Temas
- Esclavos (3:20)
- Delirium Tremens (7:34)
- Plaza De Mayo (2:54)
- Exilio (5:30)
- Iluminados (3:25)
- Rey (7:14)
- Voluntad (4:06)
- Mi Chaparrita (4:45)
- Animal (3:26)
Integrantes
- Sebastian Volco: piano, piano eléctrico, sintetizador Moog
- Sebastián Rosenfeldt: bajo, basscello
- Sebastián Ricciardi: batería, percusión
- Fabián Araya: saxo, flauta, trompeta
- Pablo Gignoli: bandoneón
- Mariano Malaumd: viola
Colaboradores -Bruno Giustini (violín en 1, 3 y 6), Marcos Cabezas (marimba,
vibráfono y glockenspiel en 2, 4 y 9), Marcos Bulacio (voz del inframundo en 1,
guitarra fretless en 6), Juan canosa (trombón y tuba en 2, 6 y 7), Miguel Ángel
Hornes (trompeta en 2, 6 y 7), Francisco Huici (saxo barítono en 2, 6 y 7),
María Belén Firrincieli (saxo barítono en 3), Ana Santorelli (voz soprano en 1
y 4), Cecilia Mazzufero (voz soprano en 1), Diego Prego (dirección y arreglo
coral)
Orquesta Metafísica es el nombre de un genial ensamble argentino de
chamber-rock cuya trayectoria se inició a principios del año 2009, bajo la
iniciativa del virtuoso y energético pianista-guitarrista Sebastián Volco y del
no menos virtuoso bajista-contrabajista-Stickista Sebastián Rosenfeldt. Las
afinidades en cuanto a diversificados intereses por la música académica
contemporánea, el rock experimental, el jazz de vanguardia hicieron que
resultara totalmente natural que el proyecto de estos dos Sebastianes (que
incluye a un tercer Sebastián a la batería) se encaminara hacia a titánica
labor de hacer música progresiva de influencias RIO, Zappianas y fusionescas.
"7 Movimientos" es el título del disco debut de esta orquesta que lleva la
misión de hacer música progresiva hacia dimensiones realmente metafísicas: una
obra genial y contundente.
"Esclavos" abre el disco con un tenor tétrico desarrollado con una estupenda
mezcla de tremendismo y excitación, muy a lo Univers Zero con toques de
Shub-Niggurath=85 incluyendo un embrujador canto soprano en contrapunto con una
recurrente voz cadavérica. Además, emerge un exquisito toque tanguero en el
transcurso del último minuto con la crucial intrusión del bandoneón y la
conveniente agilización del esquema rítmico: un prólogo dorado. "Delirium
Tremens" se hace debido eco de esta excelsa edificación de climas inquietantes,
extrapolándolas hacia atmósferas más coloridas en base a los diálogos y
amalgamas fastuosas que tienen lugar entre todos los instrumentos, siendo así
que el piano y la percusión tonal asumen un rol protagónico compartido durante
los primeros pasajes. Luego, el elemento jazzero se afianza bajo la firme
batuta de la dupla rítmica y la labor rectora de un genial solo de saxo. El
estratégico clímax final se torna abstracto en una explosión controlada. El
momento de "Plaza De Mayo" es uno de gracilidad, apelando a esa mezcla de RIO
claroscuro francófono y tango-fusión que el grupo sabe manejar tan bien: aunque
en comparación con los dos temas anteriores, esta pieza cuenta con un lirismo
más pronunciado en su esquema compositivo, está inspirado en unos tristes
eventos político-militares que tuvieron lugar en la susodicha Plaza de Mayo en
los años 50s, durante una sangrienta intentona de golpe militar contra el
régimen peronista del momento. De hecho, la última sección de la pieza se torna
densa e incluye sutiles efectos de tumultos, aunque sin romper con el tenor
general. Así pues, el ensamble logra traducir impecablemente la situación de un
paseo por el parque con un inesperado final sangriento sin apelar a sobresaltos
musicales. "Exilio" se focaliza más abundantemente en el elemento de fusión
vanguardista, explorando atmósferas calmadas y suavemente cálidas en su primer
motivo; el segundo motivo ahonda en la espiritualidad relajada en base a un
evocativo pasaje de piano clásico, siendo sucedido por un tercer motivo marcado
por los frenéticos efluvios dibujados por la dupla de piano y marimba,
generando así una peculiar reconstrucción de travesura orquestal Zappiana con
añadidas texturas Crimsonianas al bajo. "Iluminados" tiene, irónicamente, un
carácter opresivamente oscuro en su alevosamente amenazante estructura sónica.
De hecho, sirve como preparación para la subsiguiente irrupción de "Rey", pieza
cuyo espíritu es extrovertidamente sombrío y desafiantemente aterrador, con un
particular destaque de los vientos y la flauta en la ilación de los diversos
motivos (que van desde lo flotante con tonos cósmicos hasta lo fastuoso). Algo
así como una resurrección de Bubu y Univers Zero bajo un manto de vitalidad
dadaísta. "Voluntad" comienza con un preludio marcado por una intensidad
neurótica, más bien psicótica, de la mano de la dupla de piano y el viola,
hasta que el cuerpo central instala un motivo plácidamente lúdico, el cual
desemboca en una capa minimalista que yace plácidamente en un rincón escondido
de a mente. Los dos últimos temas, los cuales parecen ocupar un rol de bonus
tracks, dejan un poco de lado la línea chamber-rock para meterse más de lleno
en la fusión contemporánea: "Mi Chaparrita" se enfila hacia atmósferas
lánguidas de tendencia romántica, con una espiritualidad vulnerable que no
resulta difícil de notar a través de su aparente vibración oscura, mientras que
"Animal" ofrece un colorido optimista donde confluyen perfectamente el
dinamismo de un Chick Corea y el acento traviesamente porteño de un Rodolfo
Mederos.
Es muy bueno y muy sano que la escena musical argentina goce de la
revitalización que supone la presencia y desarrollo de iniciativas como la que
presenta Orquesta Metafísica, una auténtica orquesta de música contemporánea
donde la cámara, el rock y el jazz se hermanan en una deliciosa modalidad de
chamber-rock signada por un dinamismo muy original. "7 Movimientos" es algo más
que una serie de siete movimientos con un doble addendum: es una aventura
fundamental para la vanguardia actual tanto a nivel argentino como mundial.
César Mendoza
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