Temas
- La Revolution Bourgeoise (parte I)
- Le Mistificazioni dell'Ombra
- Maschera di Cera
- Sei Lacrime d'Ambra
- Il Treno di Obuda [Lo Scrigno dei Sogni - Pensieri che Mutano - Il
Viaggio - La Magia dell'Isola - The Return of Life]
- La Revolution Bourgeoise (parte II) [Il Sonno della Ragione Genera
Mostri – Intermezzo - Bolero pour un Generation Defunte - Il Ritorno]
Integrantes
- Daniele Manerba: teclados, vocez
- Giampietro Maccabiani: guitarras eléctricas y clásica, mandolina
- Gianluca Avanzati: bajo, stick
- Gustavo Pasini: batería, percusión, voces
- Andrea Alberici: voz solista
De las nuevas bandas italianas, Notabene es una de las más activas: su
segundo disco “Sei Lacrime d’Ambra” salió al mercado a tan solo dos años de
distancia de su disco debut, el cual causó un positivo impacto en su momento
en los círculos melómanos progresivos. Aunque Notabene ha quedado como
quinteto tras la partida del integrante encargado de instrumentos tan
disímiles entre sí como el violín y la trompeta, ello no ha significado
merma alguna en el nivel de energía en su propuesta – el ensamble suena
bastante potente. La herencia de la vertiente hard italiana es clara en esta
banda (del mismo modo que sucede con ensambles compatriotas como Chiave di
Volta y Ubi Mayor, así como Nuova Era, para remontarnos un poco más atrás),
en confluencia con el rico sentido melódico de la tradición Genesis, un
dinamismo típico del sinfonismo moderno y algunos trucos de corte jazzeado
en clave estilizada. El hecho de que el grupo se atreva a fabricar piezas de
ambiciosa extensión (la mitad de los temas oscila entre duraciones de 11 y
17 minutos) muestra su determinación por asumir retos como compositores, y
en verdad, les sale muy bien: en líneas generales, este disco me complace
más que el anterior en relación al despliegue de inventiva melódica.
El disco se abre con la primera parte de ‘La Revolution Bourgeoise’, que es
la pieza central de este repertorio. Tiene bastante nervio, y maneja con
fluidez (aunque no con una consistencia perfecta) los cambios de ambiente y
compás: el protagonismo compartido por el órgano y la guitarra solista (que
operan al alimón muchas más veces que en situación de desafío) encuentra un
esquema oportuno en la robusta labor del baterista. A continuación viene la
primera de las piezas largas, ‘Le Mistificazioni dell'Ombra’, el cual tiene
un lirismo semejante a la ideología musical de Sithonia en su motivo
inicial, pero pronto las cosas se enfilan de frente hacia el rescate del
legado del progresivo duro italiano. La presencia de elementos jazzy en
algunas partes de los desarrollos instrumentales nos puede hacer recordar a
los momentos más ligeros de Museo Rosenbach, pero el tenor predominante es
el de la fastuosidad y el aplomo. ‘Machera di Cera’ exhibe una bien llevada
alternancia de sonidos eléctricos y acústicos al modo de una semi-balada
progresiva: curiosamente, esta pieza puede resultar un tanto emparentada con
lo que hace LMDC de Fabio Zuffanti (dudo mucho que mis palabras estén
sugestionadas por el título de la canción). La canción homónima contiene una
interesante serie de variantes melódicas en su espacio de siete minutos,
terminando con un motivo cercano al bosanova: la incorporación de la
mandolina dentro del entramado instrumental proporciona un colorido extra
varios momentos. ‘Il Treno di Obuda’, la suite de 16 minutos que contiene
cinco secciones, tiene como novedad la incorporación de algunos ambientes
moderadamente sombríos, más grisáceos que oscuros en el sentido literal de
la palabra. En todo caso, las cosas no tardan mucho en pasarse hacia
atmósferas más pletóricas de lirismo optimista y buenas vibraciones.
Nuevamente, la inclusión de cadencias jazzeras en las expansiones
instrumentales tiene lugar para añadir variedad a la situación, y como esta
vez hay más espacio para ello, nos da una oportunidad para apreciar el
manejo de texturas al piano eléctrico de parte de Daniele Manerba, mientras
que la guitarra de Giampietro Maccabiani se desvela en fraseos, armonías y
retazos con total soltura. En los pasajes más netamente sinfónicos, las
líneas de sintetizador se acoplan simultáneamente a los moldes de Banks y
Bardens. En fin, los últimos 17 minutos del disco están ocupados por la
segunda parte de ‘La Revolution Bourgeoise’, una pieza donde el ensamble
continúa explorando un par de los motivos que integraron la primera parte,
aunque esta vez notamos que se reitera el sentido de cohesión que tan buenos
réditos dio en los temas 2 y 5. También notamos un énfasis en motivos
alegres, bajo el liderazgo de las líneas de sintetizador. El momento en que
emerge y se desarrolla una sección marcial en forma de bolero (‘Bolero pour
un Generation Defunte’) introduce un espíritu un tanto misterioso,
coqueteando suavemente con lo siniestro: los flujos de sintetizador,
prontamente emparejados por la guitarra, asientan un pertinente espíritu
etéreo al asunto. La siguiente sección comienza con un pasaje de piano
elegante y bien manejado, el cual poco a poco funda el cimiento para el
retorno del alegre pasaje central, y así llegar al cierre del tema.
Notabene es ante todo un grupo ameno y muy curtido en su oficio del
retro-prog. Definitivamente no cuenta con la polenta de La Maschera di Cera
o Nuova Era, ni la exquisitez de La Torre dell’Alchimista, ni tampoco iguala
la magia de Ubi Maior, pero muy lejos está de merecer ser menospreciados –
este disco “Sei Lacrime d’Ambra” ofrece una propuesta fidedigna al
progresivo sinfónico de raíz italiana con efectivas dosis de dinamismo y
energía.
César Mendoza
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