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LA LISTA DE CORREO HISPANO-PARLANTE SOBRE ROCK PROGRESIVO Y SINFÓNICO 
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 POSEIDÓTICA: “La Distancia” (2008)

Temas

  1. La Distancia
  2. Sueño Narcótico
  3. Tiempo y Espacio
  4. Campo Magnético
  5. Maldita
  6. Equinoccio
  7. Anfibio
  8. Las Magnitudes

Integrantes:

  • Federico Bramanti: batería
  • Hernán Miceli: guitarra
  • Martín Rodríguez: bajo
  • Santiago Rúa: guitarra

Colaborador – Juan Rodríguez (Theremin en 1, piano eléctrico en 2, sintetizadores en 3 y 8)

El talentoso y potente ensamble argentino Poseidótica vuelve al ruedo con otro nuevo trabajo discográfico que derrocha vigor e ingenio: “La Distancia” es un perfecto sucesor de “Intramundo”, y al igual que éste, se trata de un disco conceptual. Volviendo a la temática de la reflexión introspectiva del yo, esta vez el yo no se concentra en su entorno esencial sino en las múltiples dimensiones que lo conforman. El relato del bajista Martín Rodríguez que sirve de inspiración al repertorio se basa en una cita de Aldous Huxley sobre los diversos universos en los cuales habitamos los hombres simultáneamente: dicho relato aborda esta noción al modo de un viaje que la mente hace como en un sueño de múltiples instancias.

El tema homónimo ocupa los primeros casi cinco minutos del disco, comenzando con una actitud etérea para luego proceder hacia unos ambientes más relajados, de corte jazzero: el puente entre ambas secciones es un efluvio de pesadez cósmica pertinentemente adornada por el Theremin, y justamente este mismo puente vuelve reciclado para la coda. Esta llamativa entrada es sucedida por el

muy potente ‘Sueño Narcótico’, tema “poseidotizado a la n potencia”. Con ello me refiero a que se trata de un ejercicio contundente de rock complejo, con una

notoria raigambre stoner en los guitarreos, y un esquema compositivo empapado de suficientes matices de psicodelia heavy y ornamentos progresivos como para traducirse en un todo majestuoso a través de sus variantes de ambientes y compases. Aquí tenemos el primer gran pico del disco. El tercer tema porta una languidez introspectiva emparentada con el estándar del post-rock, aunque Poseidótica incorpora su punche personal al asunto. Pasado el tercer minuto y medio, las cosas pasan a un esquema más extrovertido, centrado en las muy distintas sonoridades del progresivo hard en clave space-rock. Me parece otro tema a destacar por razones peculiares. Con la pieza ‘Campo Magnético’, el cuarteto se concentra más en la transmisión de fuerza con una inmediatez más precisa y un gancho más directo, sin por ello hacerse chabacano ni mucho menos:

los riffs entrecortados que emergen ocasionalmente son muy atractivos, apelando

al rockero implacable que hay en cada uno de nosotros, progheads sin remedio. ‘Maldita’ ocupa un espacio menor de 2 minutos, alo que aprovecha Poseidótica para aumentar el punche heavy que ya se había instalado en el tema anterior. ‘Equinoccio’ cambia radicalmente de registro, llevándonos a una psicodelia cósmica trabajada con particular ahínco reconstructivo, con una inquietud que nunca se desborda y una siniestra oscuridad que solo se muestra a chispazos: Guru Guru o Ash Ra Tempel hubieran estado orgullosos de haber maquinado este lisérgico viaje sonoro para cualquiera de sus primerísimos discos, pero no, el destino quiso que se tratara de una composición del nuevo milenio a cargo de una banda sudamericana como ésta. En fin, las ondas finales de ‘Equinoccio’ se engarzan con el inicio de ‘Anfibio’, tema que reemplaza la precedente inquietud

innombrable por una actitud reflexiva marcada por la sabia confluencia de sonoridades stoner y heavy en un juego progresivo de contrastes y variantes. La

dupla de estos dos temas instala una expectativa para lo que se viene en los últimos 14 ¾ minutos del disco, ocupados por ‘Las Magnitudes’. La entrada épica

marcada por los casi marciales golpes de la batería y los monocromáticos retazos dibujados por una de las guitarras asientan una tensión inteligentemente calculada, llegando a crear una atmósfera sólida. El impacto de este pasaje inicial se complementa con una sección más dinámica y un poco menos tensa: algunos fraseos de guitarra metidos en medio de los aguerridos riffs resultan levemente crimsonianos, algo que particularmente me agrada. Bien

pronto la dupla rítmica vuelve a crear ambientes marciales, como re-evocando la

aureola de tensión con la que se había iniciado el tema. Cuando el vendaval termina, nuestros oídos se enfrentan al oscuro vacío reflejado en las minimalistas cortinas spacey de sintetizador, las mismas que anuncian el arribo

de un nuevo motivo marcado por una definición melódica dentro de un esquema psicodélico. Luego sigue una sección lenta y meditativa, con sutiles climas jazzeros que luego se manifiestan más abiertamente en un interludio funk-rock que finalmente aterriza en el pasaje de cierre, un reprise del imponente vendaval inicial.

Vigor sin compasión y eclecticismo llamativo, dos cualidades que Poseidótica encarna muy bien en su oferta de rock complejo. El grupo conoce muy bien el potencial de su esquema sonoro, explotándolo de manera muy ingeniosa – esto funcionó en “Intramundo” y vuelve a funcionar ahora en “La Distancia”, un trabajo donde refinan sus ideales de complejidad y reformulan su gusto por lo potente.

Cesar Mendoza

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

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