Temas
- Posto di non so Dove
- Grandangolo
- Aspettando il Nuovo Giorno
- Azimut
- Un Respiro
- 36° Parallelo
Integrantes
- Bruno Biriaco: batería, percusión
- Franco D'Andrea: pianos
- Claudio Fasoli: saxofones
- Tony Sydney: guitarras
- Giovanni Tommaso: bajo, contrabajo, voz
Por fin pude remontarme hasta el disco debut de Perigeo, una de las bandas
italianas más destacadas dentro de la escena jazzera vanguardista de su
país. Perigeo muestra es “Azimut” ese gusto por los ambientes etéreos y
suavemente densos en combinación con los timbres y cadencias que son
inherentes al swing del jazz-fusión.
El tema de entrada ‘Presto di non so Dove’ comienza con un clima espiritual
creciente en intensidad al modo de un fulgoroso sol que poco a poco se va
asomando para reinar sobre el amanecer; los tres minutos restantes se
centran en un jam grupal que mantiene la cadencia mágica de la introducción.
El bajista Tommaso usa su canto para aumentar el colorido creado por los
instrumentos en una armonía muy bien equilibrada. ‘Grandangolo’ está más
claramente enmarcado dentro de la influencia de Weather Report (el referente
foráneo más recurrente de Perigeo): D’Andrea, Sydney y Fasoli se lucen
sucesivamente en sus respectivos solo de piano eléctrico, primera guitarra y
saxo alto. En algún momento, cerca del final, el grupo se mete en un clima
de frenesí caótico que prontamente se resuelve en una coda entusiasta.
‘Aspettando il Nuovo Giorno’ tiene un porte más reflexivo, aunque su
estructura de jam le hace asemejarse al tema anterior: me parece una pena
que esta pieza dure menos de 4 minutos, pues me parece que daba para un
desarrollo más ambicioso. Pero bueno, ello se reserva para la pieza
homónima, la cual restaura lo reflexivo a través de viajes sonoros
introspectivos envolventes al modo de un ensueño. Los engarzamientos entre
los arpegios de piano y las escalas de contrabajo trabajadas con el arco
crean un marco onírico excelente, al cual se suman flotantes adornos
percusivos y texturas de saxo y guitarra. Con la entrada de un motivo de
guitarra y bajo que sirve de interludio, la banda empieza a afianzarse sobre
un terreno ágil – mención especial para el solo de piano, realmente
espectacular. ‘Un Respiro’ es un breve interludio, bastante sereno, que
antecede a la explosión vertida por el jam ‘36° Parallelo’, el mismo que se
extiende hasta casi 10 minutos de duración. Hay que notar cómo Perigeo juega
al contraste en este caso. Los espartanos acordes de piano eléctrico
sostienen los retazos de saxo soprano y voz que crean un aura melancólica,
antes de que los espíritus de la extroversión se apoderen de la escena en
‘36° Parallelo’, permitiendo a Perigeo mostrar su faceta más frenética. Los
músicos van turnándose en los solos (el baterista Bruno Biriaco demuestra
que es todo un grande): la energía que los individuos ponen en sus
ejercicios permiten al oyente empático mantener el interés. En todo caso,
siento que el final no queda del todo bien resuelto, y por ello
‘Grandangolo’ se me hace más apropiado para cerrar el disco, dado que su
conclusión sí se concreta en un clímax.
Bueno, el ensamble sonoro exhibido en “Azimut” muestra aun ciertas aristas
por pulir, pero queda claro que el grupo está bastante cerca de conquistar
la pulcritud que habrá de hacerse pronto manifiesta en sus siguientes
trabajos, “Abbiamo Tutti un Blues di Piangere”, “Genealogia” y “La Valle dei
Templi”. En todo caso, la mayor dosis de pulcritud en “Azimut” se suele
concentrar en sus secciones más relajadas – Perigeo hace un muy meritorio
debut aquí, y por ello lo recomiendo para cualquier buena colección
progresiva donde haya espacio para lo jazzero.
César Mendoza
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