Temas
- Pataphonie (18:52)
- Structure Poubelle (22:22)
Integrantes
- Pierre Demouron: bajo
- André Viaud: guitarras
- Gilles Rousseau: batería, percusión
- Bernard Audureau: piano eléctrico, órgano
- Alain Seve: saxofón
Formado en 1973, Pataphonie fue un trío francés dedicado a aportar su grano de
arena en la vertiente vanguardista de la escena progresiva francesa. El núcleo
del grupo siempre estuvo conformado por la tríada del bajista Pierre Demouron,
el guitarrista André Viaud y el baterista Gilles Rousseau, pero pronto el grupo
se convirtió en un quinteto con el ingreso de un teclista (Bernard Audureau) y
un saxofonista (Alain Seve). De este modo, la banda se sentía preparada para
investigar en las escalas más vanguardistas del género progresivo y presentar
su material al público. Claramente, el grupo estaba concentrado en hacer de la
exploración en los campos y fronteras de sus inquietudes aventureras su estilo
propio de hacer música progresiva, sintiéndose muy cómodo trabajando con el
método de la composición y descomposición instantánea. Este primer disco, cuya
edición inicial en vinilo tuvo lugar en 1975 y luego tuvo otra al año
siguiente, recoge dos viajes musicales a cargo del quinteto en cuestión. La
producción de sonido es primaria, pero este detalle técnico no impide que se
pueda apreciar las dimensiones expansivas de la propuesta de Pataphonie.
El primero de estos viajes porta el mismo nombre de la banda comienza con un
expectante despliegue de aleatorias sonoridades minimalistas donde destacan el
saxo y la percusión tonal, por supuesto, preservando las exigencias de cuidada
sutileza que se imponen en este caso. Mientras avanza la improvisación, el
piano eléctrico y la guitarra (tocada con rasgueos y efectos realmente
bizarros) adquieren un mayor protagonismo mientras el ensamble sigue explorando
valientemente la osada construcción de atmósferas inquietantes de forma
enteramente pictórica y nulamente arquitectónica. Estamos hablando del
equivalente del dripping de Pollock en la musicalidad vanguardista progresiva.
Esta experiencia extensivamente abstracta toma finalmente un giro free-jazz en
dos turnos, estando el primero focalizado en el piano eléctrico y el segundo,
que es más intenso, en la dupla rítmica; obviamente, se está armando un clímax
donde entra a tallar el factor deconstructivo de manera determinante, muy a
tono con las obsesiones post-modernistas de unos Henry Cow. Para el segundo
viaje, ''Structure Poubelle', las capas de guitarra abren la puerta a un deliro
lisérgico minimalista mientras el saxo y el órgano no tardan en unirse. Una
subsiguiente secuencia de arpegios de piano eléctrico invita al ensamble
integral a remontarse hacia vuelos sonoros de tenor free-jazz con altas dosis
de psicodelia cósmica: imaginemos un híbrido de Ovary Lodge y la faceta más
abstracta del krautrock. A partir de los 13 minutos se arma una atmósfera de
serenidad contemplativa que, a pesar de no brindar calidez precisamente,
establece un ambiente idóneo para invitar a la mente a una introspección sin
sobresaltos: los efectos cósmicos que salen a colación se mantienen en un nivel
contenido de volumen y un seguimiento meticuloso de la dimensión surreal
inherente al minimalismo. Alrededor del minuto 18'30", las cosas parecen a
punto de intensificarse, pero es tan solo un recurso de variedad en medio de la
introspección reinante.
Esto es lo que hallamos en el disco debut de Pataphonie: abstracción sonora
donde la instrumentación es planteada como una nave desde donde la mente puede
dirigir sus vuelos surcando el universo interior. Habrá que esperar hasta su
segundo disco, "Le Matin Blanc", esta vez con la participación exclusiva del
trío nuclear para que Pataphonie desarrolle sus deseos de aventura dentro de un
esquema más estructurado, pero eso es motivo para otra reseña.
César Mendoza
César Mendoza
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