canción donde el grupo
regresa a sus incursiones prog-metaleras, preservando a su vez la conexión
arábiga iniciada por el mencionado preludio. Las dos partes de "The Tower"
completan un total de 10 minutos. Este viaje musical específico le sirve a la
banda para volver de lleno a las aguas del neo-prog y las texturas orquestadas
del estándar prog-sinfónico, navegando sobre una armazón de cálidos desarrollos
melódicos donde la prestancia aguerrida del rock y el manejo ocasional de
cadencias rítmicas jazz-rockeras ayudan a mantener niveles de fastuosidad
consistente para los desarrollos temáticos en curso. Posiblemente sea esta
dupla de secciones de "The Tower" uno de los modelos específicos más
representativos del tipo de aporte que Profusion pretende ofrecer al actual
escenario progresivo. "Turned To Gold" es una bella semi-balada que porta aires
de familia con "So Close But Alone" pero con un pronunciado sentido de relax y
candidez. Los últimos 11 BD minutos del álbum están ocupados por "Dedalus
Falling". La canción se focaliza en un sólido equilibrio entre los estándares
neo-prog y prog-metal melódico, a modo de síntesis final de las coordenadas
predominantes del viaje desarrollado a lo largo del disco. Poco antes de llegar
a la barrera del séptimo minuto, la canción deriva a un fade-out que produce un
falso final: tras un efectista momento de silencio, un cósmico preludio de
teclados (al modo de un híbrido de Genesis y Pink Floyd) abre las puertas a la
verdadera coda rockera con que culmina la canción. Otro modelo revelador de lo
que Profusion es desde su quintaesencia misma.
"Rewotower" es un disco que sin duda deberá llamar, especialmente hablando, la
atención de todos los amantes del prog sinfónico con temple contemporáneo y de
los coleccionistas de prog-metal con afanes melódicos. Pero yendo a un
diagnóstico general, este disco tiene suficientes cuotas de musicalidad,
pulcritud técnica y energía rockera como para poner a Profusion en un rol
destacado dentro los medios virtuales de difusión y apreciación del género
progresivo. !Al César lo que es del César!
César Mendoza
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